26 septiembre 2025

PRÓLOGO

 




La vida, a veces, es un prólogo

por indexar cada día,

un infinito que vuelve una y otra vez

con los mismos lamentos,

emborronando páginas

y páginas sin fin,

pero todo cuanto cambia es la talla,

no la encarnadura de las criaturas,

y mucho menos

el devenir arropado del cada día.


La herencia genética, la educación,

la formación o las carencias;

los malos tratos, el hazmerreír,

el juguete roto que no ve la salida,

el foco de todas las persecuciones,

los azotes, las burlas, el escarnio.


Todo sucede en ausencia de los responsables,

justo cuando miraban para otro lado

o cuando no advirtieron malicia

en el todos contra uno

y el corro de pasivos reían las gracias.


Un prólogo que acota la odiosa infancia

y que ha sido bautizado con un anglicismo

que no quiero pronunciar,

la complacencia de lo invisible

que vuelve a dejar en el prólogo de la vida

a esa criatura que tiene pavor a crecer.

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