05 septiembre 2025

AROMAS DE LOS MONTES

 




Nada tan cercano y latente

como estos parajes

de dificultad accesible y próximos,

escarpados en la memoria

desde la lejana infancia.

De sus entrañas, los nombres,

los aromas, la aridez de una vida

ceñida a lomos del esfuerzo

por la esgrima de cada vereda,

de cada tranco, de cada encina,

de cada algarrobo, de cada pino

de cada exclusivo pinsapo,

para alcanzar el fatigoso

pan de cada día.

Ahora que arden otros montes,

me ciño el cíngulo del sudor ajeno

y me solidarizo con quienes

vieron arder sus montes,

su horizonte de vida,

con la vana impotencia del fracaso

y el borrado de la memoria

de la tradición de sus mayores.

En el aire,

el volátil aroma de la jara y el lentisco,

la profunda fragancia del tomillo y del romero,

la robustez del enebro, el delicado almoraduj…

Las vidas de quienes nos precedieron

y nos enseñaron a amar a la naturaleza.


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