17 septiembre 2025

LA VIVIENDA

 




Primero fue un sueño,

una quimera con límites en el extrarradio

desde la habitación compartida;

era por momentos pesadilla

colgada en el estrellato oscuro

de las tinieblas.


Planos, boceto a escala reducida

con perchero de ilusión y vistas al campo,

y gravedad en el paso,

que a fuer de rotundo

fue modulando la fábula como creíble.


Para la entrada,

hube de desplumar al cancerbero

y hacer tierra rasa de las existencias,

también de la calderilla;

después vendría coger el paso

y deletrear cada uno de los pagos mensuales

con las oportunas letras.


A la espera siempre le cuelga una rémora

y sobre el dos hubo que rotular un tres

bien cumplido;

olía a hormigón reciente y a vacío,

a eco. Así que la imaginación

tubo espléndidas oportunidades.


Por delante diez años de pasar por caja

hasta gritar ¡mío!

Ese tiempo en mis hijos

fue condena a treinta años, ¿y mis nietos?

Posiblemente vuelvan a las cavernas.

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