Pajarillos; gorjeos festivos
y animosos
que iluminan la Alameda de
vida,
de sabio sabor con sus
trinos melodiosos;
algodón leve, agitado de
rama en rama.
Estos días de lluvia
─me pregunto─
¿en qué lugar te refugias?
En otro tiempo
tuve una cárcel de alambres
donde encerraba tu canto y
tu plumaje
como quien secuestra
a la filarmónica de Berlín
emparedada en su casa
para gozo de un abono
insatisfecho
que no le pertenece.
Quizá lo he entendido tarde,
pero a tiempo de degustarte
como a músicos callejeros
que ni siquiera piden la
voluntad
o la esperan en la copa
invertida del sombrero,
como tú en la de los árboles
o recogiendo
migas en el velador donde
disfruto este café
que sin tu concurso sería
más amargo.
Los pajarillos deben estar locos con el tiempo.
ResponderEliminarPero ellos deben tener recursos para salir del trance.
EliminarBesos.
Con tanta agua como está cayendo, sobre todo por el sur, no solo son los pájaros los que deben andar locos.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Llevamos varios días de récord. O soy un pájaro de cuentas o también me estoy volviendo loco, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
"... tuve una cárcel de alambres
ResponderEliminardonde encerraba tu canto y tu plumaje
como quien secuestra
a la filarmónica de Berlín"
Cómo no sonreír ante estos versos...
Me encanta toda tu visión de estas almas de paz. Lo expresas como suma exquisitez y ternura.
Te dejo un saludo y una sonrisa :)
(Volarela)
Gracias, Maite, por tan lindas palabras. Me gustaría escribirte un correo que tiene que ver con Corrientes. Este es el mio:
Eliminarfespadav@Gmail.com
Un abrazo.
No se donde pueden encontrar refugio contra la lluvia sobretodo cuando la intensidad es grande pero en el momento que la lluvia cesa de nuevo se pueden ver buscando las pequeñas migas que cae de la mesa de los bares.
ResponderEliminarBesos
La naturaleza guarda misterios que yo no sé desentrañar y que le dan mayor credibilidad.
EliminarBesos.
Grandes cantores de la vida, que nos dan ejemplo de fortaleza, de sen cillez y generosidad. Un hermoso homenaje a esos pájaros, que siempre hemos tenido cerca en todas las etapas de la vida.
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño, Francisco.
M.Jesús
Unas vidas en el aire, festivas y con música en las manos que proveen el día a día. Muchas gracias, María Jesús.
EliminarBesos.
Te endulzaror el café y tu perspectiva, con esos trinos y existir tan maravilloso!
ResponderEliminarUn abrazo espresso.
Es verdad, y es que los pájaros nos endulzan la vida misma, Sara.
EliminarUn abrazo relajado.
Hemos coincidido en elogio a esos encantadores pajarillos que con sus trinos, nos alegran el paseo por la Alameda y nos acompañan en el café. El mes de marzo (hace cuatro posts) dediqué una página a los gorriones, pardal común, en el mismo sentido de elogiar su alegre presencia, pero como yo no soy poeta como tú, no he alcanzado a expresarlo en el mismo nivel de poesía y belleza.
ResponderEliminarMi cariñoso saludo.
No eres poeta, pero en lugar de acabar el cuadro con dos brochazos, hilas cada urdimbre con mimo y detalles para mí inalcanzables. Muchas gracias, Chela.
EliminarUn cariñoso abrazo.