A Volarela, a quien he robado esta imagen tan sugestiva.
Es un gorrioncillo rendido,
asustado y endurecido
por los sobresaltos de la
vida,
una existencia frágil
en la pulsión de los muchos
quebrantos,
hasta soltar las riendas
en el abandono providencial
de los cuidados intensivos
de la ciencia
y en la reconstrucción de la
familia,
siempre en circunstancias
límite.
Nunca dejó de cantar;
tampoco dejó de amar sin
medida,
ni sangrar por el costado
por el que una madre rescata
de galeras los jirones que su
hijo
deshilachó por el camino erróneo.
Ahora tiene un trino afónico
que le nace en los limos del
alma,
en el barrizal inánime
donde el desaliento es más
fuerte
que la más robusta de las
atalaya.
Ha ganado mil batallas,
ha salido indemne
de todas las emboscadas
y ha guardado para sí el
agrio sabor
de los días aciagos;
a cambio, ─en el trueque─
hoy todos en torno a su
postración
han le han devuelto la
mirada.
Es un gorrioncillo rendido,
asustado y endurecido
por los sobresaltos de la
vida,
una existencia frágil…
El gorrioncillo todo un ejemplo a seguir.
ResponderEliminarUn beso.
Me gusta especialmente el gorrión. Un pájaro nada estimado si lo comparamos con el jilguero, el canario u otros de los que solemos enjaular, pero un pajarillo muy estimable como lo es la destinataria del poema.
EliminarUn beso.
Una belleza, gracias Francisco
ResponderEliminarTu gorrión herido
Apapachos
La belleza sos vos, Gorrioncillo herido. Gracias infinitas por responderme.
EliminarApapachos.
Una belleza,gracias Francisco
ResponderEliminarTu gorrión rendido
Apapachos
No he querido borrar este mensaje repetido porque no quiero olvidar que te has esforzado en que llegue tu comentario. Ya he comunicado por privado tu encargo doble. Seguro que ellas se van a llegar una enorme alegría.
EliminarApapachos.
¡Qué honor haber contribuído a tu inspiración con esta foto!
ResponderEliminarEs una belleza lo que has hecho. Has entrado en su alma. Me ha estremecido.
¡Por ella! :) Se lo merece todo. Y tú también, eres un grandísimo amigo en su vida. Vida que Dios llene de paz, serenidad y luz para que su gorrión cante alto y fuerte :). Que alegría me has dado. :)
Un gran abrazo
Temí que pudieras molestarte por no haber esperado a tener tu permiso. Gracias por tu estremecimiento y que Dios oiga tu súplica.
EliminarUn fuerte abrazo.
Tenacidad y entereza a pesar de todo.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Un ejemplo de tenacidad, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
Tamién yo me he estremecido ante este poema a ese gorrión, un ave que no aguanta la pérdida de libertad. Un abrazo
ResponderEliminarLas personas con sensibilidad suelen estremecerse hasta con lo ajeno, Felipe.
EliminarUn abrazo.
¿Has tenido problemas con algún comentario? Lo digo porque has introducido la moderación de los mismos, algo que inhibe a los que de vez en cuando los hacemos. Vuelvo a abrazarte.
ResponderEliminarEfectivamente. Hace más o menos un mes entró un anónimo con falsos testimonios sobre una seguidora de mi blog, me implicaba y cada vez los hacía más subidos de tono y más seguidos... No encontré otra salida que moderar los comentarios, cosa que nunca imaginé que tuviera que hacer. Es triste que la gente se dedique a hacer daño, pero los hay.
EliminarOtro abrazo.
Francisco, acabo de leer tu poema, estoy en el pueblo...(Y también he oído su voz de gorrión herido...)Estoy emocionada, ese gorrión que nunca dejo de cantar y de amar. Esa tormenta de sentires, que nos movía a todos y nos lanzaba al cielo de la ternura y de los sueños sigue aleteando, ensayando el vuelo con toda la fuerza de su espíritu...Estoy esperando y sigo esperando a ese gorrión que tanto nos ha dado...Que Dios le dé toda la fuerza que necesita y la Virgen, tan amada por ella, la abrace y la llene de alegría y plenitud.
ResponderEliminarGracias por tu poema, bello homenaje a nuestra gran amiga M.del Carmen.
Mi abrazo y mi cariño para ti y para ella.
M.Jesús
Casi adiviné tu comentario antes de leerlo y hasta antes de publicar el poema. Sé de tus sentimientos hacia este pajarillo herido y cómo le gustaría acurrucarse entre tus manos. Es el momento de estar a su lado y así lo espera y lo va a tener.
EliminarUn fuerte abrazo.
Un gorioncillo que no se amilana por las inclemencias del tiempo .
ResponderEliminarPrecioso poema. Besos.
Hay un momento en el que la nave se hace ingobernable en medio del temporal, pero el almirante no deja el puente mientras hay posibilidades de no zozobrar. Muchas gracias, Amapola.
EliminarBesos.
Maravilloso poema para una gran alma, a la que representas con el humilde y a la vez fuerte gorrioncillo aunque se le vea frágil.
EliminarMuy merecido y seguro que se ha sentido muy bien al leerlo.
Mi gran abrazo lleno de energía positiva, para ella, otro para ti y otro para “volarela” por esa bella imagen.
Sigo dando un repaso.
Ambar
Muchísimas gracias, Ambar, por tan bonito como afectivo comentario.
EliminarUn abrazo.
Como gorrioncillos nos vamos rindiendo, por más cantadores, vivaces y optimistas que seamos. Que la vida es tan frágil.
ResponderEliminarUn beso de anís.
Es cierto que la vida es frágil, además de limitada, pero una mano tendida es una amarra a la esperanza.
EliminarBesos de anís.