En el umbral de la Semana
Grande,
Sevilla es silencio
premonitorio
de un tiempo que todavía no
ha pasado,
este tiempo opaco
que amenaza con la nulidad
del calendario
y será estación penitencial
en el recuerdo.
Duerme el sayal, duerme el
esparto
el mismo bostezo que lo
invade todo;
duerme la capa su sueño
arrugado
y guantes y medalla son tan
simbólicos
como la papeleta de sitio
solidaria.
Será juzgado. Será
injustamente condenado
y subirá a la cruz dándose
en gratuidad por todos,
pero será un murmullo en el
silencio
para aquellos que no
necesitan escenificarlo,
y vacación frustrada para
quienes pensaban
en días de esparcimiento: Preludio
afónico.
P/D Aunque este año la Semana Santa no tendrá celebración en las calles, me tomo unos días de descanso en el blog, para volver el lunes 5 de abril, si Dios quiere. Un afectuoso saludo a todos.
Imagino que en Sevilla habrá un vacío enorme, es una mutilación dura para el fervor que allí se vive.
ResponderEliminarBuen poema que te hace reflexionar
Besos grandes, Poeta :)
Quedas invitada, en pensión completa, para la Semana Santa del año próximo. Así podrás comprobar cómo es una "bulla" en esta ciudad y la manera tan organizada de salir de ella.
EliminarUn abrazo besado.
Muy bueno el poema. Describe como estarán las calles huérfanas de personas y los eventos de la Semana Santa. La foto es muy original y representa el vacío de una fiesta que no se podrá celebrar. Llama la atención la foto con esas espinas y la soledad dentro y fuera de los hogares.
ResponderEliminarAbrazos
La foto es del cartel oficial de la Semana Santa de este año y ciertamente es muy original. Expresa más o menos lo mismo que yo he tratado de decir en el poema.
EliminarUn abrazo.
Entre la lluvia de primavera, que cae cuando no debe, y la pandemia andamos bien jorobados en esto de las celebraciones callejeras. Pondremos nuestro objetivo en el año próximo, a ver si hay suertecilla.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Llevamos el paso cambiado, Cayetano y no hay manera de acompasarnos. El año que viene será.
EliminarUn abrazo.
Otro año sin las celebraciones de nuestra Semana Santa, que pena, ójala y la próxima la podamos celebrar.Feliz descanso.Saludos
ResponderEliminarLo mismo te deseo, Charo, No habrán procesiones, pero sí Oficios, aunque con aforo reducido al 50%.
EliminarUn abrazo.
el poema es hermoso!
ResponderEliminarIgualmente el sentimiento de la Pascua es privado y siento que cada persona o al menos los creyentes cada uno a su modo lo conmemora desde su hogar. sin dudas una Semana Santa diferente..Me quedo con estos versos .."pero será un murmullo en el silencio
para aquellos que no necesitan escenificarlo,.."
Un abrazo y que disfrute su descanso!Saludos
En ese grupo me encuentro, Eli. Que seas muy feliz.
EliminarUn abrazo.
Descansa y pásalo bien.ç
ResponderEliminarAquí te esperaremos a tu vuelta.
Muchas gracias, Tracy. También espero encontrarnos a mi regreso.
EliminarUn abrazo.
La S. Santa será todo lo que nos dice tu poema, Francisco. Todo guardado, tan sólo la fe de los creyentes recordará los pasos y estaciones, elevará su oración al cielo, mientras todos esperamos mejores tiempos. Buen poema, que nos deja un tanto nostálgicos, amigo.
ResponderEliminarFeliz S.Santa, cuídate mucho y sabes que te esperamos siempre.
Mi abrazo y hasta pronto.
Hace ya muchos meses que vengo publicando a diario y necesito un respiro para no cansaros demasiado a mis lectores.
EliminarUn fuerte abrazo.
Asi estan las cosas. Disfruta tus momentos amigo Francisco. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Sandra, por tus bonitos deseos.
EliminarUn abrazo.
Sí, aunque es poco más de un año el que viene durando esta pesadilla, son dos veces las que hemos tenido que ver silenciadas celebraciones y fiestas importantes, tanto religiosas, como lúdicas, y con las repercusiones económicas que ello supone. Las Fallas en Valencia, la Semana Santa en tantos lugares de España, próximamente la Feria de Abril en Sevilla...
ResponderEliminarEn fin, que tenga unos tranquilos días de descanso.
Saludos.
Muchísimas gracias. Hoy hemos tomado algo en una terraza cercana a mi casa y nos atendía una joven, madre soltera, que acaba de volver a trabajar después de varios meses de ERTE y se mostraba muy feliz de poder hacerlo. Todavía quedan tres compañeros suyos en sus casas. Todo un desastre. Que lo pases bien y no te veas afectada por el virus.
EliminarUn abrazo.
Otro año más en que no podamos pressenciar los pasos de Semana Santa, por nuestros pueblos y ciudades.
ResponderEliminarBesos
Por segundo año consecutivo tendremos que tirar de memoria, Antonia.
EliminarBesos.
Su poema es fácilmente extrapolado a muchas localidades por el mundo.
ResponderEliminarEl mundo vive extraños momentos, y hoy más que nunca es tiempo de reflexionar.
Saludos
Con frecuencia, Carlos, lo particular tiene utilidad general y en este tiempo vivimos algo que a todos nos uniforma. Muchas gracias por su comentario.
EliminarUn abrazo.
No debemos olvidar que la Semana Santa no desaparece solo porque no haya procesiones, que hay Semana Santa desde hace más de dos mil años, desde que un galileo murió colgado de una cruz.
ResponderEliminarQue no haya procesiones no significa que deje de existir la Semana Santa, y así la celebra todo en que tiene voluntad y fe.
EliminarUn abrazo.
Hoy estamos viviendo momentos diferentes y la Semana Santa será algo nuestro, desde el interior, desde lo íntimo...
ResponderEliminarTe deseo un lindo descanso Francisco.
Es necesario.
Abrazos.
Muchísimas gracias, Luján, por tu comentario y bellos deseos.
EliminarUn abrazo.
Descanso impuesto y mal querido por este virus maldito. La Semana Santa que viene seguro que el polvo desaparecerá de cruces, hachones, faroles y hábitos.
ResponderEliminarUn saludo y descansa
Muchísimas gracias, Carmen. No hay procesiones, pero sí Oficios, así que sigue siendo Semana Santa.
EliminarUn abrazo.
Gracias por traerme de manera inesperada a casa.
ResponderEliminarUn abrazo
Me alegro que así lo recibas, Inma.
EliminarUn abrazo.
Otro año amanecerá también en primavera y llegará uno, sea el que sea, en que Sevilla volverá, como ha sido siempre. Ánimo sevillanos.
ResponderEliminarSalud,Francisco.
Anna Babra
No hay dos amaneceres idénticos ni mucho menos dos Semana Santa. Muchas gracias, Anna.
EliminarUn abrazo.
Semana Santa atípica nunca imaginada y esperemos que no repetida. Queda el festejo íntimo con el Señor y su dolor, el festejo íntimo que con los más allegados. Festejo que no es festejo pues todo es dolor. Un amoroso domingo de Pascua para vosotros.
ResponderEliminarEn la intimidad de cada uno de nosotros, tras los terribles padecimientos y la muerte, Cristo ha resucitado. Aleluya. Verdaderamente ha resucitado. Aleluya 🙏
EliminarTu poema refleja la realidad de la situación actual, días de soledad con calles e iglesias vacías.
ResponderEliminarFeliz descanso,
Un abrazo.
Así es, Rafael. Esperemos que pase pronto todo los efectos de la pandemia en todos los rincones de la tierra.
EliminarUn abrazo.
Gracias por estar siempre amigo Francisco. Cuídate mucho y disfruta tu día a día. Saludos a la distancia.
ResponderEliminarEs un placer estarlo, Sandra.
EliminarUn abrazo.