Amaneció con vocación de
noche;
llueve desde el alba oscura
como quien llora una pena
recóndita.
Tiene recogidos los pocos
enseres
y ha negociado la entrega
del piso
a cambio de ello y de la
fianza.
No podrá pagar sobrecargo
y acabarán marchando con lo
puesto,
como vinieron desde el otro
lado del Atlántico.
Los libros de historia solo
recogen las gestas,
pero la vida de quien tuvo
que emigrar
es una proeza heroica que no
todos comprenden,
que no todos alientan y
muchos critican.
En el camino se fundieron
los sueños
y se amalgamaron con el
barro
de la tozudez de lo
cotidiano,
casi siempre adverso;
con ello también las
energías y la capacidad
para emprender la próxima
aventura.
Soñaron que un hada les
proveería de alas
y podrían surcar los cielos
de la abundancia,
que sería factible alcanzar
la proeza de lo soñado;
pero tras el velo opaco de
lo desconocido
aguardaba el filo acerado de
la guadaña.
Tenemos escasa memoria de lo que fuimos.
ResponderEliminarY nos puede volver a pasar lo que tantas veces nos pasó.
Rafael Amor decía: "Y el hambre no avisa nunca: vive cambiando de dueño."
Un abrazo, Paco.
Gracias, Cayetano, por tan interesante comentario.
EliminarUn abrazo.
Aquí hablas de emigración, pobreza y desahucio, el pan nuestro de cada día al que no se le quiere dar solución, ¡¡maldito liberalismo!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Emilio, por estar del lado de los débiles.
EliminarUn abrazo.
Pocas son las personas que emigran y no llevan el deseo de regresar en su equipaje.
ResponderEliminarA veces es la desesperación la que lleva a alguien a abandonar a familiares y amigos, partiendo hacia lugares desconocidos en busca de una vida mejor. Algunos lo hacen bien. Otros no lo son.
Realmente disfruté leyendo.
.
Feliz fin de semana.
Cuídate
.
Pensamientos poéticos y ensueños
.
Nadie que esté feliz en su lugar de nacimiento emigra, solo quienes sufren serias carencias. Mi solidaridad con todo ellos.
EliminarAbraço.
Francisco, la vida es muy dura para los españoles y mucho más para los emigrantes que vienen con sueños, y esos sueños se rompen por falta de trabajo. Vivimos malos tiempos para todos.
ResponderEliminarAbrazos
Estos llevaban 10 años aquí y son gente muy bien formadas, con títulos académicos incluso. Pero la vida no es lineal, sino que tiene sus pendientes y sus quebradas.
EliminarUn abrazo.
La emigración siempre presente en nuestras vidas, antes por unas cosas, ahora por otras pero a la base de unos y otros está la falta medios para vivir dignamente en su país de origen.
ResponderEliminar¡Qué dura!
Así es, Tracy, por aventura la gente sube a un monte o viaja, pero para volver a su tierra de nuevo, si es que allí puede vivir.
EliminarUn abrazo.
Y pensar que hay quien sigue diciendo que vienen a quitar el trabajo a los españoles... ¿Quien está recogiendo la fresa en Huelva? Mujeres marroquíes, porque no hay aquí nadie que quiera hacer ese trabajo tan fatigoso y mal pagado.
ResponderEliminarAsí es, Senior. Y así fue siempre a lo largo de toda la historia de las migraciones.
EliminarUn abrazo.
Triste situación, siempre el pobre es el que sufre mas..... Saludos amigo Francisco.
ResponderEliminarY parece que jamás ha cambiado a lo largo de la historia, Sandra.
EliminarUn abrazo.
Es muy duro tener que abandonar la tierra sonde naciste, la familia, amigos etc. para encima encontrarte con lo que no esperabas...lo se por experiencia propia. Saludos
ResponderEliminarTan cierto como doloroso. Es verdad, es difícil comprender al emigrante, sentir en tus propias carnes el desarraigo y luego esa daga de acero, esa guadaña cortando de raíz los sueños. Te advierto que los que nunca hemos tenido el valor de emigrar, también conocemos el frío filo de acero. Un abrazo poeta.
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