A las sombras de la noche
le he robado tu silueta,
esa que amalgamada a mí
se alberga a medio camino
entre lo que atesoro
y la cumbre de mis ensueños
blindada a la caja de mis recuerdos
y que con anhelo te busca sin
pausa.
La tomé en mis manos
y vino a ser agua de
manantial burbujeante,
vaporosa, caricia sin masa
ni peso,
pura evanescencia
como copia literal de tu
espíritu.
Al pasar bajo los naranjos
fuiste aroma sumatorio,
efluvio encaramado al azahar,
mar de confusiones.
Tronché la rama que me
cegaba el paso
y puse distancia de invierno
al inminente rapto.
A las sombras de la noche
le hice un sigiloso rapto,
y escapé victorioso portando tu silueta
con la euforia victoriosa
del botín,
pero llegada el alba
era tu blusa de organdí todo mi tesoro.
Eso de robarle a la noche sus sombras está pero que muy bien. Que se chinche, aunque luego no sea lo esperado.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
No fue lo esperado, pero sí un buen trofeo.
EliminarUn abrazo, Cayetano.
Valeroso quien osa turbar la noche.
ResponderEliminarSalud, Francisco.
Anna Babra
Al menos un osado, Anna. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
LLegada la alborada desapareció, escabulléndose entre nubes de ensoñación.
ResponderEliminarUn abrazo y buen día.
La realidad y los sueños tienen bastante en común, Jorge. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
Al amparo de la noche con su oscuridad cometiste un "rapto" que aunque no era el esperado para tí resultó ser un tesoro.Tu imaginación resulta ser muy creativa.Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias, Charo, por esa mirada tuya que tanto me favorece.
EliminarUn abrazo.
Mucho me alegro de tu victoria, en medio de unas sombras, que te impide tener una clara visión en tu alrededor.
ResponderEliminarBesos
Gracias, Antonia, por tus palabras.
EliminarBesos.
Ensoñaciones que a todos nos ayudan a vivir.
ResponderEliminarBesos
Sin la menor duda, Tracy. Los sueños son una proyección a futuro.
EliminarBesos.