Un hombre pasa flotando
ingrávido en la oscuridad,
llevado por una espesa
sombra de niebla,
como se transporta una pompa
de jabón
irisando sospechas
inconfesables.
Imagino sus manos frías,
livianas, a lo sumo tibias,
temblosas y muy sudadas,
manos que al saludar hablan
de miedo y sospechas
con la firmeza inequívoca de
una radiografía.
Se ha detenido. Es posible
que el pánico
le haya hecho dudar y sienta
que el suelo
se proyecta en vertical
hacia su cintura
atrapándolo para soterrarlo;
por sus piernas ascienden
tallos de yedra,
tapiz bajo el que
desaparecen sus pies.
Sospecho que algo en su
mente redobla
el efecto de pánico propio
de lo desconocido.
En breve, desaparece y lo
pierdo de vista:
es muy probable que lo
inconfesable
sean mis infundadas
sospechas.
Una silueta perdida en un mar de niebla puede resultar amenazadora y a lo mejor es justo lo contrario: para esa sombra la amenaza eres tú que la contempla.
ResponderEliminarUn saludo
Tienes razón, Carmen. Entre lo que vemos y aquello que sospechamos no hay siempre identificación; pero casi siempre un camino reversible de ida y vuelta.
EliminarUn abrazo.
Debe ser efecto de los medicamentos contra el colesterol y los triglicéridos. A mí me pasa de vez en cuando por culpa del enalapril. Me desvanezco como el perfume o humo en el aire y mi mujer no me encuentra para que vaya a hacer la compra.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
¡A saber el cóctel que hacen en los jugos gástricos todas esas cochambres!
EliminarUn abrazo, Cayetano
Profundo e inquietante. Silueta gris entre la niebla gris.
ResponderEliminarInseguridad o ...
Salud, Francisco.
Anna Babra
Gracias, Anna, por venir a mi lado, a pesar de la niebla.
EliminarUn abrazo.
Puede que con el efecto de la niebla y la mala visibilidad, viera fantasmas donde no los hay.
ResponderEliminarBesos
Eso es frecuente, Antonia. El miedo puede atenazarnos, pero es un preventivo de grandes males.
EliminarBesos.
Nos planteas todo un misterio, Francisco...A través de la niebla todo se ve irreal y difuminado, asi que nuestra percepción es subjetiva, capaz de pensar y sentir cualquier cosa...La mente humana se plantea muchos escenarios y más si el miedo y la desconfianza se adueñan de ella.
ResponderEliminarMi abrazo y feliz noche, amigo.
Sin la menor duda que somos muy subjetivos y también es cierto que los sentidos nos engañan con frecuencia. Gracias una vez más, María Jesús.
EliminarUn fuerte abrazo.
Misterioso poema amigo Francisco. Saludos a la distancia.
ResponderEliminarEsa era la pretensión, un poco de misterio, de dudas.
EliminarUn abrazo.
Muy buenos tur versos y el poema. Sinceramente al mirar la imagen da panico y da lugar a varias versiones.
ResponderEliminarAbrazos
El miedo puede ser paralizante y muy difícil de controlar y tu imaginación no tiene límites.Saludos
ResponderEliminarCon esa imagen has hecho un poema perfecto lleno de misterio.
ResponderEliminar¡Soberbia descripición! Y un final muy bueno que da un giro de 180 º... Insisto... ¡eres tan buen poeta como narrador!
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