Día claro de primavera,
luminoso, azul que todo lo
cubre y empapa
mientras en mis ojos habita
la congoja:
una niebla de hastío
producto de la contaminación
generalizada.
Miro al horizonte y la
mañana
está vestida de esperanza. Al
tiempo,
el noticiero contradice a la
naturaleza
como esos ojos encharcados
en lágrimas
del niño que añora la calle
desde los cristales del
ventanal de su encierro.
Debe haber salida,
necesitamos que la haya,
pero los medios reproducen
el belicismo dialéctico del
Congreso,
el maremágnum de las
encuestas
y parece que todas la
emergencias
están cerradas con llaves
de oscuros intereses
partidarios,
olvidados de aquellos a
quienes dicen servir,
mientras nado en un mar de
dudas.
Una sensación que compartimos muchos ciudadanos, sin saber qué hacer con la papeleta del voto, si acudir a la urna o hacernos un cucurucho para las cáscaras de las pipas.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Para cucurucho el mental que tienes todos ellos y nos lo quieren transferir. ¡Qué caos, Cayetano, qué caos!
EliminarUn abrazo.
Esperemos esa solución que deseamos muchos más de los que cuentan. Y que no sabemos qué hacer para alcanzarla.
ResponderEliminarAlguien debía decirlo.
Salud, Francisco.
Anna Babra
Anna Babra
Y mientras esperamos esa solución nos llevan de sobresalto en sobresalto, Anna.
EliminarUn abrazo.
Tantas noticias escuchamos , que te hacen bajar la moral...tiraremos de paciencia que es lo que nos toca.
ResponderEliminarBesos
Pero la paciencia se colma, Antonia, y ya no sabe uno cómo sacudirse de este espanto.
EliminarBesos.
Siento lo mismo que describes en tu poema, una situación que no nos deja vivir en paz y nos llena de pesadumbre sobre todo cuando nos damos cuenta que tiene difícil solución y mientras tanto esos que deberían de traernos paz y soluciones no hacen más que mirar por ellos mismos y el pueblo sólo les interesa para sacar votos nada más. Nunca imaginé que tendríamos que pasar por esto ¡¡NO NOS DEJAN TENER UNA JUBILACIÓN TRANQUILA Y NOS LA MERECEMOS!! Saludos
ResponderEliminarPor supuesto que la merecemos, Charo. También nos merecemos un panorama ilusionante para nuestros herederos y lo que vemos es un retroceso de gran calado y sin tomar las medidas adecuadas.
EliminarUn abrazo.
Francisco, estamos tan cansados que ya parece que esto nunca terminará. Y como llevan tanta prisa por vacunar pues se acumula todo. Mi padre aun sin vacuna con 89 años. Los enfermos crónicos tampoco sin vacuna. Sinceramente a veces me dan ganas de salir y hacer lo que hacen algunos jóvenes, salir a divertirme y a consumir y que sea lo que tenga que ser. El cansancio puede más que ser responsables y esto ya cansa.
ResponderEliminarAbrazos
Lo de las vacunas es un absoluto despropósito. A ello colabora también la codicia de la industria farmacéutica que quiere enriquecerse más a costa de la pandemia.
EliminarUn abrazo.
Poema lindíssimo. Gostei muito de ler.
ResponderEliminar.
Abraço poético.
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Pensamentos e Devaneios Poéticos
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Muchas gracias, Rykardo.
EliminarAbraço
Todos nadamos en ese mar de dudas y nos estorbamos unos a otros porque nadando en él hay demasiada gente.
ResponderEliminarY sin flotador que nos garantice la travesía, Tracy.
EliminarUn abrazo.
Nos dejas un dia azul de primavera con muchas perspectivas, Francisco...No nos queda más remedio que apagar la tele y salir a dar un paseo. La primavera no nos la deben arruinar como el año pasado, amigo.
ResponderEliminarMi abrazo admirado por tu paciencia y constancia.
A mi parecer, María Jesús, la mayor ruina es el desconcierto, la no unidad de acción, la lucha política como hegemonía de todo.
EliminarUn fuerte abrazo.
Asi andamos la mayoría ...... Saludos amigo Francisco. Salud0s
ResponderEliminarPues sí, Sandra, no es algo personal sino global.
EliminarUn abrazo.
La única duda que tengo es qué va a ser de nosotros cuando esto termine. La incertidumbre es a largo plazo y estos o los que vengan poco podrán hacer para disipar dudas de ninguna especie. Sólo nosotros podremos ver nuestra realidad, como quedaremos y como afrontaremos las consecuencias físicas, mentales y económicas que esto dejará. Buena salud amigos, extiendo el deseo a ti y a tu familia, a los amigos blogueros y porque no a los habitantes de este vapuleado universo
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