Fotografía de Escolástico Martín, "Tico" |
El mar, idilio apacible, asueto,
playa ocio y chiringuito,
cerveza y tinto de verano,
sol, acharolado bronce
ocupado en no hacer, disoluto.
La mar, la brega, la brea,
la fatiga húmeda, el salitre,
la pugna con las mareas y el viento,
el cansancio, la madrugada y el frío
que cala y quebranta hasta el tuétano.
Dos formas distintas de apreciar
un antagónico cruce de miradas:
la playa, las chanclas, la toalla,
la crema solar, el flotador, la hamaca;
la tenebrosa mar, negra e inmensa…
Las velas, los remos las redes,
los anzuelo y también las carnadas;
la estacha, el esfuerzo extremo,
levar ancla y volver al alba,
para esperar los frutos de una subasta.
Cara y cruz. Del mar procede todo: la vida, pero también la fatiga y los naufragios.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
La mar es placer y es fatiga, y si se enfurece o tiene vientos contrarios... Apaga y vámonos.
EliminarUn abrazo, Cayetano.
Me gusta dirigirme a ella en femenino, no se si es porque cuando se cabrea, se cabrea de verdad, conozco a varias que son así.
ResponderEliminarUn abrazo
La gente de la mar siempre lo hacen en femenino, pues es la madre fecunda; quienes disfrutan de la playa, en masculino.
EliminarUn abrazo.
Dos maneras de entender un mismo sentimiento pero con tan dispar trasfondo.
ResponderEliminarEl mar para lo bello el disfrute, la mar para aquellos que saben de su dureza y su sello apocalíptico.
Un abrazo.
Así es Jorge, ese es el matiz diferenciador.
EliminarUn abrazo.
El mar como placer y la mar como trabajo...Ahí están unidas en tu poema, exhibiendo sus rosas y sus espinas. Muy bueno, Francisco. El mar y la mar tienen tantas perspectivas, que es fuente de inspiración para todos.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo por tu destreza y capacidad de síntesis.
Como las monedas, María Jesús, su cara y su envés. Gracias por el valor que me concedes.
EliminarUn fuerte abrazo.
Que más dá decir el mar o la mar. Lo importante es gozar de su compañpía y la paz que transmite cuando te encuentras delante de él.
ResponderEliminarBesos
El género es lo de menos, Antonia, pero ciertamente algunos no van a disfrutar sino a sudar el sustento.
EliminarBesos.
Muy bueno el poema. La mar, el mar cada cual le saca su jugo. Unos lo trabajan para que otros coman. otros van a tomar el sol y lo disfrutan nadando y charlando. Otros comen y consumen en los chiringuitos que es tan necesario levantarlos para que no naufraguen. La mar tiene trabajo y ocio.
ResponderEliminarAbrazos
Así de diversos somos, Isa. Ante una misma naturaleza, como sucede en el campo o en el monte, unos van a hacer senderismo y otros a pastorear el ganado.
EliminarUn abrazo.
Ni te imaginas lo que me está llamando la mar pues a escepción de la crema solar que es un fastidio ponérsela y yo estoy obligada a hacerlo por tener la piel más delicada al ser pelirroja, el resto me fascina y va a hacer 3 años que no la veo.Saludos
ResponderEliminarAl paso que vamos, Charo, tampoco podremos este años disfrutar del mar. Hay que esperar.
EliminarUn abrazo.
La mar, el mar, es seductor e inspirador. Hermoso poema amigo Francisco. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Sandra, por tu comentario.
EliminarUn abrazo.
No me la nombres que me muero de ganas de verla y no podré. Tan cerca y tan lejos a la vez.
ResponderEliminar