TÚ TAMBIEN PUEDES HACERLO

Mis sufridos lectores han pasado toda la semana anterior viendo vídeos y conformándose con las imágenes y músicas elaboradas por terceros y no por mí. Preparo esta entrada el Domingo de Pascua; ante mí y ante todo aquel que así lo haya querido, ha pasado la Pasión de Cristo que no acabó en la muerte, sino que ha resucitado, que está vivo como lo estamos nosotros. Esto que hoy os presento es una invitación a la vida, a la vida en plenitud, a pesar de las carencias o dificultades por las que podamos estar atravesando, tanto económicas, como familiares, sociales, de salud, físicas...  No somos conscientes de nuestras capacidades, del potencial tan enorme que la vida nos pone en las manos.

Somos una máquina perfecta que aun en las dificultades podemos lograr ser capaces de crecernos y superarnos, basta con que creamos un poco más en nuestras potencialidades. Hasta que llegue la muerte, todo es vida y vida en abundancia, sólo tenemos que aprender a usarla y sacarle el máximo de provecho. Quienes contamos con el plus de la fe tenemos como una especie de depósito de reserva que nos da energía para ir más allá; pero todos, absolutamente todos, aunque no creamos en una vida trascendente, no debemos olvidar que es el esfuerzo el que nos lleva al triunfo y que podemos alcanzar cualquier meta que nos propongamos. No quiero extenderme, sino dejarte, lector, con unas imágenes que por sí solas, sin necesidad de explicación alguna, nos invitan a reflexionar en un doble sentido: cuán agradecidos tenemos que estar por ser tal cual somos, y cómo está en mí y en ti llegar a ser, con tesón y aprendizaje, cualquier cosa que nos propongamos. Disfruten de este vídeo: una lección de apenas 10 minutos.