02 abril 2013

TEMPLO DE DEBOD


Hoy me detengo en un leve ejercicio de memoria, pues si bien la vida es un incesante caminar hacia el mañana, de vez en cuando, como quien para a repostar, uno vuelve la vista atrás para contemplar el paisaje de lo vivido y no sepultado. Todavía no era la primavera de 1968 cuando llegué a Madrid y aquella gran urbe vino a ser como un fogonazo panorámico para este entonces joven pueblerino al que todo le parecía sobredimensionado. En la Complutense, los de mi edad corrían delante de los grises (policía), pero yo estaba uncido al trabajo y ni sabía ni entendía aquellas carreras ni que se cocía en el París simbólico y revolucionario. Venía de la doctrina del acatamiento, algo que no deja de ser contra natura de la persona que alcanza la mayoría de edad.

En mis momentos de asueto me recorría la ciudad con esa urgencia que tiene la juventud por familiarizarse con todo lo desconocido. El cine, el teatro y la lectura eran mi asidua compañía en la ciudad donde Dámaso Alonso describió con singular maestría poética su caminar entre un millón de muertos. Yo caminaba como un sonámbulo y no llegué a quedarme muerto, pero sí patidifuso cuando leí en la prensa que Egipto había regalado un templo y que, desmontado piedra a piedra y debidamente sus piezas etiquetadas, sería instalado en el viejo emplazamiento del desaparecido Cuartel de la Montaña.


No pasó mucho tiempo en que comenzaran las obras. En el mismo lugar donde 30 años antes no había quedado piedra sobre piedra de aquel viejo cuartel del no pasarán, ahora se reconstruía un templo egipcio de unos 2.200 años de antigüedad para salvarlo no de las aguas del olvido, sino de las aguas físicas de la presa de Asuán sobre el Nilo. La Unesco había hecho un llamamiento internacional mediante el que salvar el patrimonio egipcio que iba a ser sepultado por las aguas de la nueva presa y en recompensa de la ayuda española aquel cargamento de piedras como si de un puzle pétreo se tratara. Así que del lejano Egipto, vino el templo de Debod a estar en vecindad con el Parque del Oeste y la Rosaleda, el Paseo pintor Rosales y la mismísima Plaza de España, donde También Miguel de Cervantes está petrificado y sus hijos Don Quijote y Sancho en bronce esculpidos, a la vista del edificio entonces más alto, la Torre de Madrid: una singular mezcolanza que para nada pasa desapercibida.

51 comentarios:

  1. Madrid, ¡Claro que sí!

    ¡¿qué no encontrarás aquí?!, en esta metrópolis intercultural donde la diversidad puede llegar a ser tan fructífera que encontrar de repente, mientras paseas por uno de sus parques un templo egipcio milenario...es sólo una de las pequeñas cosas que te puede regalar Madrid.

    Hay quien se siente agobiado por esta gran ciudad. Pero yo les digo: "esto es porque tú, entraste en Madrid, pero Madrid, nunca entró en tí"...si. Creeme, la villa de Madrid, elige a sus ciudadanos. Si escuchas a alguien hablar en negativo de Madrid, es porque nuestra villa rechaza a ése intruso sin capacidad para amarla.

    Madrid nos acoge a todos y nos hospeda como una gran anfitriona, da igual nuestro credo o color piel. No importa a quien amamos ni a quien odiamos. Es como una madre deseosa de acoger a sus hijos en el regazo...aunque la mayoría de ellos, seamos hijos en adopción.

    Pero a veces, al igual que las vacas, las personas no son de donde nacen, sino de donde pacen...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un tercio de mi vida lo he pasado en Madrid; llegué soltero y allí formé mi familia, nacieron mis hijos y creí que ya no e movería de la capital; pero la vida da vueltas y llevo casi ese mismo tiempo en Sevilla. Allí conservo amigos, familia y grandes recuerdos; allí podría haber vivido toda mi vida con balance gozoso. Ahora hay muchas cosas que desconozco, pero llegué a estar muy familiarizado con una ciudad donde a los ciudadanos no se les pregunta su procedencia, donde todos, vengan de donde vengan, tienen igualdad de oportunidades. Ya lo he hecho en alguna otra ocasión y seguiré escribiendo sobre Madrid.

      Besos

      Eliminar
  2. Podríamos decir,que en Madrid habita el mundo,que se crea y recrea constantemente en esta ciudad...Y después,una vez conocida,sentida y amada,sólo nos queda decir...De Madrid al cielo...sonrío.

    El templo de Debod es feliz,sin duda,en Madrid

    Mi felicitación por tu variedad y calidad de posts.
    Mi abrazo grande y feliz noche,amigo.
    M.Jesús

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me halaga lo que me dices, Mª Jesús. No tengo un blog temático sino heterogéneo como la vida misma: a veces sal, otras azúcar, algunas picante...

      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  3. Acabo de llegar del Foro hace una hora y media o poco menos.

    Tú no descansas, eh? Todos los días nos regalas algo y nos sorprendes. Muchas gracias?

    Besos castizos!
    ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi descanso, Edurne, es este, mantenerme activo durante todo el tiempo que me sea dada capacidad para ello. Tú sabes mucho del Foro, al menos estás más al día que yo.

      Besos

      Eliminar
  4. Muchas gracias! Nada de preguntar!!!
    Jeje!
    Es lo que tiene escribir con el teclado del móvil, que los deditos invaden terrenos de todas las teclas!
    ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo tengo dedos porretas y tengo el mismo problema. Hoy me ha hecho ¡pluf! mi ordenador y necesito comprarme otro; de momento me apaño con el de mi mujer, pero hay cosas que se perderán.

      Besos

      Eliminar
  5. Hola, Francisco:

    Muy bien que hayan salvado el templo y que ese legado haya quedado en buenas manos, allá en Madrid, como testimonio de la cultura Egipcia.

    Cuenta la historia que en 1.933 mi pueblo natal fue destruido por un deslizamiento y reconstruido en otro lugar, la nueva iglesia se hizo con las mismas piedras de la derrumbada.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Se salvaron muchos templos; algunos quedaron allí mismo en Egipto y salieron cuatro: Nueva York, Holanda, Madrid... no recuerdo el cuarto, lo siento.

      Aquí hay algunos pequeños pueblos que quedaron sepultado por la creación de pantano. Este año es abundante en lluvia y los pantanos están desaguando, pero en tiempos de sequía se ha podido ver resto de esas poblaciones.

      Un abrazo

      Eliminar
  6. Interesante este relato que nos compartes, dicen que todos los dias se aprende algo nuevo, gracias por aumentar mis conocimientos con tus vivencias.
    Un abrazo fuerte y feliz semana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Este es un lugar de compartir; yo también recibo más de lo que doy y entre todos nos vamos alimentando. Gracias por llegar a mi casa.

      Un abrazo

      Eliminar
  7. No conocía la historia de este templo, pero me parece una idea genial no dejar que algo de tanto valor se perdiese. Siempre hay un lugar donde ubicar una construcción de estas características.
    Que tengas un buen día. Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es curioso el templo, pero todavía es más curiosa, desde mi punto de vista, la ubicación en pleno centro de Madrid, en confrontación con edificios modernos de la vecindad. Gracias, Mª Carmen.

      Quizás mis lectores no sepan que te quiero, pero creo que es momento de decirlo a los cuatro vientos. Queridos lectores, esta es la Mª Carmen que conocí junto a Fernando frente a un plato de torrijas. Un encanto de persona tan sevillana y esbelta como la Giralda.

      Besos

      Eliminar
  8. Hola hace años que no he vuelto a pasear por el Tamplo de Debod aunque paso muchas veces a su lado con el coche.
    Hiciste bien en recordar su historia.
    un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que además de compartir los sabores hay que compartir los recuerdos. Jajaja. Muchas gracias.

      Un abrazo

      Eliminar
  9. Que bello es recordar. Frecuento bastante el sitio y el entorno y de hecho tengo algun post dedicado a esta maravilla regalo de Egipto.
    Al atardecer parece que está en un Oasis y las vistas sobre Madrid son muy hermosas.
    Bss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto, el atardecer es un momento ideal. El sol poniéndose por la Casa de Campo y dando sus reflejos en el agua y la sombra del Hotel Plaza y la Torre de Madrid.

      Besos

      Eliminar
  10. Es cierto, se aúnan ahí etapas,seres y culturas en un cóctel aparentemente imposible y sin embargo real,tangible en su frialdad impersonal,pero que sin lugar a dudas evocan pasados históricos que nos golpean suavemente la memoria.
    Como todos los recuerdos,los de aquí adentro de cada cual al mirar esto o aquello e incluso a veces,muchas,sin ni siquiera "mirar"sólo posando la mirada dejando ir su profundidad...
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Siempre me pareció muy curiosa esa conjunción de historias tan distintas en el mismo lugar y tan distantes en el tiempo. No sé si buscaron borrar el recuerdo del viejo Cuartel de la Montaña, pero es un hecho que ahora es casi desconocido.

      Besos

      Eliminar
  11. La primera vez que lo vi pensé que era una broma de cartón piedra, como si estuvieran haciendo una película. Después me enteré que era el templo de Debod y que tenía más años que Matusalén. Todavía me sorprendo cuando lo veo. Lo del transporte de monumentos piedra sobre piedra es algo que lo hicieron mucho los de Estados Unidos. Este claustro de Palencia está en Nueva York

    Un abrazo Francisco

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un decorado de Samuel Bronston sacado de sus estudios madrileño. Pues ya ves que no es así, que son piedras auténticas y milenarias.

      En mi humilde opinión, los americanos tienen muchas cosas que criticar: arrasaron con los autóctonos y al no tener tradición más que de colonos de 200 años, son capaces de arramplar con los vestigios culturales de cualquier rincón de la tierra. Uno de los mejores fondos de las letras hispánicas la tienen ellos,Hispanic Society of America.

      Un abrazo

      Eliminar
  12. ¡¡Ozu Paco, que mayor eres!!, en esa primavera del 68 tenía 15 añitos, casi no había salido del cascarón y Madrid no sabía ni donde estaba, luego, vaya si lo aprendí. Nunca ha sido Madrid una ciudad que me guste, aunque hay que reconocer que entre museos, buenos bares, paseos y una cafetería con magnífico "café irlandés", no lo pasé mal del todo.

    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya sé, Emilio, aunque parezco más joven que tu, soy más viejo. Jajaja. A mí me encanta como ciudad. Es verdad que después de vivir en Sevilla y en el centro, no es fácil adaptarse a un ritmo más trepidante y exigente, pero lo pasé muy bien y lo sigo pasando muy bien cada vez que voy.

      Un abrazo

      Eliminar
  13. Y fue en ese año que mi padre dejaba en mi madre una semillita que resultaría ser yo...qué bonito los acontecimientos que ocurren en nombre del amor, el 68 con el pasado milenario ubicado entre Rosales, Quijotes,Sanchos y la mismísima plaza España, el 69 aterrizando en la luna....Pasado y Futuro, Presente.

    Precioso recuerdo Francisco
    Abrazo milenario
    Merche

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La primera foto mía en Madrid,como buen paleto, me la hicieron cuando te estabas gestando en la puerta del Retiro junto a la Puerta de Alcalá. Era uno de esos fotógrafos de bata y trípode que mandé de inmediato a mi novia al pueblo. ¡Cuantos paseos y lecturas en el Retiro! Algún día tendré que hablar de ello.

      Un beso, Merche.

      Eliminar
  14. Para muchos de los que nos consideramos "madrileños de adopción", éste sigue siendo un lugar de paseo, muy tranquilo y agradable. Debe ser porque el espíritu de los que pulularon por el templo andan por él sueltos y libres y nos contagian de esa paz antigua que poseen las piedras milenarias.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso es así, Cayetano. En Madrid no es fácil encontrar a un madrileño de tercera generación, que los hay, pero todos son del Foro. Me encantaba ir al cine a la Gran Vía a la sesión de noche, antes un café y el Informaciones; luego andando hasta Ventas.

      Un abrazo

      Eliminar
  15. Un lugar precioso que precisamente conocí a través de un blog.

    Un abrazo Francisco.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un día vamos a quedar en Madrid con María y Katy, así de paso nos invitan a comer y comprobamos la calidad y el servicio, ¿te parece? Jajaja.

      Un abrazo

      Eliminar
    2. Menuda cara:-) jajaja. Me encanta que os acordéis de mi aunque sea a través del un templo egipcio:-)

      Eliminar
    3. Nada de cara, Katy. Yo creo que nos lo merecemos, sino consulta con María.

      Un beso

      Eliminar
  16. Cuando se conmemoraban los 30 años del 68, una amiga un poco despistada me preguntó: ¿Que ocurrió ese año? Y yo le contesté: Todo. Muchas cosas importantes ocurrieron ese año, pero olvidaba lo del templo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Aquello fue un motor de cambio que es lo mismo que estamos necesitando ahora, no sé si también "la imaginación al poder". Pero sé que es urgente.

      Un abrazo

      Eliminar
  17. En el puente de Andalucía estuve en Madrid y visité el Parque del Oeste y, claro, el Templo de Debod. Impresiona el monumento al recuerdo donde estuvo el Cuartel de la Montaña durante la Guerra Civil. Un poco más adelante fue donde se produjo el levantamiento de los españoles contra los franceses en la Guerra de la Independencia, que inmortalizó Goya en "los fusilamientos del tres de mayo". Bonito recuerdo has tenido, Francisco. Abrazos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y justo en la ladera de esa colina es donde está la Ermita de San Antonio de la Florida, con unos impresionantes frescos de Goya. Gracias, Paco.

      Un abrazo

      Eliminar
  18. Llegué a Madrid más tarde, aún había carreras y grises, pero por poco tiempo, luego vino el viejo profesor y otros aires. También me sorprendió que en esa ciudad se levantara un templo egipcio.
    AHora regreso a madrid con cierta asiduidad, y rara es la ocasión que no aparezco por Rosales y contemplo el Templo de Debod, para proseguir con ese contraste maravilloso que sigue siendo esa ciudad-crisol.
    Muy buena tu entrada y tu blog!.
    Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Una confidencia, pero sólo para ti por tu llegada hoy a mi blog. Con ocasión de la muerte de D. Enrique Tierno, escribí un artículo con el que gané como premio un cheque regalo de El Corte Inglés: me compré una máquina de escribir eléctrica y una mini cadena; la primera creo que sigue en el trastero, la segunda feneció agotada.

      Bienvenido, José. Un abrazo.

      Eliminar
  19. ¿Sabes Francisco ? los que conocen, los que tienen la suerte de viajar dicen que BUENOS AIRES se parece mucho a MADRID o viceversa.
    Siguiendo atentamente tu texto hoy he viajado por ese MADRID hermoso que has pintado.
    Un abrazo gigante.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Qué cosa más linda me dices, María del Carmen! La ilusión de todo escritor es que su texto tome vida y tú acabas de otorgármela.

      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  20. Es una de mis muchas asignaturas pendientes.... cuando viaje a Madrid quiero ir a visitar este templo. Tiene mucha historia y Egipto... su cultura, me encanta. Un besote muy fuerte desde Cáceres primo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Maravilloso y bellísimo el Templo de Debod , lo he visitado cada vez que iba a Madrid y cada vez que iba descubría cosas nuevas . Madrid es una Ciudad de la cual estoy profundamente enamorada , allí me siento como en casa y disfruto muchísimo paseando por sus calles , visitando Museos , asistiendo a los Conciertos que puedo ...
      Tengo muy buenos recuerdos de Madrid y sobre todo porque allí vivía mi pareja ( murió hace dos años) y desde entonces no he querido volver , aún no tengo fuerzas para volver .
      Un abrazo

      Eliminar
    2. Prima querida, no dejes de verlo al atardecer, quizás sea su mejor momento.

      Besos

      Eliminar
    3. Yo amo a Madrid y 22 años después me despierto a veces soñando que estoy allí. Hace un par de años estuvimos varios días y fuimos recorriendo nuestro antiguo barrio, Aluche, saludando a los muchos que todavía nos conocían, tomando fotografías para mostrárselas a nuestros hijos... una delicia.

      Un fuerte abrazo, Charo.

      Eliminar
  21. Llegué a Madrid dos años antes, pero tarde muchos en saber apreciar la Gran Ciudad que es Madrid. Hoy valoro y disfruto cada paseo, hacerlo por el Templo de Debod y presenciar un atardecer es un espectáculo precioso.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo lo he disfrutado a tope. El gran hallazgo de Madrid para mí fue el teatro. De soltero viví por algún tiempo detrás del teatro Calderón y tenía todo a mano. Los domingos llevaba a mis hijos al teatro de la Villa, a las sesiones infantiles. Los teatros, el Retiro, la Casa de Campo, la calle de los Libreros, la Corrala en verano, los cines de Bilbao y Gran Vía, los de sesión continua y programa doble, el Campo del Gas, Las Ventas, el Atlético de Madrid... mis hijos siguen siendo colchoneros. En fin, que no me enrollo más.

      Un abrazo

      Eliminar
  22. Hola Francisco, muy buena la entrada.
    Conocí este templo hará como 10 años. Mi compañero y yo pasamos una tarde caminando y conociendo el lugar. Sinceramente se respira una paz inmensa, supongo que las personas que cayeron allí aun anda su espíritu libre haciendo a los que visitan el lugar, un día formidable.
    Un poco de historia nos viene bien. Graciassssssssss por este regalo.
    Saludos y besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, además de Madrid, también amo al Real de San Vicente, Talavera, Toledo... Gracias, Isa, por tu fidelidad.

      Besos

      Eliminar
  23. La primera vez que visité este templo, creo que tenía 17 años, me sorprendió gratamente. Hace unos años, durante un viaje a Egipto, nos recordaron en Abú Simbel que Egipto había regalado a España el templo de Debod en agradecimiento a su contribución en el traslado de esos templos. Personalmente, me encanta Madrid. Un abrazo desde mi mejana

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Precisamente Abú Simbel, si mal no recuerdo, es uno de los templos salvado de las aguas de los que se quedaron allí. Compartimos el gusto por Madrid.

      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  24. Andaaaaa, pues fíjate que yo soy de Madrid, y no he ido a visitarlo, que maaaaaaalllll, lo se, regáñame, tengo que ir a verlo, por cierto que yo hice una entrada de una de las leyendas de ese templo...

    Cuenta la leyenda, que desde que el templo fue trasladado a Madrid, por las noches aparece en sus alrededores un gato negro, que podría ser una representación del dios Amón.

    Para las personas supersticiosas, este gato, simboliza, la mala suerte. Cuidado y no te cruces con él.

    Un besazo.

    ResponderEliminar