Mi hijo Carlos vino con una
semana de vacaciones y hoy era el día de regreso. Si bien el viaje es el mismo,
el nuevo alejamiento viene a ser un nuevo desgarro que se acentúa por las
muchas horas de viaje. A las 6,30 de la mañana ya estaba subido en el tren camino
de Madrid y saldría de Santa Justa un cuarto de hora más tarde. No había
dormido mucho y seguramente aprovecharía a seguir durmiendo como la inmensa
mayoría de los viajeros en el tren de los bostezos. A la llegada a Madrid
transfer al aeropuerto, facturación, control de pasaportes, embarque y por los
aires camino de Domodedovo.
Ya en el aeropuerto moscovita me
puso un whatsapp advirtiéndome de la llegada y recogida de equipaje, lo que
implica el paso anterior por el control de inmigración. Se me ocurrió hacerle
una pregunta técnica y se ha pasado todo el tiempo del trayecto en tren
resolviendo mis dudas y describiéndome el paisaje. “Ya va quedando poca nieve y
los brotes verdes se abren paso como desperezándose del letargo invernal. El
bosque comienza a vestirse tímidamente de nuevo y ha desaparecido de la
panorámica el blanco brumoso del invierno. En unos días parecería que todo ha
dado la vuelta.”
A nosotros, más que una vuelta,
nos ha dado un vuelco el corazón cuando nos hemos despedido de él. Dice la
sabiduría popular que un embarazo —en
este caso de mi mujer y no mío— es una enfermedad de nueve meses y una
convalecencia de por vida. Pues eso, que sabemos que está bien, que va camino
de dos años los que lleva allí y que estamos contentos porque tiene trabajo y
todos esos otros pensamientos que nos vienen a los padres, además de la extraña
sensación de no haber aprovechado el tiempo adecuadamente, el corto espacio de
tiempo que ha compartido con nosotros, su hermano y sus sobrinos, los amigos y
la feria. No es tu espíritu de aventura, hijo, como dijo la señora ministra,
pero sea por la causa que sea, ¡qué lejos estamos!
Animo Francisco, solo piensa que esta bien y a ir descontando días para el próximo encuentro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Con eso ya cuento, Rafaela, pero así y todo, el momento de la partida se hace un poco duro.
EliminarUn abrazo.
Y podemos darle gracias a Dios por los muchos medios de comunicación instantánea que hay ahora, pues fíjate lo que eran antes esas separaciones con solo las cartas y el teléfono cuando era muy necesario y pidiendo la conferencia con anticipación.
ResponderEliminarEs cierto, los medios tecnológicos de hoy lo ponen todo mucho más fácil.
EliminarAbrazos.
Eso, animaos que la vida está muy achuchá y él tiene un trabajo, imagino que bueno, aunque esté tan lejos!
ResponderEliminarEs verdad que la preocupación por los hijos no termina nunca.
Un besote!
;)
Sólo los que están muy preparados tienen opción de estar en las circunstancias suyas, pero los padres no dejamos de ejercer.
EliminarBesos.
Hola Francisco, te comprendo bien, aunque mi hija no está a tantos kilómetros como el tuyo, la hecho mucho de menos, aún sabiendo que a poco más de dos horas nos podemos ver, pero quiera o no es un viaje y tienes que preparar la maleta y salir de casa unos días.
ResponderEliminarun abrazo y que no te sea muy penosa la espera de la vuelta de tu hijo.
Muchas gracias, Marinela; aunque la distancia sea más corta, la separación es lo dramático para uno.
EliminarUn abrazo.
Solo te digo animo amigo. Piena, esta lejos, si, pero trabajando y vivo.
ResponderEliminarHay quien no tiene trabajo, esta junto a los padres, pero sufriendo. y peor aun, hay quien no esta, asi pues, eres afortunado. España esta asi. e que facil hablar, tambien lo entiendo, pero quizas me des la razon. Animo
No quiero dar la sensación de llorera. No me quejo y hasta me siento orgulloso de él por su capacidad, por su preparación, porque no existen para él las fronteras, sólo en los momentos de separación siente uno una añoranza especial.
EliminarBesos.
Hola Fransisco, un texto muy sentido, melancolico y nostalgico por la partida, pero que se le va a hacer, los hijos crecen y cada cual coge su camino. Ánimo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Yo mismo viví siempre fuera del domicilio materno, pero una cosa es hacerlo y otra sentirlo como padre. Imagino lo que sufrirían mis padres recordando a sus hijos alejados...
EliminarBesos.
Gracias a Dios con la nueva tecnología todo se acerca, dejar volar a los hijos es muy difícil pero necesario, como dice una cancionsita de por aquí, El que se queda, se queda llorando y el que se va, se va suspirando. Alégrate porque haz cumplido con tu misión. Un abrazo para ustedes.
ResponderEliminarY así nos pasamos la vida, entre lágrimas y suspiros. ¡Qué le vamos a hacer!
EliminarBesos.
se entiende, al igual que tu mi familia esta lejos de donde vivió, me refiero a padres y hermanos, y por mi trabajo debo estar siempre en constante cambio por la faenas...
ResponderEliminarlo bueno, que tiene trabajo, ya que estoy al tanto de la situación de España, y trasladando la situación a Chile déjame decirte que si el cobre sigue bajando lo más probable que vamos para allá, por mi parte ya estoy tomando algunos resguardos...
saludos!
Yo también perseguí el trabajo y lo entiendo. Ojalá tengas suerte y todo se recomponga para bien.
EliminarUn abrazo.
Son un trocito de corazón, cada uno son un trozo diferente y la separación nunca se lleva bien, por muy razonable que sea nuestra explicación.
ResponderEliminarUN BESO
Se me da mejor razonarlo que vivir cada día con sus consecuencias.
EliminarBesos.
Qué te puedo decir, si tú lo has dicho todo, sólo a daros un abrazo.
ResponderEliminarGracias por ese abrazo sincero, Charo.
EliminarBesos.
Como te comprendo, se lo que duele ver alejarse un ser tan querido, pero mirémoslo por el lado bueno, si ellos son felices con eso es con lo que nos tenemos que quedar y luego a esperar para poder darles el siguiente abrazo.
ResponderEliminarPor supuesto que sí, que tienes razón y es lo que acabamos haciendo.
EliminarAbrazos.
Desgraciadamente, nuestro hijos (no es mi caso), pero si el de mis sobrinos y no se que pasará con mis nietos, tienen poco futuro en este país, debemos de acostumbrarnos a que está fuera y de que sus esfuerzos y el gasto que supone no se queda aquí si no que vuela al exterior.
ResponderEliminarUn abrazo y no pienses en desgarros, las tecnologías hacen que las distancias no existan, seguro que tu ves y hablas todos los días con tu familia moscovita.
De repente se nos ha caído aquella rimbombante sociedad del bienestar y resulta que el futuro está fuera del alcance, detrás de nuestras fronteras.
EliminarUn abrazo.
Ya sabes que los hijos son para toda la vida. Así que es normal sufrir y alegrarse por ellos. Piensa que al menos tiene trabajo y que los medios de transporte actuales permiten que os veáis de vez en cuando. En otros tiempos eso era imposible.
ResponderEliminarUn saludo.
Así es, Cayetano, todo ha cambiado tanto que ya nada es igual, salvo el sentimiento de familia.
EliminarUn abrazo.
No es fácil la vida de emigrante ni para el emigrante ni para los seres queridos que se quedan en el hogar. No son fáciles las despedidas ni determinadas nostalgias.
ResponderEliminarUn abrazo Francisco.
La verdad daría algo por que mi hijo Carlos estuviera siempre cercano a mí, pero comprendo que cada uno tiene que construir su vida.
EliminarUn abrazo.
Un saludo cariñoso Francisco para ti y para tu hijo Carlos. El tiempo pasa volando, así que cuando pronto vuelva a verte y a ver a su madre, cuéntale que en Gran Canaria hay alguien que también le recuerda. Ángel
ResponderEliminarGracias, Ángel, qué bien me han sonado tus palabras.
EliminarUn fuerte abrazo.
Por muchos motivos buenos que encontréis en la lejanía de vuestro hijo.... siempre la distancia es difícil de justificar, el dolor de la partida y la ausencia de los primeros días se nota y mucho, luego parece que nos acostumbramos. Un beso muy cálida primo.
ResponderEliminarUno no llega a acostumbrarse nunca, prima, pero aprende a hacer de tripas corazón.
EliminarBesos.
Toda una convalencia eterna, tú lo has dicho Francisco. Está él bien, tiene su trabajo, se gana su vida, probablemente tendrá sus amigos, pero que lejos tiene la familia, el calor de los suyos, de su lumbre auténtica. Afortunademente, hoy ya Whatsaps (no se si se escribe asi), skype, videoconferencias, emails, sms y eso nos acerca más. Abrazos solidarios en la nostalgia.
ResponderEliminarEs verdad, Paco, las tecnologías hacen las cosas más fáciles.
EliminarUn abrazo.
Ignoraba esa frase describiendo el embarazo,que para mí,por dos veces,resultó ser para nada una enfermedad y tras ello una convalecencia de por vida,si no dos descubrimientos,algo así como vivir en universos paralelos a mí misma; sabiéndome persona y habitáculo de otra por venir.
ResponderEliminarAunque es cierto que del puro amor que brota tan solo de saberlos y aún antes de verlos,duele seguirles los pasos sabiendo que son tuyos a la vez que ajenos ya de por vida.
Me he emocionado mucho leyéndote,porque os entiendo,siento vuestra desazón,vuestro consolaros intentando extraer lo positivo de la lejanía dolorosa.
Y es que estas cosas,sólo pueden entenderse los que somos padres,¿verdad?
Muchos besos para ti y tu mujer.
Hola Francisco! una separación es siempre dura , sea de unos padres, de unos hijos, de tu pareja... pero el tiempo se pasa volando y ya mismo volverá , ya lo verás . No creo que los jóvenes de nuestro País se vayan tan lejos por " espíritu de aventura" como dijo esa Ministra . Me gustaría animaros pero no se como hacerlo , Francisco , lo confieso . Piensa que allí tiene trabajo , que le gusta lo que hace y que es joven , cuando se tiene más edad es más difícil los cambios de un lugar a otro aunque sea a dos horas de tu pueblo .Lo ha pasado muy bien y habéis disfrutado mucho estos días tanto vosotros como él , piensa en eso , creo que puede ayudar.
Eliminar¡ Animo , amigo ! Un abrazo
Las emociones, Marinel, son lo más noble que sale de nosotros mismsos. Gracias por contármelo.
EliminarBesos.
Eso de espíritu aventurero es una de esas licencias que los políticos se permiten para subvertir el lenguaje. Una vez fuera de casa todo es distancia, pero ante un imprevisto se tarde mucho menos a ciertos lugares que a otros, Charo.
EliminarBesos
La ventaja que tenemos en estos tiempos de tanta tecnologia es que estamos continuamente en comunicación con los seres queridos que están lejos y eso hace más liviana y llevadera la ausencia.
ResponderEliminarY el consuelo de pensar que tienen trabajo, es esperanzador.
En nada lo volveis a tener con vosotros.
Un beso
Es verdad, Nerim, pero sin visita sorpresa, sin comida semanal...
EliminarBesos.
Francisco...Todos los días vuelo a Alemania y a Australia,trato de multiplicarme,es la única forma de sentirme entera...Benditas sean las tecnologías,que nos los traen a casa por unos momentos y casi podemos abrazarlos...Lo mejor de todo es que el mundo dejó de ser extraño y se hizo entrañable y cercano...Gracias a mi contacto con todos vosotros he podido superar la marcha de mis hijos.
ResponderEliminarMi gratitud por compartir tus sentimientos y mi abrazo inmenso por tu cercanía,amigo.
M.Jesús
Tú sabes bastante de lo que hablo; menor distancia, pero distancia, separación, añoranza.
EliminarBesos.
Querido Francisco : ¡si supieras cuánto te entiendo !. El desgarrón de la separación de los hijos no se compara a ningún otro dolor.
ResponderEliminar"Tus hijos no son tus hijos
son hijos dela vida " K Gibran.
No me alcanzan esas palabras, Sí con la cabeza pero con el corazón JAMAS.
Te mando un puñado de besos de luz y aceptación.
A mí tampoco me alcanza, María del Carmen. Cumplí los 16 fuera de la casa de mis padres, pero todavía a dos horas a pie; luego fueron cientos de kilómetros y para siempre... Sé de lo que hablo y lo comprendo, pero me duele.
EliminarBesos numerosos.
Me alegro de que la feria la hayas podido pasar en compañía de tu hijo, la alegría de la feria se ha multiplicado por mil, en tu caso.
ResponderEliminarNo sabes como deseo que cambie la situación del país y encuentren trabajo tantos jóvenes como hay , con una extraordinaria preparación....y como no!...que puedan regresar tantos jóvenes que se han visto obligado a salir fuera de nuestro país.
Un abrazo amigo
http://ventanadefoto.blogspot.com.es/
Pues sí, lamento repetirme en cada uno de los comentarios, pero no quiero dejar sin respuesta vuestra amabilidad. Este hijo mío está bien y lejos; el otro está cerca y en precario... Me pregunto: ¿adónde nos lleva esta vida?
EliminarEsta tarde estuve viendo una película, "El disputado voto del señor Cayo". Son las primeras elecciones democráticas y unos candidatos se presentan en un pueblo de un único habitante disputándose el voto y ofreciéndole un mundo peor del que él disfrutaba. Hace unos instantes ha llamado una amiga a mi mujer y le ha dicho que han echado a su yerno del trabajo (el drama de cada día) y tienen hipoteca, hijos...
No me quejo de mi situación presente, pero Virgencita déjame como estoy.
Besos.
Ay Francisco …y yo que llevo 20 años en exilio voluntario (x gobiernos corruptos) imagínate como me he sentido…como una hojita flotando en el viento, totalmente desraizada y luego, ahora es peor, me he quedado casi desnuda…mis hijas ya volaron de nuestro nido…la soledad es asfixiante y me prendo a este nido virtual para no desfallecer. TE COMPRENDO MUY BIEN.
ResponderEliminarCariño de siempre.
Buen día.
Yo también te comprendo, Ceciely, y me da mucha pena de lo que nos está sucediendo a unos y a otros.
EliminarDicen que había un pobre pidiendo insistentemente a Cristo en una iglesia dos euros para un bocadillo; cerca de él, otro pedía ayuda al Señor con mucho afán. El pobre le estaba molestando tanto al segundo, que se sacó un billete de cinco del bolsillo y le dijo: "toma, vete y no me lo entretengas".
Pues eso, querida amiga, que cada uno cuenta su feria. Besos.
El tiempo pasa rápido, aunque parezca lo contrario, y pronto volverá a estar con vosotros de nuevo. Yo también sé cómo es esa espera, ya que estamos a caballo entre Cáceres y Tudela. Un abrazo desde mi mejana
ResponderEliminarY hasta es posible que ni te pidan visado para cruzar el Guadiana.
EliminarUn fuerte abrazo.
Tengo a mis dos hijos a mi lado todos los días, pero te entiendo como si los tuviese tan lejos como tú. No sé, es como si sintiese antes de tiempo lo que he de sentir inevitablemente, tarde más o tarde menos.
ResponderEliminarUn abrazo Francisco.
Gracias por tu comprensión, Elena. Ojalá no te toque nunca.
EliminarBesos.
Se debe de pasar mal. Yo todavía no soy madre, pero para mi la separación de una persona muy cercana a mí me afecta, no se como llevaría la lejania de un hijo. Hay que aprovechar esos momentos en los que vuelve y la familia esta junta. Mucho ánimo. Besos.
ResponderEliminarNadie tan cercano como un hijo, educadora con arte, sobre todo para una madre. Tan cercano que sale de sus entrañas para no irse nunca jamás. Gracias por tus ánimos.
EliminarBesos
Hola Francisco, ya me gustaría que todos estos políticos que tenemos tuviesen ese espíritu aventurero y se marchasen todos ellos a vivirlo, y no nuestros jóvenes para buscarse la vida, me imagino el dolor que debéis sentir al tenerlo tan lejos y mas después de haberlo tenido entre vosotros unos días, se que no es consuelo ninguno pero hoy en día con toda la tecnología que tenemos las distancias se acortan un poquito, espero que pronto lo podáis tener de nuevo con vosotros, animo amigo para ti y también pata tu mujer:)
ResponderEliminarEstas mejor Francisco?, espero que si y poco a poco todo este en su sitio, venga cuídate mucho amigo:)
Besos.
La utopía es la que nos salva, y eso que propones es totalmente utópico, pero si nos pusiéramos todos a soñar en ello, tal vez no lograríamos que se fueran, pero al menos que no vuelvan a ocupar escaño alguno.
EliminarEstoy mejor, muchas gracias, Piruja mía. Besos.
Me imagino lo que sientes, tengo a mis hijos cerca pero cuando estudiaban estaban fuera de casa, aunque no tan lejos como el tuyo, lo pasé muy mal, la distancia con los hijos es muy dolorosa y más cuando nos separan tantos kilometros.
ResponderEliminarGracías por tus felicitaciones a mi poesía, no las merece, se ve que me lees con ojos de amigo.
Besos, hasta pronto querido amigo
Me alegra tu comprensión con quienes pasamos por similares circunstancias. Si te felicito es porque así lo he sentido: o digo o me callo, no miento.
EliminarBesos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHOLA QUERIDO AMIGO
ResponderEliminarGRACIAS POR VENIR A LA HORA DEL TÉ, ERES BIENVENIDO A COMPARTIR TODO LO QUE YO HUMILDEMENTE PUEDO MOSTRAR, LO QUE ME GUSTA HACER Y DEJARLES PARA QUE SE LLEVEN ALGO DE MÍ... UNA HUELLA... ALGO... COMO DICE EL POEMA.
BESOS
PD ANIMO FRANCISCO, SÉ LO DURO QUE DEBE SER ALEJARSE DE LOS HIJOS. MI MAMA ERA MUY SOBREPROTECTORA Y SUFRÍA MUCHO CUANDO ME ALEJABA, NI IMAGINAR QUE ME FUERA ASÍ TAN LEJOS.
Muchas gracias, Luján, por tu ofrecimiento semanal y por esa comprensión que muestras con quienes pasamos por esta circunstancia.
EliminarBesos.
Menos mal que hoy la tecnología acorta mucho las distancias, no obstante las ausencias siempre pesan en el alma.
ResponderEliminarYo estaría dispuesta a pasar esas penas con tal de tener un hijo al que sentirme unida afectivamente, aunque fuera en la distancia y con encuentros espaciados. El sentido de pertenencia a una familia supone una fuerza extraordinaria y da mucho sentido a la vida. ¡Alégrate de tener con quien compartirla! En familia, las penas se dividen y las alegrías se multiplican.
Las ausencias temporales tienen también la contrapartida de la ilusión y el goce de los encuentros.
Un fuerte abrazo
"Dicen de un pobre que un día..." No tengo derecho a quejarme de nada, Chela. La vida me ha sonreído y me sonríe, pero nos deja algunos malos tragos. Gracias, enormes gracias por ti comentario.
EliminarBesos.
Cada despedida hace que el corazón se nos encoja un poquitín... Pero piensa que en unos cuantos meses, lo tendrás de nuevo en casa, las cosas que podréis volver a compartir y, sobre todo, los abrazos y besos que le volverás a dar.
ResponderEliminarEn estos tiempos sólo falta poder abrazar por internet, todo lo demás lo tenemos y, gracias a estas tecnologías (llámese watsap, facebook, blogs, skype o lo que seguro inventarán mañana...) todo se nos hace más llevadero.
Mil besos
¿Dónde estás, corazón, que te echo de menos? Sé que duermes mejor y eso me hace feliz. Muchas gracias por tu comentario, Mª Carmen.
EliminarBesos.
Hola Francisco, no hay consuelo para esa tristeza de la despedida.
ResponderEliminarLo más importante es que esté bien y que vuelva con su familia lo más pronto que pueda para poder reuniros de nuevo. La foto preciosaaaaaaaaa
Saludos y besos
Hoy he hablado con él y está muy bien, a Dios gracias. Te cuento algo que creo no haber dicho hasta ahora:
EliminarLa idea de escribir esto me vino porque ese mismo viaje lo hicimos nosotros en tren de Moscú al aeropuerto, trayecto del que luego hice una crónica en el tiempo de espera en el aeropuerto y publiqué en el blog. Como iba comentándome lo que iba viendo, me contó e imaginé la diferencia entre la salida de verano y la entrada en la primavera. Luego ha salido lo que ha salido.
Gracias, guapa. Besos.
Francisco hay tannntos jóvenes hoy en día alejados de sus padres porque tienen que emigrar en busca de empleo a otros países ya que aquí no hay futuro, y aunque mi hija la tengo en casa porque es una adolescente todavía, mis sobrinos sí que se han tenido que ir muy lejos también porque fuera han encontrado trabajo, pero es su vida, y lo que no pueden hacer es quedarse aquí "sin vida".
ResponderEliminarY la suerte es que hoy en día con la tecnología se les puede tener también cerquita y poder disfrutar de ellos aunque estén en la distancia.
Un beso.
Es más fácil comprender al otro cuando cuando se pasa por similares vivencias. Eso es todo lo que se me ocurre después de lo mucho que ya he dicho sobre este asunto.
ResponderEliminarQuiero decirte algo, María, he descubierto en ti a una persona que va mucho más allá de esa producción poética, a la María que no solo vibra con los roces amorosos, como todos, sino a esa otra María que late con los latidos ajenos. Me gustas, María.
Mis mejores deseos para ti. Besos.
Debe ser duro .. a la vez que estás contento porque sabes que está bien .. pero uf..
ResponderEliminarDos abrazos inmensos para Pepita y para ti con todo mi cariño
Ya sabes, Aris, siempre me resulta más tierno el de Pepita que el mío. Lo bueno mío quiero que sea para ella.
EliminarBesos.