Una mala pisada en la acera me ha
llevado a recordar aquella vieja y tal vez primera lección de física que habla
del equilibrio de los cuerpos. Por fortuna no llegué a caer, y como soy de los
que piensan que nada es por azar o visto de otra forma, todo es aprovechable;
hoy me propongo hacer memoria de aquel primer curso de bachillerato, a mis 10 tiernos
añitos, donde me explicaron que el equilibrio de un cuerpo es el encuentro de
diversas fuerzas que se compensan destruyéndose o anulándose mutuamente.
Digamos que socialmente el equilibrio estable es una meta, una
ilusión, pero que como todo cuerpo en movimiento, esa estabilidad vuelve a ser
la resultante de otro equilibrio más complejo que el del reposo; por tanto, más
que una realidad es una entelequia, una aspiración que se consigue mediante ese
ponderación de fuerzas que últimamente hemos perdido y nos lleva tan de cabeza.
El segundo de los casos de
aquella lección básica hablaba del equilibrio
inestable. Yo entiendo por tal ese cierto pendular que le lleva a uno hacia
arriba y hacia abajo y que socialmente está decantando a la sociedad hacia los
dos extremos: los poderosos lo son cada vez más y los que se mantenían en el
fiel de la balanza de la clase media están defenestrándose hacia el pozo de la precariedad
y la exclusión social sin remisión.
Por último me referiré al equilibrio indiferente, que no es otro
que aquel por quien nadie se preocupa si comió, si bebió o si tiene dónde
reclinar la cabeza para descansar. 6.200.700 personal en busca de un trabajo
que no encuentran, con nombres y apellidos; 1.800.000 familias sin ningún tipo
de ingresos por tener a todos sus miembros en paro y haber agotado las ayudas programadas;
mientras, los congresistas preocupados por cumplir los mandatos de la Unión Europea
y el cumplimiento del déficit, se ratifican en lo bien que lo hacen y el logro
de otros dos años para alcanzar la meta del equilibrio presupuestario. ¿Ha hecho
alguien cálculos cuántas criaturas se defenestrarán en tanto la macroeconomía se
recupera y se sigue pensando cómo y cuándo proyectar esos beneficios declarados
en este primer trimestre por la banca española, de forma que puedan convertirse
en puestos de trabajo?
Yo estuve a punto de perder el
equilibrio, pero quien realmente está desequilibrado es ese potencial humano
que está cayendo día a día por debajo del umbral de la pobreza. El señor
presidente no explica nada, pero hay acólitos que son capaces de explicar lo inexplicable
y dar razón de la sinrazón en el equilibrio
estable de su escaño.
Cuanta razón tienes.
ResponderEliminarAbrazo.
Muchas gracias, Marinela.
EliminarBesos.
Amén!
ResponderEliminarNo lo podías haber dicho mejor!
Y además tan gráfico y ejemplificado...
Mis vértigos y mareos, también vendrán de ahí...?
Besos y aplausos!
;)
Gracias, Edurne. Tus vértigos deben ser de estirar el cuello tratando de ver el Foro desde el Txoko.
EliminarBesos.
El equilibrio podemos y debemos encontrarlo en nuestro interior. No esperemos que los innombrables(es que ya no quiero ni nombrarlos) nos lo acerquen. Ellos están desequilibrados con el resto del pueblo y no desean jamás estar en nuestro nivel. Si algún día alguien descubriera una fuerza estabilizadora de personas y clases sociales y sentimientos... estaríamos en el paraíso. No hablo mucho de política pero la situación que estamos padeciendo es extrema ya en algunos casos.
ResponderEliminarBesos, Francisco y esperemos que todo retorne a su equilibrio natural.
Tienes razón, en nosotros, pero siempre que no nos pongan la zancadilla.
EliminarBesos.
Una buena diferenciación de los equilibrios. Creo que hoy todo es inestable y la mayoría andamos haciendo funambulismo, sobre la cuerda floja y podemos caer en cualquier momento en tantos precipicios.
ResponderEliminarCaer ya no depende solo de nosotros sino de ese nuevo orden mundial que se nos avecina y contempla como nos devoramos unos a otros.
Bss y feliz semana
Yo he empezado a ensayar sobre una raya pintada en el suelo, así la caída es más liviana.
EliminarBesos.
O lo que es lo mismo, para ser político hay que ser un desequilibrado.
ResponderEliminarUn abrazo Fco.
Tal vez lo he sugerido, pero tú lo has dicho.
EliminarBesos.
Alguién dijo alguna vez eso de ¿Para qué demonios sirve el equilibrio?? Yo opino que estuvieron a punto de desequilibrarte en ese curso, Francisco, jajaja. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarPues no creo, Paco, para mí fue el comienzo del equilibrio personal: estaba por primera vez fuera del hogar y tenía que asumir, más o menos, mis propias riendas.
EliminarUn fuerte abrazo.
Te estás aproximando a los grandes hombres, te recuerdo los desequilibrios del Rey, de Fidel Castro o del nuevo Papa, el desequilibrio está de moda.
ResponderEliminarUn abrazo
Hay cosas sobre las que uno no puede hacer nada, van más allá de lo posible. Mientras tanto tratemos de imponerle equilibrio a nuestro interior.
Eliminar¡BUEN INICIO DE SEMANA !!
Besos equilibrados :)
Hay cosas, Emilio, en las que no me gustaría parecerme; tan sólo me agradaría ser tan sencillo como el Papa Francisco pide a los católicos que seamos y de lo que está dando muestras.
EliminarEn verdad, la caída no se ha producido, sólo es un recurso retórico para dar pie a hablar del equilibrio.
Un abrazo.
¡Hola, María del Carmen!
EliminarTú debes "Añadir un comentario", el que "Responde" es el titular del blog, así te sale diferenciado y no enlazado al de la persona que te precede.
Es cierta la importancia de nuestro equilibrio, pero si nos andan empujando no es fácil mantenerlo.
Besos equilibrados.
Menos mal que no te pasó nada.
ResponderEliminarEspero que estando a tu lado se me contagie un poco del equilibrio que tú transmitas. Un abrazo
Tienes que ser más disimulada, Chelo, que se te nota mucho el cariño.
EliminarBesos.
Precario el equilibrio que tenemos que mantener muchos.
ResponderEliminarUn saludo.
Ayer me ha dicho una amiga, secretaria en un instituto durante 22 años, ha sido despedida. No era funcionaria, y así el resto de sus compañeros. ¡Menudo tijeretazo! ¿Quién puede asir guardar el equilibrio?
EliminarUn abrazo
Francisco,también yo tropecé caminando...Pero,yo caí, de momento no me hice daño...Ahora trato de recuperar el líquido sinovial de la articulación...Nos dejas una acertada síntesis del equilibrio social,que conlleva muchos otros problemas y circunstancias personales...Realmente es difícil lograr un equilibrio interior si la crisis económica afecta a la familia...Cuando profundizamos en tantas y tantas personas,que sufren en estos momentos,nos damos cuenta,que la vida nos está llamando a gritos para salir a la calle y ayudarlos y emprender el reto de seguir tropezando,aunque caigamos...Pero,entre todos conseguiremos levantarnos...!!
ResponderEliminarMi gratitud por tus buenos posts.
Mi abrazo inmenso y feliz semana,Francisco.
M.Jesús
Lamento, María Jesús ese pequeño percance y espero te recuperes de inmediato de sus efectos. El agradecido soy yo por la lectura atenta que de mí haces. Sin lectores, nada de esto habría.
EliminarBesos.
Ya me notaba yo poco equilibrio también últimamente. Y claro, al parecer no soy yo, sino que todo está desequilibrado, y nosotros bastante tenemos con no caernos. Cuidado con esas malas pisadas, monsieur. Ya tenemos bastante con las que dan los políticos.
ResponderEliminarFeliz comienzo de semana
Bisous
Ellos, Madame, no dan pisadas, sino pisotones. No preocuparos, vos sois el símbolo de la estabilidad, Dame de la historia bien contada.
EliminarBisous.
Vivimos un momento tan surrealista que da miedo.
ResponderEliminarMenos mal que tu equilibrio, o la falta de él, no llegó a mayores.
Besos, desequilibrados también a veces.
Desde mi inestabilidad física y firmeza conceptual, mi agradecimiento, Añil.
EliminarBesos.
Ainsss Francisco, mirá que pensé que lio de entrada con tanto equilibrio jejeje, pero si, quien esta desequilibrado, es el país, que muere de hambre. Un besazo.
ResponderEliminarPues los del puente de mando insisten en decirnos que va bien, que este es el rumbo.
EliminarBesos.
Querido y admirado amigo andamos por una cuerda floja sin tener ni idea de funambulistas y además sin red bajo nuestros pies . Miles de besinos de esta amiga que te desea con inmenso cariño feliz inicio de semana.
ResponderEliminarSiempre me alegra la tarde mi asturianina muchas gracias. Que sí, que esto es un circo.
EliminarBesinos.
No se puede expresar mejor la situación en las que nuestro País está envuelta y me pregunto ... bueno, ¡ me pregunto tantas cosas que nadie responde ! es triste, muy triste que cada día nos levantemos con la cifra del paro aumentando , el nº de desahucios aumentando , el nº de personas que no tienen nada aumentando ...mientras otras personas tienen no se cuantos guardaespaldas , no se cuantos cargos de confianza, no se cuantas pagas , no se cuantas casas
ResponderEliminar... esto no es equilibrio , es desequilibrio total y absoluto .
Alaaaa y tu diciéndome que tenga cuidadoooo y das una mala pisada en la acera ¡ ya te valeeeee Francisco! jaajajaja.
Un abrazo
Creo que no has entendido nada, Charo: tenemos que estar contentos y agradecidos porque cada privilegiado que emplea para sí varios guardaespaldas está dando varios puestos de trabajo, que a su vez cobran y consumen; los cargos de confianza son a su vez empleadores medios que precisan sirvientas, jardinero, entrenador personal... más puestos de trabajo. ¡No entiendes nada y encima te ríes de mí!
EliminarBesos.
Cuidadin, cuidadin... que no estamos para caídas. Un abrazo desde mi mejana
ResponderEliminarHola Francisco, menos mal que solo diste un traspiés y pudiste equilibrar tu cuerpo para que no fuera a tierra.
ResponderEliminarMuy buena la foto. Si señor eso es estar en plena forma mental y física.
Qué pena que el gobierno no saque por arte de magia una barita mágica y equilibre todo lo desequilibrado en España y a los españoles.
Saludos y beos