12 junio 2011

SOMBRA

Es una prolongación de mí. Un tanto desvaída, sí, como si no le llegara la sangre al cuerpo o tuviera pesadumbres de plomo que le incapacitara, lo que conlleva esa pesadez como de arrastrarse continuamente por los suelos o subirse por las paredes, una gravidez inútil. Me sigue a todos lados como alma en pena; a veces se escora por la derecha, otras se estira hasta descoyuntarse por la izquierda en un escorzo poco menos que imposible; se empequeñece, se agiganta; en ocasiones se esconde bajo mis pies, pero sólo cuando la verticalidad lumínica la hiere en la médula.


He dicho antes inútil, pero es posible que haya sido injusto con ella. En ese seguimiento que nunca llega a ser acoso, a pesar de su pertinaz insistencia, me permite no estar nunca solo. Cuando camino acompañado, sin alejarse nunca de mis pies, lo hace en silencio sin interrumpir ni mediar, ni siquiera hacerse perceptible; en cambio, cuando estoy solo es la réplica callada que me ofrece su diálogo nunca vociferante ni crispado. Imita cada uno de mis gestos, si bien con cierta parsimonia, y más que contradecirme me hace entrar en discusión conmigo mismo, posibilitando que aprecie los perfiles que sin su ayuda no me molestaría en distinguir o me pasarían desapercibidos.

Le basta un poco de luz para hacerse presente. Únicamente se ausenta cuando más la necesito, cuando estoy totalmente a oscuras y la soledad se agiganta como aspas amenazantes del molino que intimida con sus brazos gigantes. En la oscuridad, esa proyección gaseosa de la que vengo hablando, gris, apagada, apaisada o vertical, grave y pesada, siempre alerta, a la par que dúctil con el suelo y sus accidentes, simplemente no está, se ha esfumado. Entonces siento la orfandad de mi mismo, el envés vacío de mi ser y mi existir, en el preciso momento que más la necesito. 

14 comentarios:

  1. "Maldita sea mi sombra..."
    Casi que me viene al pelo a mí!

    Bueno, perdona amigo Paco por mi ausencia de esta semana, hemos estado con mi padre ingresado muy mal a cuenta de una pancreatitis aguda toda la semana.

    La vida es así, y la mala sombra, también existe!

    Que el domingo termine bieny la semana comience mejor!

    Ah, y respecto a Ojén,he pasado por allí varias veces, aunque no he estado dentro (asignatura pendiente9 pues tengo una amiga que vive en Alhaurín el Grande y cada dos años me paseo por tierras malagueñas... La próxima!

    Un abrazote!
    ;)

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  2. Francisco:
    Una cosita, mira que aparece como que has actualizado el blog con una entrada titulada "RECENA", pero... en el blog, al pinchar, no aparece!
    Para que estés al tanto, nadamás!

    Un abrazo dominical.
    ;)

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  3. Y a veces se multiplica por cuatro, y vayas donde vayas no tienes escapatoria, te la encuentras de bruces.
    Me ha encantado tu post de hoy Francisco.
    Un beso.

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  4. Monsieur, lo que está claro es que usted no tiene ni tendrá nunca "mala sombra".

    A mí tampoco me aparece la entrada titulada "Recena". No sé si la ha retirado usted mismo o si se trata de un problema de blogger.

    Feliz domingo

    Bisous

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  5. La sombra no te acompaña cuando estás solo y en la oscuridad porque es entonces cuando la luz de tu alma es tu mejor compañía para meditar.
    Un beso.

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  6. ¡Qué mala sombra! Siempre acechante, detrás de mí y a oscuras, que se crece cuando le conviene e insinúa sus malas artes de gigante.
    Con la recena no sé que habrá pasado, primero vendrá la cena, digo yo.

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  7. ¡ Que ingeniosa tu entrada dedicada a tu sombra, haciendo honor a un detalle que no muchos tenemos en cuenta.
    Me hiciste recordar una canción de ATAHUALPA YUPANQUI, que él habla de su sombra y en una estrofa dice...No es que se vuelque mi vino,
    Lo derramo de intención,
    Mi sombra bebe y la vida
    es de los dos.
    ¿ La conoces? Si nó y quieres te la envío entera.
    De nuevo te felicito por tu versión, que me encantó.
    Un beso: Juliana

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  8. Los grandes valores de las personas son la buena educación y el amor a sus semejantes, cosas que derramas a raudales. Gracias por todo ello, querida Juliana. No conozco la canción de Atahualpa, pero me encantaría que me la mandases, tal como me ofreces.
    Gracias de nuevo y un abrazo muy cariñoso.

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  9. Siempre me ha preocupado la sombra que nos sigue de cerca. Por si desaparece o se hace demasiado pequeña... Es una proyección de nosotros? o es nuestra preocupación proyectada. Algo así. beso

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  10. Siempre me inquieta esa sombra, parece un fantasma de mi alma.
    Un abrazo y feliz domingo Francisco.

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  11. Francisco, algo pasa en tu blog.
    Un abrazo

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  12. Me gustan tus reflexiones y escrito sobre nuestra sombra.Muchas veces nos acompaña alegremente, otras desaparece y nos deja en soledad y otras parece casi amenazante, coriendo tras de nosotros, como si en vez de ser algo propio se convirtiese en enemigo. ¿Será esa parte oscura de nosotros que nos acuzia y a veces no nos permite avanzar?

    Y para "negra sombra", la el poema de Rosalia, que se vuelve haciéndonos burla, que llora si nosotros lloramos,que está en el viento, en el aire, en todo!...¡sombra que siempre me asombra!

    Un afectuoso saludo.

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  13. Nadie puede deshacerse de su sombra, la cual siempre siempre es algargada, y menos mal que nos persigue. Interesante reflexioón. Saludos cordiales.

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  14. No se, no se Francisco imagínate a oscuras en según que situaciones con la sombra detrás que aparece y desaparece...
    Una muy buena descripción de lo que es la sombra y sus peculiaridades. Enhorabuena.
    Un abrazo.

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