Un desnivel en el acerado
y un traspiés que cimbrea mi cuerpo
como electrizado por un rayo seco:
el zapato mordió la losa no lisa
y abrió la boca de cuero debido al susto,
como el niño moreno que le muestran
un plato de mijo y se lo retiran sin catarlo.
El ayuntamiento hace recortes
a diestro y siniestro
y el pavimento mantiene su firme sin firmeza
multiplicándose las caídas;
se llenan las urgencias y los zapateros
-los remendones, no los gobernantes-;
como por resorte, vuelven a hablar del copago sanitario
y la CEOE de productividad y despido libre;
el pueblo llano ya-no distingue
entre baches y socavones.
Si, Paco, tienes toda la razón, ya el pueblo no distingue entre baches y socavones. El otro día leí que alguien decía que como las cosas siguieran así, no tendriamos ni para la suela de los zapatos. Aunque ellos si, siempre tendrán, nos roban a manos llenas y con guante blanco y al pueblo le dicen aquello tan manido de "tiene usted razón pero va preso".
ResponderEliminarComo se siente el futuro abuelo?, supongo que loco de contento. Una criatura siempre es un regalo del cielo aunque los tiempos no estén para muchas alegrías.
Un beso
Madre mia.. como estamos.. y no sabemos como canilizar adecuadamente lo que nos está ocurriendo, muy bueno..
ResponderEliminarFrancisco eres genial, todo te sirve para hacer poesia incluso lo mas prosaico como es este tema.
ResponderEliminarLlevas toda la razón, no se como acabará todo esto.
Un beso.
Mientras el cuerpo no haya besado el suelo, todo tiene solución.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo único bueno : que se creen nuevos puestos de trabajo entre zapateros y venta de neumáticos...
ResponderEliminarY tanto, Francisco, parece que nos han vacunado y no distinguimos las mini crisis de las crisis total... Esperemos no acabar como Grecia... aunque no sé yo... Eso sí que sería un túnel hacia el centro de la Tierra...
ResponderEliminarSaludos
Si solo fuera eso... creo que ya no sabemos si vamos o venimos, auque tu post lo aclara bastante:)
ResponderEliminarNo se si he entendido bien. ¿has dicho baches y socavones o so-cabrones? Más bien lo segundo. Saludos
ResponderEliminarlo único que te digo es que tengas muchísimo cuidado que por algo similar aquí en casa el abuelo terminó en la guardia del hospital a que le suturaran su pierna y la cara. Terrible, por dios, muchisimo cuidado
ResponderEliminarbesos para vos
Mucho me temo que para salir del abismo en el que nos han metido habrá que abrir nuevos socavones.
ResponderEliminarUn beso Francisco.
Tu inspiración puede llegar a escribir hasta un poema de baches, ¡es increíble! te admiro, de verdad.
ResponderEliminarFelicitaciones y un beso
Socavones y so cab...es. Será que no se pagan impuestos. Y si me rompo los dientes que el Ayuntamiento me pague el dentista, ¿no?
ResponderEliminarUn saludo.
¡Vaya!
ResponderEliminarUn abrazo.
No siempre la culpa de esos "agujeros" la tienen los otros, también nuestra responsabilidad debe de ser valorada, nuestros silencios o el mirar para otro lado, o algo tan sencillo como no pedir el iva, o ver que nos ahorramos en la declaración de la renta. En fin que tenemos una sociedad que la hemos hecho nosotros, y que en cierta medida todos robamos, unos mas, otros menos, cada uno según el lugar que ocupa, lo triste es que hemos tenido que llegar a esto para darnos cuenta de ello y no saber como actuar.
ResponderEliminarSaludo
Curiosamente, vista una ciudad y el comportamiento de su equipo de gobierno, ya no hace falta ver más. En todas partes ocurre lo mismo. La cosa comenzó hace algún tiempo, cuando proyectos de grandes parques o edificaciones, se veían interrumpidos por falta de presupuesto. Eso se puede entender. Pero ahora ya no hay ni para arreglar las baldosas sueltas de los acerados, ni para tapar baches, ni para arreglar farolas...
ResponderEliminarLa cosa no está nada bien. Espero que mejore. En sus manos estamos.
Un abrazo.