Algunas conjunciones tienen efectos mágicos. Ya es primavera, hace días que así lo anuncian los grandes almacenes, pero ahora ya es primavera en Sevilla. La luna llena ha tenido un parto de luz en el firmamento y le roba protagonismo a la Giralda, a la torre del Oro y al espejo del río. Las calles se vacían porque avanza la noche del domingo como si el espectáculo no estuviera siendo un estreno en estos instantes en las callejas y plazuelas de la ciudad. Tras un recodo, el “racheao” de pies de una cuadrilla de costaleros que simulan portar a Cristo camino del calvario; a lo lejos, el eco rotundo de unos tambores que ensayan los acordes de una marcha que no reconozco: sólo falta el olor a cera que media de la próxima luna llena y será Semana Santa en Sevilla.
En la plaza de San Lorenzo una explosión de flores de azahar y su aroma sutil y penetrante que invade todo el ambiente. La mayoría de los veladores ya están vacíos, aunque algunos de los más recalcitrantes apuran sus copas en conversación dilatada. Unos jóvenes cruzan corriendo al encuentro del paso que ensaya una “revirá” por la esquina de Teodosio, mientras el camión de la basura embadurna de ruido y olor fétido el entorno, arrancándonos como de sopetón del idílico encuentro.
Arriba sigue brillando la luna en todo su esplendor. Llena, hermosa, cercana y llena como pocas veces, es un queso inmenso, como un aldabonazo de la primavera que estrenamos: tiempo de la magia en Sevilla. Ya no quedan cofrades por las calles, sólo noctámbulos que con su alquimia quieren hacer de la noche día y aquellos que siguen soñando a la luz de la luna, de esa luna que mancilló Neil Armstrong, pero que para ellos sigue siendo pura y limpia como la mismísima Inmaculada del pañuelo de Murillo. Suena el reloj de la torre de San Lorenzo; levanto los ojos y percibo lo avanzado de la noche. Reanudo la marcha y sigue el eco a cornetas desde alguna collación cercana, tal vez desde la ribera del río; sigo mi camino y según se atenúa la música resurge el aroma a azahar y ya sólo oigo mis pasos en pos. Percibo la sensación de haberme quedado deambulando solo; echo mano al bolsillo y las llaves suenan a “campanilleros” cuando las manipulo abriendo el portal. Noche de primavera. Sevilla. Sonidos y aromas. La ciudad duerme y me retiro a descansar.
Qué envidia estar en esa preciosa Sevilla llena de azahar y con esa luna que ha iluminado sus lugares y monumentos más bonitos.
ResponderEliminarDisfruta de esa primavera y de la Semana Santa.
Besos
Con esa descripción dan ganas de correr a Sevilla.
ResponderEliminarEspero tener la suerte de poder pronto poderla conocer.
Un cordial saludo.
se huele a primavera y a Semana Santa de Sevilla. Estupendo el poder pasear por esa ciudad, tú que la vives y nosotros, que te leemos, a tu lado.Beso
ResponderEliminarA ver, que estás hablando del barrio donde nací, el de San Lorenzo. Nací en la calle Teodosio. Parece mentira que lleve viviendo en Madrid más de 50 años, pero esa primavera con ese olor de azahar que inunda las calles es algo que llevo conmigo en un rincón de mis recuerdos. Ya te conté en alguna ocasión que todas las Semanas Santas las pasaba con mis abuelos en Sierpes. "Yo creo que es algo", que dicen nuestros paisanos.
ResponderEliminarUn saludo y feliz primavera.
Y no hagas caso de lo que diga El Corte Inglés, aunque sea el de Nervión.
La lluvia en Sevilla es una maravilla. Decían en la película inglesa. Y más, mucho más maravilla debe ser la luna grande y hermosa por sobre esos preciosos edificios de tu ciudad que pude visitar, por primera vez, la pasada semana. Que tengas, que tengan todos, un buen día. Ángel
ResponderEliminarLa primavera nos abraza enamorada con su llegada...
ResponderEliminarYa se vislumbran los incipientes colores que como mantos van cubriendo los campos y laderas. El rocío los saluda y ellos les responden bailando la danza de la espesura...
Un abrazo bajo la sombra del abedul balanceando sus hojas al ser acariciadas por la aurora vespertina.
María del Carmen
El texto bien lo podría haber escrito un cordobés, sólo habría que cambiar algunos nombres, algunos monumentos, algunas calles..., porque el azahar también es cordobés.
ResponderEliminarFelicidades por el texto.
Un abrazo.
Belo texto! Gostei de o encontrar!O encontrei em
ResponderEliminar"La Gata Coquetta" de quem sou amiga.
Escrevo poesia e sou portuguesa, um dia o espero!
Com ternura,
Maria luísa
Precio texto que ensalza la primavera tan deseada en toda España como en Sevilla. Preciosa la luna, yo también la disfruté. Aquí no huele a azahar pero no importa todo innunda mis sentidos igual.
ResponderEliminarUn beso
Qué recuerdos adolescentes los de pasear por Sevilla en primavera. Nos sorprendió y enamoró.
ResponderEliminarPreciosa foto, compañero.
Saludos.
No me hables de Sevilla ahora, con esa luz que enaltece y dora la Giralda, y ese olor a azahar que proviene del Parque Mª Luisa. No me hables porque me encantaría estar ahí y es imposible.
ResponderEliminarSaludos
Ha coincidido esta luna tan grande y tan cercana, las impresionantes mareas del litoral cercano con la llegada de la primavera. Es curioso, pero yo pensé lo mismo ayer que estuve en Cádiz, contemplando el espectáculo de la bajamar insólita, y al llegar a Sevilla y a mi barrio (la Juncal), pasadas las diez de la noche, percibí por primera vez el intenso aroma a azahar, a pocas horas de entrar la primavera, y algo se me retorció por dentro, puede que alegría, puede que satisfacción, no sé. Sevilla es especial en todo, y tú lo narras también que salpicas de azahar tanto a los de aquí, como a los de fuera. No está pagado este post. Enhorabuena, FRancisco, y todos mis respetos.
ResponderEliminarPor tu blog sale ya el aroma reconfortante de la Semana Santa.
ResponderEliminarDe verdad, Francisco, tienes un toque poético para esto delas descripciones, que ya lo querríamos muchos!
ResponderEliminarme has hecho oler ese azahar, que sí, que cuando estuve un año allí, en Semana Santa, en primavera... era algo que lo inundaba todo, y yo, emocionadísima, vamos, tanto, que aún lo sigo contando: "Y Sevilla huele a azahar que te deja envuelto en un manto de relax..."
Sí, ya es primavera, al menos en el Corte Inglés, pero en Sevilla también!
Muy buen cronista, usted!
;)
Abrazote!
La primavera es la primavera, huela a azahar o a romero. Era primavera cuando visité Sevilla y tuve una muy grata estancia.
ResponderEliminarUn abrazo, sevillano.
La primavera me ha brindado en su primer día con un sol resplandeciente y una alegría añadida.La primavera es una de las estaciones más bonitas y mas festejadas pues nos trae una naturaleza en pleno florecimiento despues del crudo invierno.
ResponderEliminarAlgún día viviré esa primavera en Sevilla en vivo y en directo como suelen decir.
Un fuerte y calido abrazo
Según tu relato,que noche más hermosa en Sevilla, digna de disfrutar.
ResponderEliminarUn abrazo