Primero se agitó la tierra
y retembló la vida;
después brincó una gran ola
y el agua derribó lo que aún se sustentaba;
más tarde el fuego fatuo e infame
inflamó y fisionó la super energía;
ahora es el aire el que cabalga
a la grupa de los cuatro jinetes,
cargado de ponzoña, para diezmar
con su guadaña gaseosa
a los alejados del epicentro.
Tal cual, amigo, tal cual! Lamentablemente!
ResponderEliminarNo hay palabras paratodo esto!
Y por si no tuviéramos bastante,aún seguimos inventando guerras y demás modos de aniquilarnos!
No, no tenemos perdón, y va ser que realmente nos merecemos todo lo que nos está pasando...
Tengo una pena, y un nudo,que ya no sé dónde tiene su epicentro...!
Es evidente qué tragedia actual le ha inspirado a usted esos versos. Así se presentan las cosas, en efecto. Sus hermosas palabras envuelven hoy mucha muerte y mayores amenazas aun.
ResponderEliminarFeliz dia
bisous
No hace falta comentario alguno, eso está escrito y parece que se sigue el guión a rajatabla. Un beso.
ResponderEliminarBello poema para describir un situación tan triste. Un abrazo
ResponderEliminarEres capaz de hacer versos de cualquier situación. ¡Y mira que esta es desastrosa...!
ResponderEliminarUn abrazo
¡Qué horror! Ni de la mente de Blasco Ibáñez podría haber surgido un ejemplo semejante. Esperemos que Japón pueda recuperarse de semejante Apocalipsis.
ResponderEliminarSaludos
Por desgracia, así está la situación.
ResponderEliminarPues aún así los esbirros sectarios de Onda Cero defienden a capa y espada las centrales nucleares.
ResponderEliminarUn abrazo.
Impresionante, espero que realmente las cosas no sean de apocalipsis, ni para nosotros ni para nuestros hijos.
ResponderEliminarDuro el poema, pero verdadero,me gusta.
Besos
Algo aún más incontrolable y perturbador que un terremoto, el aire. Imprescindible, necesario y en constante movimiento, que ahora se ha vuelvo venenoso.
ResponderEliminarEste año parece destinado a quedar en los libros de historia como uno negro.
Saludos, compañero.
Me alegra que todos seamos sensibles al dolor ajeno. Cuando pensé en escribir sobre este tema tenía en mi mente los cuatro elementos: tierra, agua, fuego y aire. Esos son los materiales usados, pero posiblemente sean los cuatro jinetes quienes se hayan hecho protagonistas,
ResponderEliminar¡Ojalá que no lleguen a serlo y que todo se resuelva cuanto antes!
Muy acertada tu visión, me temo que vienon malos vientos.
ResponderEliminarUn beso
Una manera especial de describir lo sucedido en Japón.
ResponderEliminarRecibe un saludo de lo + cordial.
Destruir para construir todo de nuevo.
ResponderEliminarSolidaridad.
Resurgimiento a la luz.
Gracias.
Querido Francisco, no hemos sido capaz de comprender que solo tenemos un Mundo, que cuidarlo nos ayudaría, que vivir tranquilos sin mezquindad ni odios era la vía, amar lo que nos regalo Dios con todo su amor...pero que va hicimos todo lo contrario =( un abrazo
ResponderEliminar¡Dónde andaría yo que te comenté! Con lo que me gusta a mi el apocalipsis ese...
ResponderEliminarUn abrazo desde 2018. De momento nos vamos librando.
Lo importante es dónde andas hoy y me satisface muchísimo, Cayetano.
EliminarUn abrazo.