05 diciembre 2024

FRENTE A FRENTE A LA ESPERANZA

 




En su cara de ángel se había iluminado

la promesa, pero permanecía

ese halo incorrupto de deficiencia

con el que Dios toca a algunas criaturas

y santifica a sus padres en vida.

Comía churros con chocolate

y en su agitación y gozo se balanceaba

la visita inminente a la Señora

y el disfrute en sus ojos y en su barbilla

del chorreante y espeso desayuno.

Sus gestos eran todo lo moderados

que uno supone a Alicia en el país de las maravillas.

Ella ya se adivinaba sobre adoquines de plata

e inhiestos candelabros de oro y arcos florales,

así como el hábil delineado de un jardinero

a sendos lados del Arco, competencia floral

que reproducía para ella todos los colores

y también los matices infinitos del mismo arco iris.

Las nubes habían hecho una genuflexión

ante el empuje rubicundo del sol

y se sumaron los pájaros viniendo a añadir

su banda sonora como salmos de alabanza.

En ese mismo instante, Cristina dejó de comer

y su madre la aseó con la pulcritud acostumbrada

para cumplir con el ritual que le había prometido:

su inocencia frente a frente a la Esperanza.

6 comentarios:

  1. Un magnífico poema que pinta un cuadro de ternura.
    Saludos

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    1. Muchas gracias por tu sensibilidad. Esa niña tan infantil desayunaba inquieta porque iba a pasar con sus padres a la Basílica a contemplar a la Virgen Macarena.

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  2. "..apuesto por la ternura, la compasión, el respeto y la aceptación de la inocencia, como gel que lava las rebabas de la vida."

    🌹

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