Tu risa es un caudal desbordado
por el cauce inverso de
los ríos:
en la juventud briosa y
juguetona
y en la vejez acallada y
silente
por el murmullo cotidiano
de los ayes y los
lamentos.
Tú eras torrente rebosado,
risa acaudalada
como pronta respuesta,
festín y alborozo,
aunque lo adverso fuera
la moneda en uso.
Cuando me asomo a tus ojos
en el espejo de tu
lagrimal,
la instantánea de ese ayer
que no pasa ni parará
nunca,
de la añorada cascada de
cristal
con la que respondías a
mis disparates.
Por eso, cuando te
ensombrece
la conjetura un barrunto,
justo en el momento
anterior
a desplomarse al vacío,
y en lugar de un lamento
sacude tu cuerpo
el estruendo de tu risa de
niña,
entonces…
Entonces veo ante mí
a aquella jovencita que
atesoro
para los momentos
de muy especial necesidad.
Por que siempre sean muy felices.
ResponderEliminarFeliz año para ustedes.
Abrazos.