31 enero 2023

ESTRELLAS EN PELIGRO

 

Haya luceros sobre el firmamento,

para apartar el día de la noche,

y sirvan de señales para solemnidades,

y sirvan de luceros en el firmamento

para alumbrar sobre la tierra.” [i]

Y el hombre vio, y el hombre admiró,

y el hombre puso freno a lo que admiraba,

y comenzó a talar los bosques,

a horadar la tierra y despreciar el magma,

a dar valor a lo escaso y a atesorar,

y a atesorar, y a atesorar sin límites.

Escaló montes, vadeó ríos, se aventuró

por mares y océanos para saciar su apetencia

con los bienes de otras latitudes;

esquilmó cuanto encontró a su paso,

sin importarle la penuria que iba dejando.

Insatisfecho, nunca colmado, avariento,

quiso hacer la noche día

y dejó de vislumbrar y escudriñar

en las sombras y en el misterio de la noche.

Y encendió la noche desde el suelo,

y fueron desapareciendo de la vista los astros

rompiendo todos los límites de lo creado.

Inventó la brújula y también el Google Maps,

cuando había perdido el sentido de orientación.

Desde entonces vive en un mundo paralelo,

teledirigido y observado por miradas extrañas

e interesadas, extremadamente interesadas,

y desde entonces vive de espaldas

al fabuloso mundo que le fue dado.



[i] Gn 1, 14

2 comentarios:

  1. La estupidez de la raza humana que no ha sabido apreciar ni cuidar lo que le fue prestado para su gozo y bienestar. Yo diría que es un poema-denuncia.Saludos

    ResponderEliminar