Reflexiva, haciendo
cálculos
que acaban en desajustes,
así es la espera de larga
y tediosa,
como humo que atufa y no
calienta,
como diálogo sin respuesta
que se alarga hasta el
bostezo
de un monólogo interior
improductivo.
A veces se echa la tarde,
como se echa el cereal por
la fuerza del viento,
vencido y mareado.
Es como un abrazo que no
encuentra
dónde entregarse
y cae al vació
despeñándose amargamente.
Mañana no, hoy.
No se sabe si llegará a
mañana
en estado de alerta
o si habrá bajado los
brazos
rendida y desmadejada con
la desilusión
de un fracaso.
Ha comenzado a macerar los
besos
por si fueran
reutilizables,
pero duda que haya un
mañana
que sea capaz de
sobrevolar
la espera demoledora e
insatisfecha de hoy.
Esperar lo imposible no sirve para nada, pasa a otra cosa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que malas son las esperas y, sobre todo, cuando hay indcios de que es valdía. Buen comienzo de semana.
ResponderEliminarLa espera se hace larga y hay cosas que por mucho tiempo que esperes sigue siendo imposible de alcanzar.
ResponderEliminarQue tengas una buena semana. Besos.
Los fracasos en el amor duelen muchísimo y cuesta mucho recuperarse. Saludos
ResponderEliminarTal cual lo dicen los últimos versos. Ya casi en una espera asumida como derrota. Cariños
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