En Ojén la luz primera,
Marbella me recreció,
Málaga por cabecera
competa mi filiación.
Para Sidi Ifni salí
con marcialidad de paso
y me rescató Almería
como saliéndome al paso.
Granada me enamoró,
y qué decir de Jaén,
y en Cádiz hay que morir,
dicen los carnavaleros,
ninguno con más salero.
En Córdoba trabajé
junto a la sin par Mezquita;
si dudas si soy choquero
ve tocando por fandangos
que yo los bordo alosneros.
Y Sevilla, vida mía
para vivir y morir.
Tú, como Manuel Machado, dejas a Sevilla para el final, como colofón y resumen de tu periplo.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
No niego la coincidencia, pero es previsible mi final y lo está siendo mi presente. Lo del cante por fandangos también es verídico.
EliminarUn abrazo, Cayetano.
Como he dicho en otro comentario, soy Andaluz, de Granada y del barrio del Zaidín, pero no doy un duro ni por banderas ni por himnos, ¡¡vamos!! cambio tu poema por el himno de Andalucía.
ResponderEliminarUn abrazo
Es muy difícil que un himno cale el sentimiento de todas las personas, pero no deja de ser una convención. Lo mío no es más que expresar mis vivencias en tan solo 20 versos, por tanto de manera muy sucinta.
EliminarUn abrazo.
Yo también soy de Granada y las banderas no me dicen mucho, pero, en este caso, esa bandera significa el momento en que los andaluces nos equiparamos a las comunidades históricas, como era de justicia.
EliminarEsa es mi misma sensación, Senior Citizen, más que una reivindicación de lo propio una equiparación con el resto.
EliminarUn abrazo.
Cuando se permite que el pensamiento viaje, a través de los lugares que nos gustan, suceden poemas perfectos. Se detuvo en Sevilla. Ciertamente es una ciudad que te encanta. Tu corazón sabrá por qué.
ResponderEliminar.
Feliz domingo
Abrazo
.
Pensamientos poéticos y ensueños
.
La detención en Sevilla es porque es ahora donde vivo y posiblemente muera. Gracias, Rykardo.
EliminarAbraço.
Cuanta belleza vivida.
ResponderEliminarSuerte de vivir por toda Andalucía.
Sentidas letras, bajo el sol de nuestra tierra.
Millones de besos
Un millón de besos para ti, preciosura.
EliminarFeliz día de Andalucía.Un bello poema a tu tierra que también siento mía.Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias, Charo. Uno no sabe cómo, pero se van acumulando los afectos y acaba siendo lo que somos.
EliminarUn abrazo.
Y olé por el malagueño! , que lleva prendido en el pecho la gracia, finura y aires de su Andalucía.
ResponderEliminarQué rebien te ha salido! ☺️☺️
Un abrazo grande lleno de mi sol levantino
Es un simple soniquete de mi relación y vivencia con esta tierra, con los apegos y la memoria.
EliminarUn abrazo.
Cada rincón de Andalucía tiene su encanto. yo me siento como en mi casa, en cualquier provincia de Andalucía.
ResponderEliminarAcabo de hacer una publicación en mi blog y no me he resistido ha meter un vídeo que me mandaron de lo mucho que me gustó.
Besos
Tienes razón, Antonia, pero estoy convencido que finalmente no es el lugar, somos las personas las que hacemos que un pueblo sea acogedor y entrañable o todo lo contrario.
EliminarBesos.
¿Que bordas los fandangos alosneros?, si es así y no es un recurso literario, me encantaría oírte.
ResponderEliminarFelicidades, "boquerón - andalú"
Como dijo Manuel Machado: "En una noche de juerga a todos nos han cantado coplas que nos han matado." Quizás haya ocasión de esa juerga, Tracy.
EliminarUn abrazo.
Día de Andalucía. Tu tierra y tus orígenes. ¡Cómo la quieres!
ResponderEliminarSalud,Francisco
No es la única tierra a la que quiero, Anna.
EliminarUn abrazo.
Francisco, qué maravilla de canción nos dejas...!! Además con gracia y salero del bueno. Todo un homenaje a Andalucía, que te has marcado con orgullo de ser andaluz de pura cepa...Muchas felicidades, amigo.Todos los que amamos Andalucía también nos felicitamos en este día.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y feliz marzo, que ya empieza, Francisco.
¿Sabes, María Jesús? Me da un poco de repelús la palabra orgullo. No me siento orgulloso de nada, pero no renuncio a mis orígenes. humildes por otra parte. He vivido una temporada en el País Vasco y 23 años en Madrid y en ningún lugar me he sentido extraño y por suerte bien acogido. A este mundo le sobran fronteras y le falta fraternidad. Gracias por tus afectivas palabras siempre conmigo.
EliminarUn fuerte abrazo.
Felicidades Francisco por el poema y por ser como eres. Cuando las personas son buenas, son bienvenidas en todos los lugares.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias, Isa, por la buena opinión que tienes de mí.
EliminarUn abrazo.