Fotografía de Dora González
Una centuria de corceles
blancos,
picados a espuela, crines al
viento,
en disciplinada formación,
y cabalgando con marcialidad
hacia el rebalaje,
acometen al trote jerarquizado
la marcha que al todo da
uniformidad.
En el azul de la media
distancia
el viejo cargadero,
enciclopedia
de la historia minera de la
ciudad;
en la cúpula, la mímesis de
las nubes
ensayando a ser olas en
movimiento;
y, en lontananza, el abrazo
salado
de la ensenada relamiendo a
la ciudad.
Desde la duna, amalgama de raíces
verdes
que ocultas sustentan el
otero,
suena la sinfonía de los
días enérgicos,
mientras algunos osados
pasean la orilla
despreocupados y como
ausentes
del mago espectáculo que la
mar ofrece.
Marbella, ya te lo he escrito en varias ocasiones, ya no es lo que fue, se ha convertido un una pequeña gran ciudad solo de fachada y donde cierta gente le ha hecho mucho daño.
ResponderEliminarSaludos
Yo he asistido a la transformación de Marbella, presente desde la infancia. Hay cosas genuinas que no se les puede arrancar y otras muchas advenedizas que vinieron y algunas se fueron. Para los de allí es siempre la misma Marbella.
EliminarUn abrazo.
El mar siempre como motivo de inspiración. Y de respeto.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Muchos respeto y hasta miedo, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
Bonito poema y bonita imagen. El mar y su belleza, las olas espumosas como cretas danzando. No he estado nunca en Marbella pero el nombre lo dice todo.
ResponderEliminarAbrazos
Ha sido la imagen la que me ha sugerido todo, unido a las vivencias, Isa.
EliminarUn abrazo.
El Mar siempre ha sido y sigue siendo una gran inspiración para poetas y poetas.
ResponderEliminarMe gustó mucho este poema.
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Abrazo poético
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Pensamientos poéticos y ensueños
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Eu lugar placentero y al que tenerle mucho respeto, Rykardo
EliminarUn abrazo poético.
Bonita metáfora utilizas para referirte al hermoso espectáculo que nos ofrece el mar con sus olas.Saludos
ResponderEliminarEs esa visión de la espuma blanca y las crines de los caballos... Algunos he visto trotar por la arena, Charo.
EliminarUn abrazo.
Qué bonita Marbella y que bien la cantas tú, se nota la vecindad que te une ella.
ResponderEliminarBesazo
Muchas gracias, Tracy. Ya sabes, es mi paisaje desde la infancia.
EliminarUn beso.
Tú tienes mar a la mano, algo que a mi me encanta y al leerte estos marinos, los disfruto enormemente. Yo no tengo mar cercano de donde vivo. Cuando puedo ir, me implica unas 13 horas lo más cercano.
ResponderEliminarSin embargo la imaginación vuela hacia cualquier lugar con mar y me da calma y gran placer.
Un gran abrazo de mar. Te lo mando dentro de una botella.
Cuando uno sueña todo se hace realidad, Sara. Sigue soñando y nada estará fuera del alcance de tu mano.
EliminarUn abrazo salado.
No creo que esos paseantes sean ajenos a la belleza de ese mar. Yo recuerdo de haber hecho grandes paseos descalza por la arena húmeda del mar y está caminando absorta en el paisaje y esa es la motivación que me impulsaba a andar(no todas las playas son aptas para andar descalsos eso lo hago en las playas de Cádiz que no tienen chinitos que puedan clavarse.
ResponderEliminarBesos
Lo suelo practicar, Antonia, y son verdaderamente placenteros esos paseos.
EliminarBesos.
Otra maravilla. Una descripción sublime para tu Mar bella de Marbella. ¡Deberían leerlo al menos todos los que la visiten!
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