Ella, espuma en reposo,
es relumbrón en el jardín
que compite en esplendor
con la exuberancia de tanto florecimiento.
Envuelta bajo la ola de su
sombrero,
su mirada perdida en la
cercanía,
sustenta una taza, vértice
de sus manos,
como suspendidas de
ingravidez.
Una cinta negra juega en su
sombrero
y un cíngulo rojo entalla
sus blondas
y enmarca su cintura,
ahora en el reposo indefinido
de la tarde.
En su rostro, la lasitud de la
espera,
el desmayo de los días
disolutos,
lo anodino de un encierro excesivo
que se está eternizando,
y cuya resolución se
mercantiliza
en la disputa económica de
los laboratorios.
Flor limitada por la valla del jardín.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Este es un tiempo mustio y limitado en todos sitios, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
La última estrofa define nuestro día a día, la espera.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es este tiempo que nos ha tocado vivir, Emilio.
EliminarUn abrazo.
Francisco, es lo que toca, estar tranquilos y leyendo en el jardín o terraza, a la espera de que en los laboratorios se fragüe lo que tanto ansiamos para volver a ser libres.
ResponderEliminarBuen poema y bella foto.
Abrazos
Así es, Isa, en casita y cuando se pueda una escapada por la naturaleza o por la imaginación.
EliminarUn abrazo.
Bom dia que Deus abençoe nosso dia amém Obrigado senhor por mais o amanhecer que Deus abeçoe vcs sempre desse canal oração de fé amém 👐🙏🌷👏
ResponderEliminarMuchas gracias, María, por encomendarme a las manos del Altísimo.
EliminarLa Paz contigo.
Que bien has sabido enlazar la belleza del cuadro con la triste actualidad que atravesamos.Saludos
ResponderEliminarA veces me sale bien, Charo. Te agradezco esa mirada tuya que tanto me favorece.
EliminarUn abrazo.
Hermosa imagen para una realidad gris.
ResponderEliminarYo me siento terriblemente deprimida, mucho. Me parece todo tan triste. Es como que se va la vida...
Un abrazo querido amigo y perdón por el comentario pero es lo que siento.
Luján, yo me sacudo como puedo hablando del asunto y tratando de que me afecte lo menos posible. Busca el consuelo en tus hermosas letras.
EliminarUn cariñoso abrazo.
Una espera que no debe hacer que perdamos la esperanza ni que transitemos los caminos de la tristeza desde donde es difícil volver.
ResponderEliminarMe quedo con la lectura de sus versos en la terraza, la cinta del sobrero al viento y la espera con paciencia y agradecimiento por este bello dia. Saludos y excelente semana por comenzar!!!
Me gusta cómo contemplas la situación, Eli. Ante lo inevitable es mejor no sentirse contrariados y buscar válvulas de escape para no sentirnos aprisionados. Gracias por el comentario.
EliminarUn abrazo.
Por lo menos estar en un jardín, no es esta encerrada entre cuatro paredes. Disponer de un patio o terraza, nos alivia mucho también el encierro.
ResponderEliminarBesos
Y cuando no se tiene, como es mi caso, va uno y se lo imagina. La cosa es no sentirnos presos, Antonia.
EliminarBesos.
Inteligencia poética. Francisco, pasas del pasado al presente con hermosos versos. Al final...la verdad se alumbra. La espera, nos hace presos del tiempo, para vivir un Impredecible futuro. Me gustó tu forma de poetizar.
ResponderEliminarAbrazo y excelente semana.
Es un alto honor el que me haces, Ceciely. Admiro tus letras y te agradezco mucho este comentario.
EliminarUn abrazo.
Nos muestras la belleza de una dama en el jardín, la calma, la espera y ese momento eterno y único...Y de pronto nos devuelves a la realidad, ahí están las farmaceúticas y su guerra de vacunas decidiendo nuestro destino.
ResponderEliminarContraste entre la belleza que alimenta el alma y el materialismo que alimenta el ego. Muy bueno, Francisco.
Mi felicitación y mi abrazo, amigo.
Pues sí, María Jesús, y mientras sucede eso que tanto nos afecta a todos y que no está en mis manos solucionar, me escapo al inexistente jardín y veo lo que me gusta a cambio de la realidad.
EliminarUn fuerte abrazo.
Sí señor "la lasitud de la espera"
ResponderEliminarY que no llega
Parece que la novedad científica viene en diligencia y no sabemos cuándo habrá para todos.
EliminarUn abrazo.