15 diciembre 2020

OCASO


Acababa los días

en la dulce espera de todas las jornadas.

Se subía a un pequeño promontorio

y diluía su mirada en la distancia

como quien vislumbra lo soñado.

 

En sus ojos, añiles, rosados y violetas;

lentos y encaprichados atardeceres,

llenos de nostalgia y sobrecargados

de pegajosa melancolía.

 

Ni un adiós, ni una carta;

tan solo un mar inmenso

pronunciando inconmensurables las distancias:

silencio quedo, espera casi audible

como el murmullo de una caracola.

 

Ya noche cerrada,

abrochada en sí misma,

vigilaba las sombras a la luz de la luna

y volvía sobre sus pasos

con la ilusión y esperanza puestas

en un nuevo amanecer.

19 comentarios:

  1. Hasta que todo se ponga negro, mientras tanto, siempre hay un amanecer.

    Abrazos.

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  2. Tenemos que tener la esperanza hasta que todo se quede negro de verdad
    Saludos

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    1. La esperanza es una espera activa, Lua, por eso hay que perseverar.
      Un abrazo.

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  3. Del crepúsculo al alba, de la nostalgia a la esperanza. La vida girando en sentido inverso. Será por eso que gustan tanto las puestas de sol.
    Un abrazo, Paco.

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    1. Sin esperanza, cada noche es una muerte transitoria.
      Un abrazo, Cayetano.

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  4. Real como la vida misma. Muchas veces la espera es esperanza. Bonito y nostálgico. 😊

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    1. La espera puede ser frustrante, pero no así la esperanza.
      Bonita tú, que lo sé muy bien.
      Un abrazo.

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  5. Y mientras la espera se muestra eterna, la esperanza se renueva como el color del horizonte.
    Preciosas letras. Un abrazo y cuídate.

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    1. Así es Jorge. Haces una bella distinción entre una y otra. Gracias por tu comentario.
      Un abrazo.

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  6. Triste espera aunque si hay esperanza la ilusión perdura...aunque jamás regrese.Saludos

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    1. De eso se trata, Charo, de esperar más allá de lo imposible.
      Un abrazo.

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  7. Qué tendrá el anochecer y el atardecer que nos son tan trascendentes...
    Un saludo

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    1. Ahora no creo que tenga la misma trascendencia que hace por ejemplo siglo y medio, Carmen, cuando sin luz eléctrica el sol marcaba totalmente el ritmo de la vida.
      Un abrazo.

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  8. Después de un día de jornada larga y cansada lo mejor es contemplar un atardecer. Los atardeceres nos dicen que terminamos el día bien, y nos queda la esperanza del amanecer.
    Bello poema y la imagen preciosa igualmente.
    Abrazos

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    1. Lo has dicho muy bien, Isa. La esperanza nos envuelve las tristezas en el celofán de la ilusión.
      Un abrazo.

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  9. Siempre a la oscuridad noche, le sucede un hermoso amanecer que hace renacer de nuevo la vida.

    Besos

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    1. Esa es la esperanza, que vuelva a amanecer, que regrese con el sol quien se fue de nuestra vida.
      Besos.

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  10. Gran fe y esperanza en esa persona que mira al cielo y confía en un milagro...Alguna señal de vida que su constancia logrará, porque el universo más tarde o más pronto contestará. Una belleza en imagénes y palabras, Francisco.
    Mi abrazo admirado y mi cariño, amigo.

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