A
Francisco Rodríguez Sánchez
En el embarcadero, el olor a
brea
es un mal aliño con el óxido,
las entrañas de pescado no
recicladas
y la infinita espera
pronunciando
tercamente los retrasos.
Mala mar. Mala espera. La
mar
atrasa los relojes o los
paraliza
y deja a descubierto la
inutilidad
de medir tozudamente el
tiempo.
Todo es silencio. Solo
arrecia el viento.
Tan solo algún sollozo
pone una nota discordante
en el gélido ambiente.
Incertidumbre.
Muchas dudas y la taciturna
mirada
del patrón echándole el
pulso
a la adversidad de la
marejada.
Tiempo de silencio, de larga
espera,
de dudas, de necesidad
perentoria
de un pan salobre y ácimo.
Precioso Francisco, dura profesión la de echarse a la mar...
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Esperanza.
EliminarUn abrazo.
Bom dia:- Li em silêncio e...fascinado com o poema... em silêncio me deixei ficar
ResponderEliminar.
Saudação amiga
Bom fim de semana
Muy agradecido, Rykardo.
EliminarCumprimentos.
Riesgo e incertidumbre, sus compañeros de trabajo. Un abrazo
ResponderEliminarUna faena muy dura, Antorelo.
EliminarUn abrazo.
El mar, el silencio, el trabajo duro y la necesidad vital...Elementos que nos muestran la dureza de la vida para muchas personas...La vida es una rueda, todo pasa y todo vuelve. Esperemos que no sea así.
ResponderEliminarMi felicitación por el realismo y detalle con que lo describes.
Mi abrazo y mi ánimo.
La vida del pescador es muy sacrificada, aunque hoy algo menos de aquel otro tiempo donde la energía era el viento y los remos, pero la brega, la nocturnidad, la humedad... Gracias María Jesús por ese realismo que destacas.
EliminarUn fuerte abrazo.
Tiene que ser una vida muy sacrificada, la del pescador. me alegro de que lo hayas tenido en cuenta y le hayas dedicado esta entrada.
ResponderEliminarBesos
Gracias a ti siempre. Feliz domingo.
EliminarBesos.
Todo es silencio. Solo arrecia el viento.
ResponderEliminarTan solo algún sollozo
pone una nota discordante
en el gélido ambiente. Incertidumbre.
Muchas dudas y la taciturna mirada
del patrón echándole el pulso
a la adversidad de la marejada.
Muy real,tristemente en la actualidad no solo se vive en el área de los pescadores.
Saludos.
Muchas gracias por subrayar algunos versos.
EliminarUn abrazo.
En este silencio te leo y te dejo mis saludos a la distancia amigo Francisco.
ResponderEliminarMuchas gracias, Sandra, nos hermanamos en la lectura recíproca.
EliminarUn abrazo.
Como si hubieras estado entre ellos, trasmites muy bien esa sensación de incertidumbre obligad, e inútil impaciencia.
ResponderEliminar"Mala mar. Mala espera. La mar
atrasa los relojes o los paraliza
y deja a descubierto la inutilidad
de medir tozudamente el tiempo."
Más que nunca ha sido para mí tiempo de silencio y de larga espera, me he identificado en esa última parte d etu poema.Saludos
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