Cansado de seguir las rutas
marcadas,
los itinerarios señalados
por otros
y las indicaciones
marginales
de los mapas de carreteras
y las relamidas guías
turísticas,
se apartó de convencionalismos
al uso
y se puso a bogar por las
alturas
hasta que los cirros lo
cegaron
a mi visión; desde entonces,
miro su desdibujada estela
con cierta envidia
y con total y reverente
admiración.
Desde entonces, en los días
claros,
miro a las estrellas y me
parece
reconocer su escaso y
tintineante brillo.
Hay estrellas estables y otras que son fugaces. Llaman más la atención las segundas, pero duran poco.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Así también en la vida, Cayetano: lo fugaz es más llamativo, pero una ilusión que no llega a plenitud.
EliminarUn abrazo.
Solo le quedó esa opción, soñar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Casi siempre hay más de una opción, pero a veces...
EliminarUn abrazo, Emilio.
Hola Francisco. Yo también miro mucho a las estrellas porque sé que una de ellas es quien me guía en mi vida. ES bueno aferrarse a una de las estrellas que cada noche brillan en el cielo.
ResponderEliminarAbrazos
Lo imaginaba, Isa, sabía que te recrearías en las estrellas imaginando mundos y vidas.
EliminarUn abrazo.
Hay que saber apartarse y darle rienda suelta a la fantasía. Saludos
ResponderEliminarSin fantasía caemos en el aburrimiento de lo cotidiano.
EliminarSaludos.
Lo que es arriba es abajo. El tiempo te dirá cual quedará con su brillo. Ciertamente, el panorama es impreciso.
ResponderEliminarAbrazo Francisco.
Ciertamente, Ceciely, el tiempo todo lo muda.
EliminarUn abrazo.
Francisco, tu poema nos inspira esa valentía de quien es capaz de seguir su propia estela. Cada cual tenemos nuestra propia luz, que vamos dándole brillo día a día. Los que se fueron nos alientan desde el cielo y es bueno recordarlos y agradecerles su huella.
ResponderEliminarMi felicitación por esa empatía y humildad, que te permite mirar más allá de ti mismo.
Mi abrazo y feliz día, amigo.
Sin la menos duda, María Jesús, somos seres de luz y proyectamos lo que somos: algunos meras mariposas y otros faros que guían.
EliminarUn fuerte abrazo.
É sempre maravilhoso olhar as estrelas e deixar vaguear através da escrita os nossos pensamentos e imaginários poéticos.
ResponderEliminarGostei muito da imagem e do poema.
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Um dia feliz
Cumprimentos poéticos
Muy agradecido por tus visitas y comentarios, Rykardo.
EliminarCumprimentos.
Seguramente su brillo allí permanece claro y aunque sutil, identificable para quien lo contempla con tu sensibilidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Oh, gracias por revertir en mí los efectos de esa luz!
EliminarUn abrazo.
Mirar las estrellas puede llegar a ser muy relajante.Saludos
ResponderEliminarPara mí es admirar la inmensidad casi infinita de lo creado. Cuando leí que los científicos de la NASA dicen que lo que esos conocen puede ser entre un 10 y un 15% del Universo... Es más admirable todavía.
EliminarUn abrazo.
Es muy hermoso ver una noche estrellada, en un espacio libre de humos. Como buen poeta, debes encontrar muy buena inspiración en ellas.
ResponderEliminarBesos
A veces inspiración y otras anonadamiento que lo supera todo.
EliminarBesos.
Mirar las estrellas cuando tienes alguna que te brilla de una manera especial, da mucha tranquilidad.
ResponderEliminarTambién tenemos el caso de aquellas medio amarillentas que tintinean, como si quisieran apagarse. Cada una es un misterio.
EliminarUn abrazo.
Lindo poema, me gusta ver las estrellas cada noche, son tan bellas e inspiradoras..... Saludos amigo Francisco.
ResponderEliminarMuchas gracias, Sandra, por esa tu mirada.
EliminarUn abrazo.