Fotografía de María del Pilar Ferrari Díaz |
En tu cauce, Guadalquivir,
los suspiros moros de
Cazorla,
el embrujo de Córdoba
y la airosa sevillanía;
el encumbramiento serrano de
Mágina,
la severa sapiencia de los
califas
y los reflejos áuricos de la
torre del Oro.
En el espejo de tus aguas
el vértigo de la aguja del
Alamillo,
la gallarda peineta de la
Barqueta,
el Cachorro en plena
Expiración,
el señorío de los aros de
Triana
y el garbo de san Telmo
que, sin más Remedios,
es puente y es Delicias…
Y por la Puebla, la arboleda
se inclina reverenciosamente,
y sollozo en silencio entre
arrozales.
Has olvidado reflejar los calores del mes de julio y agosto en Sevilla, infernales.
ResponderEliminarUn abrazo.
Otro día le escribiré al Darro, en lugar de hablar del frío de un soldado en Graná. Ja, ja, ja...
EliminarUn abrazo.
" Y por la Puebla, la arboleda
ResponderEliminarse inclina reverenciosamente,
y sollozo en silencio entre arrozales."
Es un poema tan airoso y soleado que me hace dudar de si eres tú el que solloza o la arboleda (claro, que en segundo lugar hubieras puesto "solloza...")En los dos casos, ese final es un broche de oro en tu poema.
Un abrazo
Los dos finales son válidos, aunque uno más ambiguo que el otro. Me encanta que me leas con minuciosidad, lectora atenta, querida Volarela.
EliminarUn abrazo.
No es para menos...
EliminarTambién tú eres atento, y sumamente delicado con lo que escribo. Gracias por tu profunda comprensión hacia mi dolor.
Un fuerte abrazo :)
Poética, intensa, fascinante de leer.
ResponderEliminarBonito poema
Feliz domingo
Muito agradecido, Rykardo.
EliminarCumprimentos.
Bonito poema le dedicas a tu río Guadalquivir.Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias, Charo.
EliminarFeliz domingo.
Maravilloso homenaje al "Río Grande". Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias, Antorelo.
EliminarUn abrazo.
El Río Guadalquivir, nuestro río, tiene las mil caras de los lugares por los que pasa y va escogiendo de ello s lo mejor que cada una tiene.
ResponderEliminarUn beso fuerte y un descriptivo poema
Muchas gracias, Tracy. Compartimos varias cosas, además del Guadalquivir.
EliminarUn beso.
Los que vivimos en la cuenca del Guadalquivir, conocemos bien a este río y las grandes historias, que ha protagoniado a lo largo de los tiempos.
ResponderEliminarEn cada uno de los lugares que pasa, va dejando su belleza y fertilizando sus campos.
Besos
Tenemos los mismos nutrientes, querida amiga.
EliminarBesos.
Qué maravilla lo que lleva en su cauce el Guadalquivir...Es el río de la vida, que va recogiendo lugares y sentimiento, sin distancia, ni tiempo.
ResponderEliminarMi felicitación por tu entrega y detallismo literario, amigo.
Mi abrazo y feliz semana, Francisco.
Muchísimas gracias, María Jesús. Gracias por tus lecturas.
EliminarUn abrazo.
Un río adornado de hermoso versos. Saludos amigo Francisco.
ResponderEliminarEl río se da todo él y uno debe devolverle el agradecimiento, Sandra.
EliminarUn abrazo.
Hola Francisco. Qué reverencia a ese río tan bello. Me gusta mucho como lo ensalzas, que a buen seguro es lo merecido del Río Guadalquivir.
ResponderEliminarBonita foto.
Abrazos