11 junio 2020

EL ABUELO




En la Alameda, con paso corto
y apoyado en su andador,
camina torpemente por entre el gentío.

Todo en su entorno es bullicio:
un padre enseña a su pequeña a montar en bici,
media docena de niños
se disputan un balón poniendo en ello el alma,
dos jóvenes se besan como si el sol
hubiese dejado de alumbrar;
en los veladores se trasiega alcohol
con el ansia de un velero que ha de hacerse a la mar;
muchos caminan sus prisas de un lugar a otro
y muy pocos pasean…

El abuelo ha logrado un espacio en una esquina de un banco
y suspira satisfecho por su logro.
Al poco, hace memoria de la fugacidad de la vida
y cómo era cierto que los árboles y los postes
circulan en dirección contraria a la marcha del tren
y a mucha más velocidad.

Los vientos de las prisas se llevaron sus retos aplazados,
los caminos no desbrozados
por la urgencia inaplazable de lo cotidiano:
esa primavera en París
donde no llegó a llevar a su difunta esposa,
el miedo sempiterno que no le permitió
un simple desmán o un derroche
administrativamente no justificado,
una locura, una imprudencia…

Prudencia, cordura, miedos que ahora
van subidos en los postes viajeros,
esos que corren paralelos a la vía,
en dirección contraria,
por la fatídica velocidad del tiempo.

21 comentarios:

  1. Hola Francisco. Y a pesar de las cosas que nos dices en tu poema, ahí está él, el abuelo haciendo frente a la vida. Ya no corre, pero camina. Los demás corremos sin apreciar la vida y las cosas más sencillas. Corremos porque la vida va de prisa. Para él ahora está en pausa y se toma su tiempo.
    Bonitas letras y suerte que tuvo el abuelo de llegar a envejecer.
    Abrazos

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    1. A mí me parece venerable ver a un anciano o anciana caminando torpemente con su andador, es una historia, un cúmulo de sabiduría e historia viva.
      Abrazos.

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  2. Los abuelos somos un espécimen, que quieren hacerlo extinguir, somos caros y dicen que no servimos para nada, es lo que dicen y algunos hasta lo escriben y lo aplican.

    Un abrazo.

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    1. Lo que dices es muy duro, pero es cierto que algunos han lanzado mensajes muy adversos contra los ancianos y sus pensiones y gastos farmaceúticos.
      Un abrazo.

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  3. La vida corre deprisa, es cierto. Mi padre decía en su ancianidad que los días son lentos y los años rápidos, y qué duda cabe que tenía razón.
    Un saludo

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    1. Sabio tu padre, Carmen. Así es, los días corren lentos y los años son muy fugaces desde la perspectiva de la edad.
      Un abrazo.

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  4. Hay que ir esquivando gente joven y mayor sin mascarilla y niños- bala con pelota incorporada.
    Un abrazo, Paco.

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    1. Genial esa definición del niño, Cayetano: "bala con pelota".
      Un abrazo.

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  5. El inexorable paso del tiempo... Un abrazo

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    1. Ese es el asunto, Antorelo, el tiempo pasa sin que podamos hacer nada por impedirlo.
      Un abrazo.

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  6. Hermoso poema Francisco...A medida que cumplimos años esa velocidad del tiempo aumenta considerablemente.Saludos

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    1. Lo importante es vivir en plenitud y no pendientes del paso del tiempo: decrece el físico, pero se incrementan los conocimientos.
      Un abrazo.

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  7. Tiene la sabiduría de los años y sabe valorar lo importante de la vida. Sabes que las prisas no sirven para nada y saborea con lentitud los días que le quedan de vida.

    Besos

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    1. Así es, querida amiga Antonia. Tenemos que aprender de él a vivir y a gozar de aquello que se puede.
      Besos.

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  8. Ese abuelo saber unir todos los tiempos en el momento presente, que vive en plenitud, Francisco. El sabe como nadie descifrarlo, mirarlo en perspectiva y volver a disfrutar de momentos inolvidables, haciendo más llevadero el presente, que lo eterniza en un instante.
    Mi felicitación y mi abrazo por tu sabiduría.

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    1. Muchísimas gracias, María Jesús, por esa visión que tienes de mí.
      Un abrazo.

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  9. Por mi barrio anterior, todos los doningos muy temprano, pasaban una pareja de ancianos, muy ancianos. Muy flamantes y felices, amorosos. tomados de la mano. Tenian un coche muy antiguo, impecable. En una ocasión se me ocurrió decirles que era hermoso ver matrimonios tan amorosos y vivir toda la vida juntos. Quéee. Me respondió ella. Somos novios... Con una coquetería, Paco. Para comérmelos a besos.y por qué no se casan, les pregunté. Todavía no me convence, me volvió a responder ella. Desde cuándo son novios. Ya sabes, yo intrigada y chismosa. Toda la vida. Somos primeros novios. :) woow. Me encantaron.
    Un abrazo.

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    1. Preciosa anécdota, Sara. Así son los abuelos, una caja de sorpresas.
      Un abrazo.

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  10. Bonito y emocionado poema.
    Me gustó mucho.

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  11. El tiempo va de prisa amigo Francisco pero el abuelo aun esta aqui y eso es lo importante.... Saludos a la distancia.

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