Plástico ardiente, uniforme
de modelado y color,
apelmazado; asientos cosidos
por el costado
que se agitan con las toses
ajenas;
en el ambiente, un murmullo
ininteligible de
conversaciones solapadas
como tormenta en vaso
campanudo.
De vez en cuando,
la megafonía pronuncia un
nombre
y un número de consulta
con voz metálica que se
entrecorta;
tampoco así se hace el
silencio
y la espera se modula
desesperante.
Por fin,
mi nombre y número de
consulta;
mientras me levanto,
repetición y cambio de sala:
hoy todo se presenta en
contra,
ojalá el diagnóstico
tome por la bisectriz que
todo lo equilibra.
Espero que todo vaya bien, igual que tu poema.¿Como puedes todo convertirlo en poesía?Saludos
ResponderEliminarMi estado de salud... bueno ahí vamos. Este poema lo escribí el pasado miércoles en la sala de espera de un hospital. Era una visita rutinaria. En cuanto a los temas, parece ser que todo se puede poner por escrito. Mil gracias, Katiuska.
EliminarUn abrazo.
Cualquier situación es propicia para un buen poema. Espero que esa misma situación te sea propicia vitalmente. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarSí, Felipe, para un buen poema sólo se requiere que esté bien escrito. Yo voy adelante con mis dolores que ya conoces.
EliminarUn abrazo.
Lo de la sala de espera y desespera es una buena técnica de tortura previa para ablandar al paciente y que luego no se acuerde de la mitad de lo que le pasa.
ResponderEliminarMejor no vernos mucho por allí.
Un abrazo, Paco.
Dudo que ese sea el objetivo, Cayetano, pero no dudo que es cierto el efecto que consigue.
EliminarUn abrazo.
En la sala de espera el tiempo se eterniza y la imaginación vuela sola.
ResponderEliminarBesos
De alguna forma, uno trata de escapar de los ambientes incómodos.
EliminarBesos.
Una sala de espera suele inspirar mucho . Que te mejores.
ResponderEliminarMuchas gracias, Chelo. Vamos adelante.
EliminarUn fuerte abrazo.
¡Ojalá!, no me gustaría saberte enfermo.
ResponderEliminarTracy, tengo un viejo problema de columna, pero aquí estamos hasta que pueda ser.
EliminarUn fuerte abrazo.