Un manantial canta en la
palma de tus manos
y se desborda de hidratada
alegría,
un rumor que trae ecos
profundos de la tierra,
de un corazón calcáreo-silíceo
de cuyas pulsaciones,
recién nacida, salta como
potrillo por los riscos
y las laderas revestidas de
aulagas y juncias.
Desconozco el lenguaje del
agua,
pero tus manos son
traductora inteligente
que devuelven luz a cambio
de ignorancia
y anega mi capacidad de
entendimiento
de tanta verbosidad
contenida que te dibuja
hasta en los más agudos
ángulos de tu anatomía.
Como chispas de luz, como
albor que destella,
que se desprenden de las
bengalas de tus dedos,
una sintonía de fosforescencia
y sonido
donde bajan a beber las
estrellas curiosas
del firmamento asombrado que
te contempla;
un torrente de luceros que
describe el milagro
de tu sonrisa reflejada en
el agua
como colofón de este éxtasis
que vivo o sueño.
Gracias a la sequía esos manantiales bajan vacíos. ¡¡Y que todavía haya gente que no se crea lo del calentamiento global!!.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues las dudas se han esfumado para el que quiera ver o para el que no le afecte negativamente decir la verdad.
EliminarUn abrazo.
Nada que ver con el paripé que hizo Pilatos, allí no hubo luz.
ResponderEliminarUn abrazo, paco.
Aquello fue otra cosa, ¡dónde va a parar! En cambio estas manos femeninas surtiendo del agua...
EliminarUn abrazo.
Un manantial canta en la palma de tus manos, obedeciendo a un dictado entre celeste y divino, derrAmándome Amor.
ResponderEliminarUn desbordado abrazo
Derramado y desbordado con tu comentario, Merche.
EliminarUn fuerte abrazo.
Agua transparente y limpia que alivia los calores del verano.
ResponderEliminarBesos
Beber de esas manos es como una renovación de la vida.
EliminarBesos.
Que vives, que vives y menos mal que lo vives y nos lo cuentas. Un abrazo .
ResponderEliminarMil gracias, Chelo.
EliminarUn fuerte abrazo.
No vendría bien que muchos manantiales cantasen en muchas manos. En todos los sentidos. Un abrazo
ResponderEliminarPues sí, Felipe. Cuando la realidad es tan opaca no queda otra que refugiarse en lo creativo.
EliminarUn abrazo.
Esos son los milagros que hace el agua.
ResponderEliminarAunque a veces no estemos atentos a lo que verdaderamente sucedes, estos son algunos de los efectos de un manantial en manos de una mujer.
EliminarBesos.
Qué lo vives y lo sueñas y nosotros también al vivirlo leyéndolo.
ResponderEliminarBesos.
Ese es mi deseo, hacer disfrutar a mis lectores con mis propuestas, Sara.
EliminarBesos anisados.
Precioso.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, preciosa.
EliminarBesos.