He salido hacia la playa
cuando la luz del día
era sólo promesa instalada
en la costumbre;
la luna en menguante
y el silencio atronador en
el frío asfalto.
Ningún rugido de motor. La
luz
de las farolas, fanal
proyectado en el suelo vacío.
Tras la duna, una inmensidad
centelleante que se mueve a
ritmo
y la música salada en los
oídos como constante,
certificando el encuentro.
Soledad. Los primeros rayos
de luz
y soledad total en el
momento más fresco del día.
En la arena mojada, pisadas
de ayer
o de más madrugadores, rastros
inciertos
de otras emociones
pretéritas.
Calibro visualmente y le
adjudico el ayer
que me coloca en primicia;
de inmediato, un nuevo ciclo
de olas
y de inmediato quedan
borradas las huellas.
Entonces admito que otros
se anticiparon a disfrutar
el espectáculo.
En algo tan cotidiano, no es
fácil la exclusiva
ni llevar la delantera a
nadie.
Siempre diferente el amanecer. Imagina un lugar donde puedas disfrutar de la salida del sol y por la tarde de la puesta también en el mar, otro momento mágico... Ese lugar -o lugares- existen y no muy lejos.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Lo mágico, Cayetano, es que en cada punto hay un amanecer diferente y cada día un nuevo espectáculo. En este caso, el protagonista creía que era el primero en llegar a contemplar el amanecer en la playa y siempre hay quien nos toma la delantera.
EliminarUn abrazo.
El que otras personas llegaran antes para disfrutar del espectáculo no quita que tu hayas disfrutado de el, y nos lo plasmaras a través de tu poesía. Gracias,besos
ResponderEliminarMuchas gracias, Katiuska, eso mismo pienso. El paseo ha sido imaginativo y en consecuencia el resto también; pero es verdad que lo hemos disfrutado.
EliminarBesos.
Sí, quizás vuelva mi protagonista a esos agridulces paseos, al encuentro con la mar, el cielo y rezo mañaneros.
ResponderEliminarEste protagonista vuelve una y otra vez a la mar sin poder evitarlo, ya esté a la orilla o aunque se encuentre tierra adentro.
EliminarBesos.
Cuando ya el mar he dejado a lo lejos, hoy me traes de nuevo esas sensaciones que he sentido en su presencia.
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias y feliz regreso. Espero y deseo que lo hayas pasado muy bien y gracias de nuevo por ser asidua de este Bloc.
EliminarBesos.
¡Ah!, ¿eras tú el que estabas por allí?
ResponderEliminarEntonces, ¿eran tuyas las huellas que me precedían, Tracy?
EliminarBesos.