Si yo tuviera el don de profecía,
si tuviera capacidad para
mirar
al mañana desde el hoy
y ver con nitidez
el lazo azul de tu mirada en
la mía,
como uncidos a un mismo tiro
o yugo subordinado de tú en
mí,
a la atadura del uno en el
otro
y vislumbrar tu sonrisa
en las jambas abocinadas
hacia la que nos proyectamos
sin remisión posible y
voluntaria.
Si yo tuviera el don de
profecía…
Créeme querido amigo, es mejor no tenerlo y dejar la vida correr.
ResponderEliminarTal vez tengas razón, Tracy.
EliminarUn fuerte abrazo.
De seguro que lo tienes...
ResponderEliminarPaco, ya regresó a la normalidad mi acceso a blogger!! Y estoy alegre y contenta, mírame... jajaja.
Mañana vengo y leo todo lo que escribiste en estos días de ausencia, que veo que te aplicaste bastante. Pero no me pierdo ninguno de tus poemas de tú blog mi consent.
Muchos besos.
Magnífico, Sara. Mi blog es paciente y siempre aguarda tu llegada a cualquier hora del día. Me alegra que hayas recuperado tu conexión.
EliminarBesos.
Por inspiración divina
ResponderEliminarNo, no han vuelto las golondrinas..
Ha sido una melodía(🎶Acurrúcame)
lo que dejaron en mi balcón
¿Corazonada, presentimiento, intuición?
Abrazo profético
Un abrazo poético para ti, Merche. Y gracias por venir a leer y comentar.
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