25 agosto 2017

PARA NOMBRAR



Para nombrar nacieron los sustantivos
y así distinguir  lo que es piedra de lo que es árbol,
lo que es pan de lo que es fuego,
lo que es tierra o arena de lo que es madera,
lo que es cumbre de lo que es abismo;
y pudimos diferenciar entre la luz y la tiniebla,
entre el día y la noche,
entre la tarde y la mañana,
entre la nube, la lluvia, el río y los mares.

Y escampó, se iluminó el arcoíris y supimos apreciar
y nombrar el azul, el amarillo, el rojo y el violeta…

Se llenó el firmamento de estrellas
y también de cometas con colas fastuosas:
de noche dimos el trono a la Luna
y de día lo tomó por la fuerza de su brazo el Sol.

Crecían las hierbas, y las semillas, y los frutos;
aprendimos a respetar a las fieras
y a ser esquivos mayoritariamente con ciertos reptiles,
pero nos quedábamos absortos
viendo volar a los pájaros.

Luego nacieron los pronombres personales
y comprendimos quién soy yo y quién eres tú,
quienes somos nosotros y quienes son ellos.

Final nacieron los posesivos y con ellos la discordia.

12 comentarios:

  1. Los posesivos lo estropearon todo, solo recordamos el mio y el tuyo, y olvidamos el nuestro.
    Un bello poema.
    Un abrazo

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    1. Muchísimas gracias, Julia. Tus palabras son recompensa para mi esfuerzo.

      Un abrazo.

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  2. Hermosos pensamientos se han escrito con el posesivo y no menos hermosas acciones se han tenido; es mi amoroso posesivo de carácter altruista, generoso, desprendido...  carente de intereses o egoísmos.

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    1. Los posesivos, cuando priorizan al otro, son amor y carecen de egoísmo. Muchas gracias, Merche.

      Un abrazo.

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  3. Cuanta razón tienes en todo lo que dices. Deseamos poseer cada vez más, sin tener en cuenta el que carece de todo...sin embargo, no es más feliz el que más tiene.

    Besos

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    1. Lo explicas mejor que yo, querida amiga. Gracias por tu puntualidad y comentarios.

      Besos.

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  4. A estas horas no llevo sombrero, pero si lo llevara, me lo quitaría ante ti.
    Aunque creo que el follón empezó con el pronombre personal YO

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    1. El YO es lo primero que desarrollamos desde bebés, y aunque en la escuela se empeñan en que aprendamos a compartir, la duración es bastante efímera. Recuérdame, querida amiga, que te compre un sombrero, que las radiaciones son muy malignas.

      Besos.

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    2. Nada me gustaría más, para poder quitármelo cuando te leyera.

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    3. Yo también te admiro, querida Tracy, y aspiro a tomar té contigo.

      Besos.

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  5. En los posesivos se acaba todo lo que llevábamos ganado.
    Besos de anís.

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    1. Da la sensación de que nacemos perfectos o angelicales, pero bien pronto nos vamos deformando.

      Besos de azúcar.

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