“La vida con la historia,
tan dulces al recuerdo.”
LUIS CERNUDA
Quiero encontrar una
palabra, sólo
una palabra; añil por
ejemplo, con la que tintar
los oscuros mordientes de
este presente
obstinado en la irremediable
derrota,
sin opción, sin alternativa,
sin otra salida
que no sea el destierro
humillante y lacerado
de entre los viejos muros
del Aerópago,
donde hoy las palabras son
detritos
que discurren veladas a las
alcantarillas.
Un silencio profundo y
espartano,
un estallido de desconfianza
bosqueja los gestos
abocetados de miedo;
en silencio, sin pronunciar
palabra,
enmudecidos de famélico pánico,
la palabra esperanza, es hoy
tocino flácido
en los ijares de cada uno de
los griegos;
es trágala, es propuesta de
muerte indigna
al dictado de otros foros de
manos tahúres,
más adineradas, más fieras,
más hurañas.
La Europa del Euro, el
maquillaje
soberano, ha urdido el tapiz
de los ricos
y el de los pobres
endémicos,
y ha emplazado su cortijo en
el ágora,
─a la luz de los soterramientos─
y ha fagocitado la voluntad
popular
en manos de la extrema
pobreza.
Por las vagas esquinas de
los sueños
se deshelenizan las
fantasías
a la que otros, y ellos
mismos,
le han hecho una ahogadilla
en el juego inocente de la
plaza pública.
No, no se trata de un
sintagma nominal,
sino verbal, a la
disciplinada voz de “ar”.
Con lo de Grecia, todos hemos perdido, solo han ganado dos de los que jugaban, Alemania y los ricos acosadores del mundo.
ResponderEliminarSaludos
Así es, Emilio, todos hemos perdido. Posiblemente estemos los españoles en lista de espera, precedidos de los portugueses: el dinero no acaba de satisfacerse y el hambre cada día se ve empujada a hacerlo de resignación.
EliminarUn abrazo.
Se puede decir más alto, pero no más claro, te felicirto.
ResponderEliminarBesos, te deseo un feliz fin de semana.
¿Vas a venir este año por aquí?.
Gracias, Demófila, por tu comentario. No voy a venir, sino que ya estoy en Marbella, pero todavía me he movido poco de casa. Nos veremos pronto.
EliminarBesos.
Yo creo que con la entrada del Euro todos hemos perdido y estamos manejados por ellos, somos sus marionetas.
ResponderEliminarUn beso.
Antes eran los Estados, ahora son los grupos inversores, con sus capitales anónimos, quienes nos gobiernan. La democracia es una pantomima: tanto tienes tanto vales. El referéndum griego sólo ha servido para decir no, pero sí.
EliminarBesos.
Gran poema Francisco. Quizá sea hora de dejar de hablar de extremismos que no sea el extremismo del hambre.
ResponderEliminarUn abrazo poeta
Ese calificativo en tus labios, Carmen, suena muy muy bien. Yo siempre estoy del lado de los débiles, de los que se han hecho equilibristas de la vida sorteando el hambre y otras necesidades. Gracias, mil gracias.
EliminarUn beso