Poema publicado el 13-07-15 en el blog "Trazandi caminos" |
Ante mis ojos, una
inmensidad
Turquesa. Azul turquesa,
coronado
de inmaculada con veladuras
grises.
La mar es un anchuroso
abrazo
líquido, un corchete de este
a oeste
entre el lagrimal izquierdo
y derecho
con la salazón sazonada al
punto
y yodada de encanto y
misterio.
A veces, violenta agitación,
otras
movimiento continuo y
sostenido,
aun cuando hoy es
inapreciable
como alberca inmensa o rica
sopera,
donde cabe todo, hasta los
sueños
de las algas y las travesuras
musicales
de los ensueños de las
sirenas.
Monótona, plana, lenta,
asonantada
como canción que invita al
arrumaco:
dúctil, como hilo de estaño
o plata;
maleable, como madeja de
lana
en las manos laboriosas de
una abuela;
inmenso: toda la vida cabe
en sus entrañas
frías, la vida en origen y
en transición
de branquias a pulmones, de
agua
a tierra firme, a ladera y
monte escarpado.
En el encuentro de amaraje
con la arena,
el agua es festón, puntillas
de nata
como apóstrofe de inmensidad
turquesa.
Esa inmensidad azul en movimiento, que nos inspira toda clase de sentimientos...Es principio de vida y esencia divina...El mar nos espera siempre para abrazarnos y recordarnos que, habita en nuestro cuerpo y en la inmensidad infinita de nuestro espíritu...
ResponderEliminarMi felicitación por tu mirada profunda y sabia.
Mi abrazo de luz y mi cariño.
M.Jesús
Mil gracias, María Jesús, por tus atinadas palabras que calan hasta el hondón de mi mirada y mi espíritu.
EliminarUn fuerte abrazo.