A mis compañeros de Cáritas
Ayer fue lunes todo el día
como un largo bostezo;
por la tarde ya pensaba en el miércoles,
pero este adormecía
en su pausado caminar
con la parsimonia previsible
de la alacena vacía.
Puede que se pare el reloj,
pero el tiempo no deja de morder
y mascullar resuellos
como en una digestión imposible.
La
cita
era el miércoles, como cada semana,
y la escasez había sido convocada
por la generosa dádiva queriéndose hacer pan.
Llegó ruborizada y plena de candor
como una adolescente,
saludó con un gesto y quedó a la escucha;
extendió sus manos vacías
y se las colmaron remecidas,
agradeciéndolo con una lágrima;
la penuria paga con lágrimas al contado
y con titubeos articulares inconexos
salda los agradecimientos.
La
cita,
como cada semana, era el miércoles
y no pudo ni quiso sustraerse al calendario.
Esta vez tu poema me ha estremecido, de pies a cabeza. Es muy hermoso y muy triste.
ResponderEliminar"...la penuria paga con lágrimas al contado..."´es tan sólo la verdad , la crueldad de un mundo que olvidó la compasión. No todos.
Eres un ser de luz Francisco. te desvelas por el que no tiene. Todo esto te volverá triplicado, si no fuera a tí, será a tus seres amados. TE LO FIRMO. Sé de qué hablo.
Contarte como amigo es para mí como tener esa gema de jade que miro en sueños.
Que Dios abrace cada minuto de tus días.
Un abrazo gigante.:)
He cometido un error a mencionarme sin intención en la dedicatoria. En verdad, es un homenaje a todas aquellas personas que pasan necesidad y se ven obligada a aceptar la misericordia. Me gustaría ser lo que dices, María del Carmen, pero estoy lejos de eso. Gracias por tu mucha estima y consideración. Que Dios te abrace también a ti cada día.
EliminarBesos sonoros.
Generosidad rebosan tus versos, extendió sus manos vacías
ResponderEliminary se las colmaron remecidas...que feliz se sintió, quien puede no darse cuenta de lo hermoso que es dar?
Bsss
Dijo Jesús: "hay más felicidad en dar que en recibir". Y así sucede, que cuando uno hace por ayudar, es ayudado.
EliminarBesos.
El valor de la generosidad consiste en dar a los demás más allá de lo que nos corresponde por justicia u obligación. Implica la capacidad de salir de nosotros mismos y, por un acto de amor, enfocar las necesidades de los otros.
ResponderEliminarEn tu poema puede verse ese valor y la generosidad de tu alma.
Cariños....
Yo no sabría explicarlo mejor, Oriana. Gracias por tu comentario.
EliminarBesos.
Hola Francisco, bello y al vez triste poema. Es triste quien quiere ofrecer y tiene sus manos vacía. Aun así unas manos vacías que se ofrecen para dar son caritativas.
ResponderEliminarHermoso lo que dices y el alma se retuerce al pensar qeu a veces no brindamos nada a los demás sabiendo que por poco que sea le hará feliz.
Saludos y besos
Yo no lo considero triste, Isa, sino muy satisfactorio. Pensar en los débiles, en los últimos en lugar de tratar de hacer fila con los poderosos es la primera acción; luego viene el compartir que tanta falta hace.
EliminarBesos
Hola Francisco, triste poema nos dejas pero tan real como la vida misma, y tan real como esas lagrimas que son el único pago que muchos tienen para agradecer el que unas manos humanitarias y generosas se acuerden de ellos, manos generosas como las tuyas que van guiadas por un gran corazón que añoraba su cita con esas almas que tanto necesitan, no cambies que nos hace falta muchas almas como la tuya:)
ResponderEliminarBesos.
Yo soy una gota en el océano, Piruja. Los otros, los otros son los importantes.
EliminarBesos.
Con tu permiso, tu poema se lo dedicaría a todos aquellos que ponen un granito de arena para evitar que este mundo sea más insolidario.
ResponderEliminarUn abrazo.
Por supuesto que lo tienes. Si yo los conociera se los entregaría también a ellos. Por desgracias son muchos los que atraviesan por malos momentos, pero también muchos los que están concienciados de sus necesidades. Nuestros pobres son todos los pobres del mundo, todos los sometidos; nuestros amigos, todo aquel que hace algo en provecho de otro, y por fortuna son legión.
EliminarUn abrazo.
Menos mal que la generosidad y la entrega siempre está.
ResponderEliminarUn abrazo
Están, es cierto, pero conviene remover las aguas y las conciencias para que no se nos olvide que son muchos quienes nos necesitan.
EliminarUn abrazo.
"la penuria paga con lágrimas al contado
ResponderEliminary con titubeos articulares inconexos"
Casi siempre es así.y se pasa muy mal porque te encuentras ante tantas limitaciones. Toda generosidad es poca, y sabes que wn tantas ocasiones no hacar mucho más.
Bss
Todo es poco, Katy. Es muy cierto, pero al tiempo, muchos pocos hacen un mucho y esa es la tarea.
EliminarBesos.
Esas manos vacías extendidas...suelen devolver más de lo que reciben.Nos devuelven su alma y seguimos sintiéndonos en deuda con ellos...El tema es delicado y profundo y entre tus letras se lee el dolor, la angustia y la buena voluntad. Cáritas hace una gran labor en estos momentos de crisis,ojalá surgieran más movimientos con la misma finalidad. Sólo el espíritu del hombre puede paliar los males del materialismo.Es sumamente necesaria una renovación interior de nuestros políticos y de todos los ciudadanos.
ResponderEliminarMi gratitud por tu solidaridad y buen hacer.
Mi abrazo grande y mi ánimo siempre.
M.Jesús
Gracias, María Jesús, siempre tan cercana. Pensar en el otro nos hace más humanos y la recompensa está garantizada.
EliminarBesos.
Si no fuera por Cáritas, que sería de tantas personas que pasan necesidades!....la solidaridad se impone en la difícil situación en que nos hemos sumergidos. Esa solidaridad no la vemos precisamente en nuestros gobernantes, estos para nada quieren recortar sus privilegios y viven de manera opulenta. Como siempre las personas sencillas y humildes son las que aportan y comparten lo poco que tiene.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la imagen del cartel.
Besos
http://ventanadefoto.blogspot.com.es/
Cuanto mayores son las necesidades, mayor es la urgencia en acordarse de aquellos que quedan en los márgenes para la política y la economía. Muchas gracias.
EliminarBesos.
Admiro la labor de Cáritas, todo reconocimiento es poco.
ResponderEliminarUn abrazo Francisco.
Me consta que ellos no lo hacen por el reconocimiento, pero a nadie amarga un estímulo.
EliminarBesos.
Es encomiable la labor de Caritas, pero admirable lo es también, incluso más, la desinteresada entrega de los voluntarios, sin la que seguramente aquélla no funcionaría con tanta eficacia. Un abrazo.
ResponderEliminarCáritas es un montón de voluntarios con algunos profesionales que reparten la caridad de los fieles. Todos formamos parte de una misma cadena y todos los eslabones son imprescindibles.
EliminarUn abrazo.
Hacen falta más pocos.
ResponderEliminarGracias, en nombre de tantos.
Un abrazo!
Los voluntarios son sólo las manos que reparten la bondad de quienes se acuerdan que otros lo pasan mal y contribuyen con sus medios.
EliminarAbrazos.
Los pocos siempre son los importantes,pues suelen ser los que se interesan de verdad. Un saludo y animo hay mas pocos de lo que parece
ResponderEliminarEn este tiempo desastroso, cuando los empobrecidos se han multiplicado por la falta de trabajo y los desahucios, la generosidad de no pocos se ha incrementado de forma espectacular. No son pocos los que reparten y son muchos los que aportan para que hayan medios con los que ayudar.
EliminarBesos.
Pues ojalá que el verano no haga que los miércoles se terminen. Hay que continuar intentando hacer todo lo posible para que la situación de algunas personas cambie. Mil besos
ResponderEliminarEstoy seguro de que no desaparecerá el día de ser generosos, que siempre habrán manos que sientan el vacío de otras manos.
EliminarBesos.