Hasta hace poco, los bancos eran casi
tan numerosos como los de madera o hierro del parque; ahora van quedando pocos, pero con carteras
más sustanciosas. No sabría explicar el motivo, pero el dinero tiende a la
concentración y no a dispersarse. Lo tradicional es que los bancos fueran
públicos o privados: los primeros edificados sobre el dinero del estado y los
segundos con los bienes de particulares. La tendencia es a la desaparición de
los primeros y la recapitalización de los segundos con ayudas públicas. Pero
existe otro banco de reciente creación al que todavía no le he tomado la medida
y no conozco su funcionalidad ni utilidad: el banco malo.
Con la caída del Muro de Berlín,
bajo sus escombros, quedaron sepultados los sistemas socialistas y ahora
navegamos por el proceloso mar del mercado libre, un mar donde cualquier modelo
de sociedad parece derivar, tarde o temprano, hacia el sistema neocapitalista
liberal. Se acabaron las ideologías. ¡Viva el mercado! Un sistema en el que se
predica la igualdad de oportunidades, pero en el que no todo el mundo alcanza
la misma oportunidad.
Paseando por la entrañable Marbella
de mi infancia, por la Marbella de los muchos hoteles de cinco estrellas, me
encuentro con alguien bastante estrellado que posiblemente haya sido desahuciado por el banco y
ahora vive en un banco con sus escasas pertenencias en lugar de en la que fuera
su vivienda habitual. No es un hotel cinco estrellas, pero llegada la noche le
alumbrarán todas las estrellas del firmamento. Es posible que tenga que pasar
las noches paseando como medida de protección, pero ahora, a pleno día, alejada
de la zona turística donde no se lo permitiría, esta señora reposa su vida, su mala estrella y su
cansancio a pleno sol, la cabeza a la sombra, pertrechada de sus escasas pertenencias.
En el momento de editar estar
líneas, sigo sin saber nada del intríngulis del banco malo; aunque a mi
parecer, debe ser bastante más malo que este que aparece en la fotografía de
tablas desnudas y sol ardiente.
Polisemia: pluralidad de significados de una palabra o de cualquier signo lingüístico.
Polisemia: pluralidad de significados de una palabra o de cualquier signo lingüístico.
Son los in-humanos que trabajan en esos bancos "malos" los que dirigen a su antojo las miserias y las penas .. y muchas veces .. los que deciden quién duerme en esos otros bancos .. más duros pero mucho más limpios ( sin duda ) que sus almas ...
ResponderEliminarUn infinito abrazo querido amigo ( dos siempre )
El verbo trabajar no me parece que sea el indicado para esas personas, pues los que trabajan en los bancos son tan víctimas como los clientes y el resto de la sociedad.
EliminarNo me refería al cajero o al que está tras su mesa y nos atienden... hablo de los que los dirigen desde la parte más alta del escalafón ...
EliminarEl banco malo, nos va a hacer la pascua igual que los otros bancos que aun siendo iguales tienen otro nombre. Un abrazo
ResponderEliminarla verdad, no entiendo nada de esas cosas de los bancos pero sí entiendo de la desesperación de esa pobre mujer que vive en un banco precisamente. ¡Qué hacen las autoridades ? Menos mal que tienen calor allí. estas cosas me enfurecen y me duelen mucho. No importa si la mujer se equivocó, si hizo mal las cosas´no me importa nada , sólo pienso en el horror que le toca vivir. Sólo puedo rezar y pedir a la Virgen por ella. A veces la vida es muy injusta. Y no me digas que no.
ResponderEliminarbesos del alma. :)
El sistema neo-liberal da más al que más tiene y les quita a los desvalidos la oportunidad de vivir dignamente, de tal manera que muy pronto habrá un inhumana concentración de la riqueza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y un cambio ya predicho en un gobierno lacayo de los gringos podrá tener o no a más en bancos malos. O quizás, tantito más peor.
ResponderEliminarPero se sigue en la lucha!
Saludos!
Una polisemia que comprato contigo.
ResponderEliminarA esto es a lo que nos está llevando el sistema que nos han implantado.
No importan las personas, solo importa la cantidad de ceros del banco, ya sea el maol o el peor.
un abrazo amigo
Desconozco si en la actualidad en Marbella se ven muchos, pocos o ningún "pedigüeño", "desahuciado" o arruinado, como conoces, en la época del Jesús Gil, estos personajes eran expulsados hacia otros pueblos más o menos cercanos no fueran a ensuciar el suelo y el pedigrí Marbellí.
ResponderEliminarEl banco-malo es Francisco Espada, Emilio Martín, Felipe Tajafuerte........ y los millones de ciudadanos que tenemos que poner dinero para que estos bancos y banqueros de bancos buenos y capitalistas de mierda sigan viviendo como los pachas marbellies.
Un abrazo
Leo el post, leo los comentarios y decido no decir nada por no ser mal entendida, más tarde decido comentar, pero qué y cómo.
ResponderEliminarEstudié y comprendo más o menos lo que es y en qué consiste el Liberalismo, mas no sé a quién se le ocurrió inventarse eso del "neo-liberalismo", qué es eso.
Tampoco me entra en la cabeza que se llame "capitalismo de mierda" al sistema que te permite llamárselo, y que ha demostrado ser el único en el que prosperan los Estados.
Por supuesto podríamos verle cientos y cientos de fallos, claro, tantos como personas que manejan el cotarro, ya sabemos que el poder corrompe. Y también sabemos que la Democracia es el sistema menos malo conocido, y ésta sólo es posible en el mundo occidental capitalista.
En cuanto a bancos, buenos o malos, sé poco o nada, pero sí sé del abuso que ejercen sus directivas en las que no olvidemos hay gente de todos los ámbitos políticos.
Un abrazo Fco.
Ainsss Francisco, seguro que el banco malo tiene más dinero que la señora que nos muestras, pero sabes que? estoy seguro de que no la llega en dignidad ni a la suela de los zapatos. Un besazo.
ResponderEliminarHay Bancos, bancos, banqueros, bancarios y banquistas.
ResponderEliminarAprovechando que interrumpo brevemente las vacaciones, paso por tu blog a saludarte.
Feliz verano.
Gracias por la lección lingüística.
ResponderEliminarCreo que aquí a pesar de la crisis aún nos ayudamos unos a otros y todavía no sabemos lo que es ser pobre de solemnidad. Y si no que lo pregunten a las ONG.s que trabajan para paliar el hambre y la miseria en el resto de los países que están bastante peor.
Me temo que aún nos llegarán las vacas mucho más flacas.
Bss
Unos bancos sirven para dormir y otros para quitarnos el sueño.
ResponderEliminarUn abrazo
Últimamente me he perdido y no me encuentro en este sistema llamado democracia tiranizado por la banca. El neoliberalismo se vio en los años 80 que no servía, que tenía de todo menos de social, y ahora caemos en el msimo error... Podíamos aprender dle New Deal, por ejemplo, para salir de esta crisis puñetera en al que nos han metido, pero no, recortes, recortes y más recortes.
ResponderEliminarUn saludo
es que, en mi humilde forma de pensar claro, no existen los bancos malos. Pobres edificios inanimados, faltos de sangre que los recorra y de alma para "sentir". Los únicos malos son esos personajes despojados de toda cultura que no sea la de hacer dinero a costa de lo que sea
ResponderEliminarbesos
Gracias Francisco por tus hermosas palabras y por tu demostración de afecto siempre hacia mí. Es un estímulo grande. Un abrazo fuerte a mi fiel amigo de las tardes del té.
ResponderEliminarAbrazos.
Tampoco yo sé mucho del banco malo, salvo que los sueldos de sus directivos, en concreto de su presidenta, no comparte en absoluto el adjetivo de la Entidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una palabra muy usada como ejemplo de polisemia(de dinero, de sentarse, de peces) y ahora es ejemplo de sinonimia : ROBO
ResponderEliminarAmigos todos: ayer tuve un día bastante ocupado y no pude dedicar mucho tiempo a estar delante del ordenador, así que no di respuestas a vuestros comentarios, algo que no puede traducirse por falta de interés. A todos os credo muy agradecidos.
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