Para el común de los mortales, la
moto es un medio de transporte con un altísimo componente lúdico por encima de
lo utilitario. No hay otro vehículo a motor que proporcione similar estado de
libertad, quizás por su autonomía y por el permanente contacto con la
naturaleza, al no estar el conductor como en el automóvil encapsulado en su
interior.
Los moteros, además, constituyen
un estilo de vida, una manera de ver y sentir que va mucho más allá del mero
hecho del transporte; no en vano son muchos los clubs de moteros y las
concentraciones donde se encuentran bajo un mismo espíritu y una indumentaria de
gran uniformidad en el vestuario, con escasas variaciones de unos a otros.
La última vez que se le vio a
esta motera fue en Marbella, pero ha desaparecido de circulación y no se sabe a
ciencia cierta cuál será su paradero. Se dice, se comenta, que se dirige a
Moscú, pero esa es una empresa demasiado arriesgada para emprenderla en
solitario. Dicen que la vieron cruzar la Plaza Roja a velocidad moderada, como
recreándose en la monumentalidad y sus grandes dimensiones, pero lo cierto es
que no contamos con una segunda fuente con la que confirmar tales sospechas.
Seguiremos informando.
¿A Moscú? A ver si es que tiene allí familia.
ResponderEliminarLe falta un gorro de piel de zorro, jajajaj...
U abrazo Fco.
¿No te irás ahora a Moscú a buscarla verdad? Mira que allí hace mucho frío. Un saludo desde mi mejana
ResponderEliminarHola Francisco...las motos son una belleza... espero tus averiguaciones sobre esta motera...Recibe un fuerte abrazo.
ResponderEliminargenial las motos, pero me da miedo andar una de ella, bueno lo digo desde lejos, ya que si algún día me compro una tal vez le tome el gustito, quizás al inicio me compre una vespa, para la ciudad y después vemos como vamos, jejejeje
ResponderEliminarsaludos mister, retornando...
!jaja! me ha hecho gracia que persiga el paradero de esa montera. Me gusta la moto, muchos años fue mi trasporte, con mucho frío, llena de papeles de periódico, con lluvia y nieve, pero es una gozada.
ResponderEliminarMil gracias.
Con ternura
Sor.Cecilia
La moto, sobre todo, si es grande tiene un alto componente sexual, es algo que tienes que dominar entre las piernas.
ResponderEliminarMe encantan las motos, especialmente las grandes, pero les tengo miedo.
Un abrazo.
Ciertamente ser motero es un estilo de vida.
ResponderEliminarEstaré atenta a próximas noticias.
Un beso
que suerte la de esta motera...Cómo la admiro! de verdad lleva ella solita la moto?
ResponderEliminarMe encantan el mundo motero (tu ya lo sabes), pero mi experiencia es siempre como paquete (en mi post de hoy incluyo foto), a la grupa de la moto de mi chico...
Con ella, hemos vivido experiencias inolvidables. Gracias a ella, he sentido lo más parecido a volar cuando he mirado al horizonte desde las más altas cumbres y he fotografiado desde mi "sillón de reina" y a todo gassss, a la Madre Naturaleza en pleno esplendor.
En otras ocasiones, me he abrazado a mi chico apoyándome en su espalda, sin miedo a la velocidad, he puesto mi vida en sus manos y he dejado que él ponga la de ambos sobre las ruedas de nuestra moto.
Mientras fuí madre de hijas pequeñas, no tuve intención de subir en ella, porque mi prioridad eran mis hijas y sentía que debía salvaguardarme para ellas. No obstante, con el tiempo, mis hijas dejaron de necesitarme (y yo así lo sentí), y comencé a experimentar lo que es difícil expresar en palabras...tengo un post sobre ello (http://larebeldequenofui.blogspot.com.es/2011/01/una-adolescencia-motera.html), en el que puedes investigar todas estas sensaciones...
Desde aquí, mi ánimo para esa motera atrevida y aventurera...
Un abrazo
Paco, sé de buena tinta que está en Moscú, espero no solo que la encuentres sino que nos cuentes vuestras andanzas.
ResponderEliminarUn beso a todos sobre todo a ese cicerone de lujo que vais a tener.
Tengo información de primerísima mano, confidencial, eso si! debe quedar entre nosotros pues podría correr la misión riesgo de 'Zarbotaje'. La motera se encuentra en una cabaña a orillas del río Moskvá (traducído como "lugar pantanoso o aguas negras" o "río oso" prefiero la segunda traducción) ; me encargo de llevarle viveres (bonitas palabras vive y eres), muchas mantas y demás. Hace algún tiempo solicitó, a sus superiores, cambio de destino y anda a la espera de que se lo concedan; el frío no va con ella pero le informan que la 'imposibol mishon' no puede alterarse. No sé. Tampoco sé por qué no me ha publicado el comentario. Lo dejé a las 11, hora españhola. Segundo intento
ResponderEliminarEmitiendo señal desde las Rusias con amor.
Karenina
Creo que fui de las primeras de mi ciudad en usar pantalones por haberme cansado de jugarme el tipo yendo de paquete de lado, que hay que ver lo difícil que era eso y el riesgo que había de ir al suelo en la primera curva.
ResponderEliminarNo andaba yo por aquí pero le he dado un repaso a todos tus post. Terrible lo de Ojén. Desgarra el alma. No puedo soportar la visión de esa hermosa arboleda destruida y quemada.
ResponderEliminarHe visto la degustación del pescaíto frito , que cada vez que lo veo se me llena la boca de agua.
Y no es por llevar la contraria, pero no me gusta nada la moto:-(
Bss
En general me caen bien los moteros. Son gente alegre y libre. Saben disfrutar de sus cosas. Un estilo de vida.
ResponderEliminarEspero que hayas sobrevivido al "sargento Macarena".
Un saludo
En mi primera juventud tuve un ciclomotor, hermano menor de aquellos "scooters" fabricados por una famosa marca italiana. Nada que ver con la motocicleta de la fotografía ni con el espíritu motero del que nos habla en su entrada. Hoy me encuentro más seguro y cómodo en el interior de esa cápsula, como usted dice.
ResponderEliminarUn saludo.