Miedo me da. Pronto será el
momento de volver a la vida habitual y hacer del baño un ejercicio riguroso y
exigente, no algo lúdico como sucede con el baño veraniego de la playa y el
bronceado, la tumbona y la toalla. Todavía en seco, cuando mi sargento Macarena
me vea llegar en traje de baño y las adiposidades consecuencia de tanta
cervecita y aperitivos…
No hace falta que me diga cómo el
pantalón me ciñe más que antes y mucho menos cómo noto la falta de forma tras
dos meses sin el ejercicio continuado. Para mi descargo, le llevo algunos
documentos médicos de ciertas dificultades pasajeras y la fotografía que aquí
reproduzco por si consigo que se compadezca de mí.
El verano va tocando a su fin y
todos nos vemos forzados a volver a la cruda y cotidiana realidad. A ti,
Macarena, te pido un poco de clemencia para este discípulo díscolo que sabrá
acatar con resignación tu benéfica voz de mando.
Animo Francisco. Macarena te entenderá,sobre todo después de leer este post. Gracias por compartir tus peripecias veraniegas con los lectores y que la realidad no sea tan dura como la pintan.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si yo te contara o contase... Llevo sin hacer ejercicio ni se sabe cuanto, le echo la culpa al pie pero la realidad es que estoy de un vago supino y he cogido unos cuantos kilos de más. Tengo que invertir esta tendencia. Un fuerte abrazo desde mi mejana
ResponderEliminarHola, Francisco:
ResponderEliminarDonde manda capitán no manda marinero, la disciplina es primero...
Un abrazo.
Un abrazo Francisco y disfruta =)
ResponderEliminar¡Cómo te comprendo! Tras haber "descansado" el mes de Agosto hoy retomo mis clases de pilates ....
ResponderEliminarLa flexibilidad no sé donde la he puesto,
la fuerza abdominal se me ha extraviado entre tapa y cervecita
y en este momento estoy buscando el equilibrio ...
A ver si lo encuentro!!
¡ANIMO! y un beso.
"Pero que exagerados semos los andaluces", ni que vayas a las paraolimpiadas del año 2016, nadar es un placer incluso cuando se hace por obligación, por ir a nadar no se puede renunciar a otros placeres como esos otros que nos hace aumentar la barriguita, solo queda una cosa, en lugar de 20 largos a la piscina, se hacen 25 y todo arreglado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Creo que tras el verano,todos rompemos un poco la talla,ja,ja,ja
ResponderEliminarDile a Macarena,que sea compasiva,porque qué sería de nosotros sin aflojar un poco en estos meses estivales,con lo dura que se presenta la batalla diaria?
:)
Suerte,nadador!
Besos.
Ya me gustaría tener a mí una "sargenta Macarena" que me impusiera disciplina.
ResponderEliminarUn abrazo Fco.
Al ataque amigo, yo ya empecé con mi disciplina también, el primer día cuesta pero luego viene rodado, ánimo
ResponderEliminarSeguro que antes de que te pueda ver el sargento Macarena los has perdido pues te esperan unos dias de mucho andar y eso también rebaja tripa.
ResponderEliminarEspero con impaciencia tus proximas entradas
Un abrazo.
Hola Paco, :-) bueno hombre no será para tanto. Creo que en verano todos/as cometemos algún que otro exceso. No creo que tu profesora de natación te vaya a regañar, no más, te mirará tus adiposidades y sonreirá. Te hará hacer más ejercicio en el agua y ya está.
ResponderEliminarY que te quiten lo bailao.
Saludos y un abrazo
Prepárate entonces. Te van a dar la del pulpo.
ResponderEliminarUn saludo.
Es que el verano tiene no se qué manía a la cintura, es como si se empeñara en agrandarla sin un porqué determinado.
ResponderEliminarNada que ver con las cervecillas, los chipirones y la siesta, eso son leyendas urbanas.
Mira Francisco, vamos a aprovechar lo que nos queda que ya vendrá "enero con la rebajas".
Besos