Si la Plaza Roja es el símbolo
arquitectónico de la ciudad de Moscú, la catedral de San Basilio es el emblema
colorista y singular por excelencia. Junto a las murallas del Kremlin, está
descrita por el marqués de Custine como la “octava maravilla” de la Plaza Roja:
“una cristalización de mil colores, como escamas de peces dorados o pieles de
serpientes extendidas sobre montones de piedras, cabeza de dragón, corazas de
lagarto, ornamento de altares, vestimentas de clérigos…” La imaginación es muy
sugerente ante la presencia de esta iglesia sin par, visible desde muchos
puntos de la ciudad y emblema de la fe ortodoxa.
Maqueta del edificio |
La catedral fue construida en
1555, durante el reinado de Iván el Terrible, y sigue siendo la mejor efigie de
esta gloriosa y trágica época, para rememorar el triunfo de Iván sobre Kazán,
conquistada tres años antes. El edificio viene a ser un racimo de nueve
iglesias, una central dedicada a la Intercesión de la Virgen, en insólita forma
piramidal, y alrededor de la cual florecen ocho cúpulas de otras tantas
iglesias circundantes, consagradas a los santos patrones de los días de las
batallas de la campaña contra Kazán. Las cuatro cúpulas más altas corresponden
a los cuatro puntos cardinales, aludiendo al triunfo universal de la Gran Rusia.
Los diminutos y oscuros espacios
interiores desplazan todo el peso al aspecto externo de la catedral, percibida
como una impresionante escultura de formas arquitectónicas que invita a ser
contemplada desde varios puntos de vista. Su interior es un recoveco tras otro
de vueltas y revueltas, un laberinto del que finalmente no es fácil salir si pretende
uno hacerlo por orientación espacial y puede acabar, como fue nuestro caso,
dando vueltas sin fin sobre nuestros propios pasos.
En la capilla central, tan oscura
como el resto, un trío de voces masculinas canta y se hace el silencio profundo
y hasta sobrecogedor. Uno no entiende y no sabe interpretar lo que canta el
coro, pero intuye un salmo de alabanza, al que seguirá otro salmo pocos minutos
después. En un rincón, oportunamente visible, se aceptan donativos y se venden
CDs con los cánticos que se oyen a lo largo de la visita.
El interior de la catedral,
recoleto y envolvente en cada una de sus sinuosidades, tiene la oscuridad y
abigarramiento que puede verse en toda iglesia ortodoxa, en cambio externamente
es un grito colorista y cambiante, según la luminosidad del día o los reflejos
lumínicos de la noche.
Preciosa por fuera y hermosa por dentro.
ResponderEliminarSaludos Fco.
Hola, Francisco:
ResponderEliminarUna verdadera maravilla, gracias por dejárnosla conocer.
Un abrazo.
Qué maravilla, mirando las fotos me he transportado a los cuentos que tanto me gustaban de niña, las alfonbras mágicas, las lámparas y los genios.
ResponderEliminarUn beso
Gran post, Sr. Espada. Que siga disfrutando de su viaje, y recuerdos a Carlitos. Un abrazo.
ResponderEliminar¡¡¡Oye plax un abrazo!!!
EliminarMi padre está hecho un artista. :)
Preciosa por dentro y por fuera.
ResponderEliminarSiempre me ha parecido una mezcla de edificio de cuento de hadas y tarta de cumpleaños.
Un saludo.
Una de las cosas que me llamó la atención de Moscú fue el colorido de su iglesías. Gracias por recordármelo.
ResponderEliminarCinco abrazos, uno para cada uno, aunque solo conozco a dos.
Hola Paco, cuanta belleza en monumentos hay repartida por el mundo.
ResponderEliminarMuy buena la historias que cuenta. Bonitas las fotos.
Saludos y un abrazo inmesooooooo
Aunque no comente leo todos tus posts y me quedo extasiada con las maravillosas fotos con las que ilustrs tus entradas.Veo con satisfacción que estais disfrutando del viaje. Cuidaros mucho y abrigaros, si aqui ha bajado la temperatura, me imagino que por esos lares debe estar haciendo ya un poco de frio.
ResponderEliminarUn besote
Me encanta esta entrada. Bellísimas cúpulas coloridas y alegres la adornan. Una joya de la Iglesia ortodoxa
ResponderEliminarSan Basilio me encanta. Estuve en la primitiva iglesia dónde fue eremita en Capadocia,
¡Dobruiy vyechier! No digas que no me esforzado en desearte buenas noches:-)
Bss
Es preciosa. Parece de fantasía. No sólo cantos litúrgicos han sonado en su interior últimamente. Veo que se lo está pasando usted de miedo. Siga así.
ResponderEliminarPD. Naturalmente. Aunque actualmente mis circunstancias no me van a permitir volver enseguida, cuando lo haga, no dude de que le avisaré. Un saludo muy cordial.
Conocer un poco de la historia de Moscú a través de sus letras y sus fotografías es un placer. Hermosa catedral, gracias una vez más, amigo Francisco.
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