GUM responde a las siglas que,
traducidas, equivalen a “Principales Tiendas Universales”, algo que sonaba
pretensioso en el momento de su construcción en 1893, pero que tras la
revolución de octubre quedó como espacios vacíos sin nada que ofrecer. Como el
tiempo todo lo muta, resulta que hoy día sí son tiendas universales, si
atentemos a las grandes firmas que allí se ubican como Versace, Bosco, Vertu,
Omega, Carolina Herrera…
El edificio albergaba más de un
millar de tiendas en sus 25.000 metros cuadrados de superficie, distribuidas en
planta baja y dos pisos, una galería central y dos idénticas laterales. Contaba
con una triple marquesina de cristal y el mayor y más avanzado comercio de la
Europa del momento. Tras la revolución, las galerías se usaron oficinas, luego
se hablo de demoler el edificio y finalmente fue usado de nuevo como Grandes Almacenes
Estatales, si bien una parte estaba reservada sólo a la nomenklatura dirigente, y el resto, menos abastecido, es donde el
pueblo ruso ensayaba las largas colas. Ahora el GUM ha sido conquistado por las
grandes firmas occidentales.
Al margen de selectas boutiques, grandes
joyerías y tiendas muy selectas, llama la atención la mayor tienda de alimentación
que jamás haya visto. Tacmpohom
ocupa casi todo un lateral de la nave central en la planta baja, y está
sectorizada por tramos en las diversas especialidades: cafés y chocolates,
pescados en sus variantes de fresco, salazón, ahumados, etc., frutas de los más
lejanos rincones y coloridos, chacinas de todas la inimaginables, quesos, patés,
conservas, caviar, vinos de todos los rincones de la tierra… Nos llamó la atención un escaparate a la
galería central presidida por una especie de rombo hecha de jamones de selecta
pata negra; en el interior, vimos que el precio del jamón estaba rotulado por
cien gramos. Calculando el precio total del mismo vendría a costar la pata unos
tres mil euros de nada.
A pesar de todo ese lujo, en la
segunda planta, dos restaurantes en plan buffet a muy buen precio, y los
servicios públicos más limpios y accesibles de todo el entorno de la Plaza
Roja.
Si señor, a esos servicios fuimos a evacuar. Estos almacenes iluminados por la noche me parecieron un tanto horteras, todo lo contrario de la excelente iluminación de los otros lados de la Plaza Roja, como el Kremlin, San Basilio, la catedral de Kazan y el Museo. Un saludo desde mi mejana
ResponderEliminarUnas fotos increíbles. Gracias por este paseo.
ResponderEliminarUn beso
No dices si por ahí hay un Sara, con lo que nos está callendo por aquí, la única empresa que ha tenido ingresos por encima del 30% respecto al año pasado.
ResponderEliminarMenuda visita nos estamos haciendo gracias a tus fotos.
Un abrazo.
Estas galerias si las recuerdo y bastante bien.
ResponderEliminarUn abrazo
Es bonito Moscú ¿no?
ResponderEliminarSaludos Fco.
Pero qué bonitas las fotos!!!! Una pena que hayan metido mano las grandes tiendas!!! La verdad, que a mi parecer, han estropeado ese sabor y encanto que tenían!!! Besos cariñosos primo!!!!
ResponderEliminarEsto es toda una tentación para el género femenino. si perdemos el tiempo en las tiendas , aquí se nos iría el día entero y no habríamos acabado de visitarlas todas.
ResponderEliminarQue pases un buen fin de Semana!
Un abrazo.
http://ventanadefoto.blogspot.com.es/
Un abrazo.
Una preciosidad la galería comercial en ese edificio tan antiguo y lujoso. En Rusia hay gente que lo ha pasado y lo pasa mal. Y muchos nuevos ricos que no dudarán en gastarse lo que sea con tal de comer buen jamón.
ResponderEliminarUn saludo.
Qué majestuoso todo, una verdadera maravilla.
ResponderEliminarUn besito Francisco, bellas imágenes sobre todo para quienes estamos tan lejos.
Cariños
Es enorme esa galería; y bonita.
ResponderEliminarMe gustan estos reportajes suyos sobre cosas que no conocía.
Un saludo.
Tus descripciones son una gozada, casi casi... como estar allí. Qué bueno que lo hayas disfrutado. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarBesos.
Unas galerías espectaculares. El techo me recuerda a las de Milán.
ResponderEliminarMe he quedado un poco perpleja con el precio del jamón. ¿Quién puede comprar eso? Un negocio sería llebar la maleta de pata negra y venderlas a mitad de precio:-)
Muy buen reportaje.
Bss
Iba a decir de llenar la maleta. Lo siento a veces se trastocan las teclas:-(
ResponderEliminarHola Paco muy lustrativas las fotos al igual que el texto. Yo allí me pierdo, mejor no voy jajajaja.
ResponderEliminarUfffffffffffff, pues la verdad imposible de comer jamón de pata negra allí. Digo lo mismo que Katy, buen negocio si se lleva uno 4 jamones y los pone a la mitad de precio, le salen las vacaciones gratis. Graciassssssss por compartir tus fotos y textos.
Saludos y un fuerte abrazooooo