Pasaba por las calles cual
sonámbulo,
sin percatarse, sumido en su
indolencia,
se movía como un cuerpo a la
deriva,
de costero a costero, invisible,
torpe niebla.
Era uno más entre el gentío,
un número abstracto
que en nada encuentra
equivalencia;
tal vez un racional o un
decimal periódico puro
que en nada o en muy poco al
gentío se asemeja.
Pasaba él y no pasaba nada,
porque ni sombra
de sus pasos, su inadvertido
caminar refleja;
era un don nadie, un
silencio de deambular mullido,
la estampa disonante que a
todos les asquea.
Era un animal herido, un
descartado social,
un parias de vaya usted a
saber qué tierras;
era la quintaesencia de la
dispar disonancia
que nadie mira porque a
todos les aterra.
Uffffffff, es duro el poema, pero es así como sucede. Nos estamos acostumbrando a todo lo que nos parece lejano a nosotros, a nuestras vidas, y lejano hoy día hay pocas cosas hay según está el panorama.
ResponderEliminarAbrazos
Y lo más triste es que quienes tienen que gobernar para todos tampoco los ven y se olvidan de su existencia y de tomar las medidas para corregir la situación.
EliminarUn abrazo.
Buenos días: - Hoy en día la gente incluso parece huir de sí misma. La pandemia ha creado un estado de pavor que hace que la gente se mire con sospecha. Si alguien se hunde en un lugar es un problema. Todo el mundo parece huir de esconderse de esa persona. Es así entre todos los seres humanos. Ya no hay héroes. Me gustó mucho el poema.
ResponderEliminar.
Saludos poéticos
.
Pensamientos poéticos y ensueños
.
Me ha gustado ese apunte tuyo a la falta de héroes, Rykardo.
EliminarAbraço.
Nadie quiere verse en ese espejo.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Es lógico que nadie quiera verse en esa situación, pero es una realidad que está en la calle y no es mobiliario urbano.
EliminarUn abrazo, Cayetano.
Ni tan siquiera indiferentes, son invisibles.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esa es la triste realidad: invisibilidad.
EliminarUn abrazo.
Pero, en este momento y más que nunca, hay que hacerlos visibles y vacunarlos. Es un problema que tenemos pendiente.
ResponderEliminarTienes toda la razón. Para que la vacuna sea eficaz ha de llegar a la totalidad de la humanidad.
EliminarUn abrazo.
Hoy nos dejas unos versos tan reales cómo la vida misma....es triste haber llegado a ese estado tan inhumano de "huir" o rechazar a esas personas que tanto necesitan que las apoyemos.Saludos
ResponderEliminarGracias, Charo, por palpitar y sentir por los últimos de la sociedad.
EliminarUn abrazo.
Una poesia tan real como cruel. Asi somos. Es frecuente ver que todos pasan por delante de alguien que pide ignorándolo completamente, inclusive haciendo como que no escuchan..
ResponderEliminarNadie quiere ver el dolor.
Pero cuando perdemos ese "miedo", y podemos cruzar esa barrera, acercarnos y estar para esa persona, con lo que sea, y dejamos el prejuicio de lado, lo que se siente es maravilloso, y lo que ellos pueden darnos a nosotros , aun mas. Un abrazo!!!
No dejes de alimentar esa experiencia de la que hablas, Eli. Notar la presencia, compadecerse y favorecerle en lo posible.
EliminarUn abrazo.
Has descrito de maravilla lo que representan en nuestra sociedad y posiblemente también se sienten así, Francisco...Si nos duelen "las colas del hambre" ellos siempre están al final de la cola, Francisco.
ResponderEliminarMi abrazo admirado y mi ánimo.
Están ahí, María Jesús. Solo hay que levantar la cabeza y fijar la mirada para verlos.
EliminarUn fuerte abrazo.
Tu poesía es una muestra, de lo que ocurre ahora en la actualidad.
ResponderEliminarEstamos apegados a nosotros mismos y nadie quiere ver la miseria en que se encuentra muchas gentes.
Besos
A veces sueño, Antonia, pero me gusta contrapesarlo llevando los pies por el suelo.
EliminarBesos.
Es que evitan el dolor a toda costa, porque ver, duele. Individualistas, por encima de cualquier realidad del prójimo. A la alza va la indiferencia y los invisibles.
ResponderEliminarBesos con todo mi cariño.
Por supuestísimo que duele, Sara, pero cualquiera de nosotros podría acabar en una situación semejante. En la actualidad hay mucha gente nueva en las calle, personas que han perdido su trabajo, su casa...
EliminarBesos muy cariñosos. Cuídate mucho.
¡Qué pena, qué pena!
ResponderEliminar¡Pena de mi corazón!
EliminarUn abrazo.
Que triste. Saludos amigo Francisco.
ResponderEliminarCierto, Sandra, pero es la vida real.
EliminarUn abrazo.
"...tal vez un racional o un decimal periódico puro
ResponderEliminarque en nada o en muy poco al gentío se asemeja."
Al llegar a estos versos me saltaron las lágrimas. ¡Eres único!, qué gran poema... te estremece hasta la médula.