Me puse a mirar sin ver,
a dejar pasar el tiempo
como pasan los trenes
reprimiendo los adioses,
y me encontré otras miradas
que jugaban con las mismas
cartas
y el mismo azar adverso,
a pesar de estar marcadas.
Ya sabes, esperaba
encontrarme con tu silueta
deslizándose entre las
sombras
como se filtra la brisa
por entre el ramaje de la
arboleda:
la Alameda sin ti es un
vacío
atiborrado de gente muda
o que su música no me hiere.
Y mientras esto sucede,
me quedaré en esta orilla de
la espera,
en el sueño estéril
de dar forma al encuentro
que espero
y que tú tomes la
iniciativa,
lo provoques o lo dilates.
El que espera, desespera. Mejor dejarte llevar por el azar, el encuentro inesperado, la sorpresa, lo que el destino te depare.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Sí, pero uno espera aquello que desea y no lo que le caiga en suerte.
EliminarUn abrazo, Cayetano.
Mira Newton, venga esperar hasta que le cayó una manzana y descubrió sus leyes, eso se llama esperar y tener suerte.
ResponderEliminarUN abrazo.
No siempre la espera tiene recompensa, Emilio, pero cuando uno no encuentra salida esperar es lo prudente.
EliminarUn abrazo.
La misma escena, distintos espectadores. Me ha encantado ❤️
ResponderEliminarTe lo agradezco, Katy. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
Hola Francisco. Normalmente esperamos lo que casi nunca sucede. O seguimos esperando o vamos a su encuentro si es que se puede. Esperando no se pierde el tiempo porque podemos pensar y dialogar con nosotros mismos.
ResponderEliminarAbrazos
Tienes toda la razón, Isa, y de paso tomar certezas de que en verdad hemos hecho cuanto estaba en nuestras manos.
EliminarUn abrazo.
Que esta espera sea productiva y no agotadora.
ResponderEliminarMe gustó mucho el mensaje insertado en el poema.
Feliz semana
Cumplidos
.
Pensamientos poéticos y ensueños
.
Muchas gracias, Rykardo.
EliminarAbraço
Un bello poema, aunque respire dolor.
ResponderEliminarAbrazo.
La vida es dolor con mucha frecuencia, Amapola.
EliminarUn abrazo.
He esperado en vano en demasiadas cocasiones y siempre salí defraudada así que ahora ya no espero nada de la vida, si tiene que venir algo será recibido sin haberlo esperado.Saludos
ResponderEliminarNo podemos dar carpetazo, Charo, siempre tenemos que estar abierto al mañana, por muchos palos que nos hayamos llevado. ¡Adelante!
EliminarUn abrazo.
Nunca se puede perder la esperanza, aunque al final sucede lo que tennía que suceder.
ResponderEliminarBesos
Por supuesto que no, tenemos que ser perseverantes.
EliminarBesos.
La espera es tremenda.
ResponderEliminarPero es la puerta de la esperanza, Tracy.
EliminarUn abrazo.
La esperanza es vida, nos mueve a crear y recrear la ilusión cada día. Asi que haces bien en esa espera, Francisco. Todo llegará en su momento, nos lo merecemos todos.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable por este momento de luz, que suscribo, amigo.
Muchas gracias, María Jesús. Esa esperanza que es vida es la que me sustenta.
EliminarUn fuerte abrazo.
Me siento a tu lado, en silencio, observando cómo te ilusionas con tu esperanza. Y eres vida.
ResponderEliminarAbrazos
¡Qué ilusión me hace saber que estás virtualmente a mi lado, como yo al tuyo. La vida es esto, caminar de la mano con esperanza.
EliminarUn abrazo.
no soy muy de esperar, más bien de actuar y seguir mis objetivos
ResponderEliminarbuen poema, me gusto
saludos
Hay un tiempo de actuar y hay un tiempo de esperar. No podemos comer el fruto hasta que no ha madurado, Carlos.
EliminarUn abrazo.
Sabias palabras, tan solo expresó mis respetos hacia su sabiduría.
EliminarSaludos.
Hay esperas que valen la pena. Lindo sentir poetico. Saludos amigo.
ResponderEliminarPor supuesto que sí, Sandra.
EliminarUn abrazo.