10 abril 2021

RAZONES DE LA SINRAZÓN

 


«Sed fecundos y multiplicaos,

henchid la tierra y sometedla.»

 

Y así, durante generaciones,

el hombre sació su sed,

se alimentó de los frutos

y amasó el pan con el sudor de su frente;

más tarde descubrió el fuego,

inventó la rueda, la palanca y la polea,

y también los engranajes.

Y conoció a la insatisfacción que se apropió de él:

nada le colma desde entonces,

al haber desbordado los límites naturales.

 

El derroche encontró su hábitat 

y el hacha en su mano el expedito camino

de la deforestación salvaje.

En lugares concretos era muy superior la producción

que las bocas a satisfacer,

e inventó el mercado y con él el transporte,

el rompimiento de las estaciones y las distancias.

Nacieron los embalajes, se quemaron los fósiles

y el exceso de residuos y contaminación

ascendía como vaharadas de progresión geométrica.

 

La insaciable industria no se colmaba

con la agricultura ni la ganadería tradicional.

Lo que hasta entonces fue sostenible

buscó soluciones en los transgénicos:

nacieron las fibras sintéticas y los plásticos,

pero estos no saben volver a sus orígenes y regenerarse.

 

Titubeó la lluvia, se agudizaron las sequías,

se agotaron muchos manantiales

y se rompió el ritmo conocido desde la noche de los tiempos;

las temperaturas se saltan los códices

y la lluvia ha perdido el paso,

por eso a la sequía le sigue una inundación extrema.

 

Todavía hay quienes lo niegan,

pero esas son las razones de la sinrazón.

 

 

 

12 comentarios:

  1. El hombre habita la tierra desde hace varios centenares de miles de años creo que solo desde hace un centenar y medio de años es cuando la sinrazón ha entrado a ocupar su cabeza, antes se luchaba por la supervivencia, hoy se lucha por ver quien tiene más dinero, más prestigio sin preocuparse de lo que ocurrirá a corto plazo.

    Un abrazo

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    1. Con más o menos precisión a partir de la revolución industrial, ¿no es así, Emilio?
      Un abrazo.

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  2. En tiempos antiguos, cuando se escribieron aquellos textos que luego se recogerían en las llamadas "Escrituras", la densidad y la cantidad de población mundial eran una minucia comparándolas con las cifras actuales. La mortalidad era enorme y la esperanza de vida escasa. Llegar a los 50 años era toda una proeza. No es de extrañar que para las mentalidades de aquellas gentes fuera muy conveniente hacer uso de esos mensajes y recomendaciones: tener muchos hijos y someter la naturaleza, sin saber que después el precio -en deterioro medioambiental y en exceso demográfico- iba a ser muy elevado.
    Un abrazo, Paco.

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    1. Para nada interpreto de las palabras del Génesis que someted a la tierra tenga sentido de explotación inmisericorde, sino la de aprovechar todos sus recursos; así como henchid la tierra no significa quédate por siempre en el lugar donde naciste. El hombre ha sabido proteger la vida, cuidar la salud y la mortalidad, alargar la vida en años; pero ahora tenemos una asignatura pendiente y es la de conservar la casa común.
      Un abrazo, Cayetano.

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  3. Que triste realidad nos cuentas y cuanto más progreso peor vivimos cuando tendría que ser lo contrario.Saludos

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    1. La ambición no se sacia nunca, Charo, y muchos no piensan más que en su presente y luego allá cada uno.
      Un abrazo.

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  4. Buen título y mejor desarrollo.
    Es lo que se ha instalado cada vez más en nuestro mundo.
    Besos

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  5. Reflexivo poema amigo Francisco, no se si hemos llegado al limite de lo permitido.... Saludos.

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    1. Me temo que sí, Sandra. La Tierra tiene sus recursos, pero cuando no puede regenerar los daños causados es cuestión de tiempo que todo se vaya de las manos para siempre. El peligro no es el fin de la tierra sino de la vida humana en la tierra.
      Un abrazo.

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  6. Francisco, muy bien contado a lo que hemos llegado y aun iremos a peor porque aun hay quien niega lo es tan evidente y vemos muchos, el cambio climático.
    Abrazos

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    1. Algunos no quieren ver por intereses inconfesados y otros pocos por cerrazón, Isa.
      Un abrazo.

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