08 mayo 2012

EL NUEVO DÍA


Hoy desperté cuando ya quería iluminar el día, sin llegar a serlo plenamente. Ayer acabé rendido, pero muy feliz con las pequeñas cosas que había logrado hacer, a pesar de mi torpeza; de forma que lo primero que se me ocurrió fue agradecer por ese descanso reparador que me devolvía las energías, para empezar a cabalgar a lomos de nuevo día con ilusiones renovadas. He pensado en ti, como tantas veces lo hago de forma recurrente y he renovado el deseo de continuar con la labor encomendada, aunque hoy me pido la licencia para evadirme un rato, aprovechando que tengo unas horas con la agenda en barbecho.


He pensado en ella, en su música líquida y constante, en su suave sube y baja tantas veces imperceptible, en su cadencia de espuma tanto a la luz del sol como de la luna, en los días claros o grises; su murmullo salobre me llama y en el eco lejano oigo cómo me soflama su llamada y a voces me ofrece refugio donde ocultarme en presencia de todos. Es el alba; aun el rubio no es dorado y tras de mí, la lengua hídrica va barriendo mis huellas según camino hacia el este. Los primeros rayos quieren herir mis ojos, pero aún soy más fuerte que el dorado naciente y le resisto la mirada. Estamos solos; sólo a solas. La arena mojada bajo mis pies, el talud a mi izquierda, y el anchuroso baile de agua azul-verdosa a mi derecha acariciándome con suaves insistencias, Nadie a lo lejos. La música acuática invita a reflexionar y me pierdo en el vacío de un pensamiento que sólo siente interés en la ausencia. Me veo obligado a entornar los ojos, herido por los primeros rayos. Ya no veo por delante a la distancia, sino apenas una nebulosa incandescente que domina y asola a su paso. Bajo la mirada y observo el juego de mis pies en el agua y cómo la arena se sube y se baja de ellos al ritmo de las pisadas. De cuando en cuando, una concha escupida y esculpida por el agua; más allá una piedra que en sus tornasoles romos invita a pensar en un oropel que sólo es fantasía…  Ya calienta, me giro sobre mis pasos y le doy la espalda cuando ya es un círculo de fuego por encima de todos los oteros; ahora calienta mi espalda mientras vuelvo sobre mis pasos, esos que parecen soñados por falta de huellas. Me desnudo y me doy un baño. Cuando el agua acaricia toda mi piel, reconozco la dicha de esta extensión que me habla de los orígenes de la vida y me pierdo en la noción del tiempo. Ya estoy de regreso. Cuando fuera del agua me abrigo y me froto en los rizos de felpa, cuando me atuso el pelo ante el espejo, me doy cuenta de que ya he regresado y que verdaderamente comienza el nuevo día.

19 comentarios:

  1. Mucha paz y serenidad se desprende de esta prosa, bien escrita, con buen estilo. Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Francisca. Cuando se dice lo justo y el disparo es atinado, da en la diana: me has dado en el alma.
      Un abrazo.

      Eliminar
  2. Gracias por despertar al nuevo día, con la certeza que empiezas a vivir de nuevo la aventura de intentar ser feliz
    Con ternura
    Sor.Cecilia

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi verdadero sueño está en ser infinitamente feliz el día que no despierte, cuando quede desbordado de presencia; pero en tanto, trato de ser feliz recordando como hoy momentos inolvidables.
      Todo mi amor, Sor Celicia.

      Eliminar
  3. Hola Francisco, cada nuevo dia es diferente al anterior y llega lleno de esperanzas.................Que bello es despertar al nuevo dia....... Me voy reflexionando tu texto. Cuidate.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es fácil, Sandra. Cuando algo te guste mucho, rememóralo y volverás a vivirlo.
      Besos

      Eliminar
  4. Suerte despertarse, suerte poder ver el nuevo día, suerte por poder verlo en primera fila junto al mar y que te bañen los primeros rayos al rumor de las olas.
    Muchos lo recibimos bajo la ducha, refrescados, contentos y agradecidos pensando en quienes no tienen ni agua par beber.
    Feliz día pues amigo Francisco
    Bss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te invito, Katy, a este mismo paseo mañana, cada mañana: sólo tienes que echar mano a tus recuerdos.
      Besos.

      Eliminar
  5. Qué paseo más reparador. Francisco, a mí me gustaría tener un mar cerca para pasear un amanacer como el tuyo. Te envidio, sí, el mar se me regala quince días al año, son pocos, pero lo suficiente para la calma.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo mismo te digo, Elena, ambos tenemos la orilla del Guadalquivir que nos enlaza por la cintura; pero nadie nos impide pasear en nuestra mente la playa que te apetezca cada mañana, como yo he hecho hoy desde mi cuarto de baño: un sueño que me ha devuelto a la realidad cuando estaba, fuera de la ducha, ante el espejo.
      ¡Pruébalo, es muy divertido! ¡Soñar no cuesta nada!
      Besos

      Eliminar
  6. No entiendo como hay días que sí me salen tus actualizaciones y otros no,perdiéndome así tus letras hasta que vengo y te hincho a comentarios.
    En fin, lo ignoro.
    Lo que no ignoro es que has descrito suave y plácidamente un momento mágico de fusiones varias.
    La soledad y tú, tú y el sol, el sol y el mar.
    Todo a uno y uno a todo.
    Y el cúmulo de sensaciones vivificadoras que se sumergen en un momento así,haciendo emerger la vitalidad de nuevo.
    Me ha encantado.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Marinel, por esa vibración que hay en ti que nos comunica. No sabría explicarte los misterios de la informática, pero sí que los hay. Gracias por ese derroche de seguimiento y afinidad.
      Besos.

      Eliminar
  7. Nada como el mar y esos amaneceres para comprender, en la inmensidad y en la soledad, que la naturaleza y nosotros somos una misma cosa.
    Precioso cúmulo de sensaciones el que hoy nos traes.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un cúmulo de fantasías, Cayetano; un revivir en la mente momento vividos y perpetuarlos.
      Un abrazo.

      Eliminar
  8. Hola!!!! Un paseo y un baño tan reparador son la mejor manera de empezar el día repleto de energía!!!! Es una de las pocas formas positivas para enfrentarse a los avatares de cada día. Besos primo!!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Este verano, cuando por fin estemos frente a frente y dos demos el abrazo prometido, quedaremos una mañana temprano o un atardecer y nos marbellearémos por la orilla hablando, hablando, hablando... tal vez trayendo Jaca hasta la arena húmeda y hacerlo todo presente.
      Besos

      Eliminar
  9. Me encanta lo que relatas; suelo hacerlo en Matalascañas, olvidarme de todo y pensar con la arena y con el agua. Saludos Francisco.

    ResponderEliminar
  10. Te leí anoche muy tarde y hoy te vuelvo a leer.
    Tus letras me relajan y me transportan a ese mar que también me hace soñar cuando lo tengo cerca.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  11. Un bellisimo texto Paco, realmente hermoso.Lo leo una, dos y hasta tres veces y no se me ocurre otra cosa que decirte, que lo dicho.

    Un fuerte y calido abrazo

    ResponderEliminar