Agotador;
el día había sido agotador
mas tú no te desvanecías de mi mente;
en el trayecto,
—por encima del rugido del tráfico—
el constante martilleo de tu nombre
en mis labios sin necesidad de pronunciarlo.
El día había sido agotador,
pero tú me esperabas
—como cada atardecer—
y mis brazos abrían el paréntesis
del encuentro
para verse rodeado de los tuyos
y fagocitarnos.
Agotador;
—como cada uno de nuestros encuentros—
mas en mi mente,
la sed por encontrarnos
había dilatado las fronteras
hasta esfumarlas.
Pero cuando hay amor no hay agotamiento, impaciente la espera y lindo el encuentro, bonitos tus versos
ResponderEliminarBssss
Qué bonito el poema. Cuando se ama, cuando se está enamorado, por muy agotados que nos encontremos, siempre pensamos en la persona que nos espera, o que quisiéramos que nos esperase. Qué importante es que después de una dura jornada sepamos que alguien nos espera en casa.
ResponderEliminarLa foto preciosa.
También pudiera ser que el árbol a pesar de haber tenido un día agotador por el sol y el zarandeo del viento, quisiera que el agua lo zambullera como cada día con la pleamar (aunque me temo que el agua de la foto pertenece a un rio)aunque la corriente lo arrastrara.
Qué necesario es para todo ser vivo, saber que alguien te espera y que te abrazará. Incluso para el árbol es importante que lo abracen o lo zarandeen de vez encuando para sentirse vivo.
Saludos
El encuentro con la persona amada disipa todo agotamiento.
ResponderEliminarBuen día
Hola Francisco, bello poema amigo. Despues del agotamiento vendra la calma ...... Cuidate.
ResponderEliminarY es que no hay agotamiento posible si el encuentro con el ser amado es el después de ese estado físico.
ResponderEliminarBonito poema.
Besos.
Agotador el dia, Francisco, pero descansado el espacio del alma, al arrullo del amor. Un bello poema que nos enseña a aprender de nuestro cansancio, mientras seguimos amando. Un abrazo.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarRegresar y encontrar unos brazos que te esperan y se cierran tras de ti para protegerte del cansancio de un día agotador. Bonita imagen y afortunado quien la haga realidad. Besos en esta primavera que se hace desear. Soledad
ResponderEliminarBuenos días Paco!!!! Un sueño reparador puede terminar con el agotamiento. Todo pasa en esta vida, primo!!! besos cariñosos.
ResponderEliminarQué bueno saber que hay unos brazos que te esperan tras un día agotador.
ResponderEliminarUn abrazo Fco.
Francisco, me sorprendes cada día con tus escritos. Me ha gustado mucho el poema.
ResponderEliminarUn abrazo
Pero se trata sin duda de dos agotamientos muy distintos.
ResponderEliminarUn saludo.
Entrañable poema, uno desconecta un poco con estas pequeñas obras de arte.
ResponderEliminarUn Saludo.
... y mis brazo abrían el paréntesis del encuentro... ¡Joder que metáfora! Eres increible, Paco.
ResponderEliminarUn abrazo y hasta otra desde mi mejana
Como me ha gustado eso de abrir el paréntesis del encuentro con los brazos.
ResponderEliminar:)
Un abrazo
La pareja a veces representa la tranquilidad, la estabilidad, el sosiego... o todo lo contrario.
ResponderEliminarSaludos
Es que el amor trae toda clase de sensaciones o sentimientos...Todo se acepta aunque llegue a aturdirnos. Es vital.
ResponderEliminarBesos
bellos y entrañables versos nos regalas hoy querido y admirado amigo. Muchos besinos e infinitas gracias por concedernos el privilegio de ellos.
ResponderEliminarLo primero que hago es abrir tu blog para ver lo que has publicado. Tu inagotable inspiración me trae todos los dias coss preciosas que leer, bien sean versos, relatos o hermosos poemas como este con el que hoy nos deleitas.
ResponderEliminarUn fuerte y calido abrazo
Tenía varios días sin poder leer los blog...al menos aquí consigo pasar un buen rato y leer post tan bellos como este...dulce..tierno...lleno de amor...un feliz fin de semana amigo Francisco..
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