Te hablé con el sol;
y la refracción de mis imploros en tus ojos
cegó tu entendiemiento sin darte por enterada
de mi urgir tempestuoso.
Te hablé con los vientos;
y con la locura de mi desenfreno
tú aventabas los brazos como aspas de molino
por el ático de la primavera.
Te hablé con las nubes;
y te hiciste tirabuzones helicoidales
como quien va deshilachando escorzos de humo
con los flecos de mi herida.
Te hablé con las flores;
pero te despistó tanto colorido
y te embriagaste del perfume de tanta armonía
sin descifrar mis requiebros.
Te hablé;
pero tú estabas en tu universo.
Hay veces que nuestros deseos de comunicación y amores son infructuosos, por muchos esfuerzos que hagamos. Si nuestro universo está cerrado al otro no hay foma de llegar.
ResponderEliminarLo has expresado como tu sabes hacerlo. Con belleza y sensibilidad.
Un beso y feliz semana
Para que exista comunicación debe haber un mensaje, un emisor y un receptor dispuesto a recibir ese mensaje concreto. Hay veces que se levantan muros -Roger Waters dixit- que bloquean la comunicación. A mí me pasa con frecuencia con mis alumnos. Te oyen pero no te escuchan. Entonces cambio de estrategia: adopto otro tono, cuento alguna tontería relacionada para despertar interés... trucos que dan los años y las tablas. Con la persona amada ya es harina de otro costal...
ResponderEliminarUn saludo.
Es una pena que alguien haga oídos sordos a estos sentidos versos.
ResponderEliminarUn beso Francisco.
Tantas veces se pierden las palabras cuando no hay alguien que quiera oirlas.
ResponderEliminarUn abrazo.
muchisimas gracias magno Poeta por acariciar nuestros sentidos con tus sublimes y bellas letras, un besin muy muy grande de esta asturiana.
ResponderEliminarQuerido Francisco. Si fuera yo una mujer, pensaría que el poema está a mí dedicado para festejar mi cumpleaños que será mañana. De todas formas, debo confesar que me parece estupenda esta forma tuya de hablar. Ángel
ResponderEliminarLastima dejar pasar tantas cosas bellas por nuestro lado sin darnos cuenta, y no ser capaces de escuchar a tiempo las palabras que tal vez podrían cambiar nuestra vida.
ResponderEliminarFeliz comienzo de semana, monsieur
Bisous
Cuantas personas han intentado hablar con otra y ha sido simple diálogo de sordos. Beso
ResponderEliminarhermoso, aún cuando no haya sido capaz de oir...una pena por ella
ResponderEliminarbeso enorme
Son muchas las veces que las palabras caen en saco roto. Emocionado poema. Francisco, puse una entrada relacionada con la anterior.
ResponderEliminarsaludos